Un gabinete de multimillonarios: esta es la fortuna de los elegidos por Trump

UNIVISION

Con exitosos hombres de negocios como él mismo, el presidente electo conforma un gabinete de ricos con los que paradójicamente tendrá que cumplir su oferta de mejorarle la vida al hombre común.

Donald Trump se vendió durante la campaña como el justiciero que venía a salvar al empobrecido ciudadano común haciendo a “Estados Unidos grande de nuevo”, pero nunca ocultó su fortuna personal, al contrario, siempre destacó lo bien que le había ido en la vida y lo hizo una razón más, su éxito empresarial, para pedir que lo llevaran a la Casa Blanca.

De quienes lo acompañarán en el gabinete, si los aprueba el Senado, puede decirse lo mismo: un grupo de multimillonarios que llegará a Washington a “luchar” por los más pobres, aunque en el pasado algunos de ellos desarrollaron actividades profesionales que no precisamente defendieron los derechos de los económicamente menos favorecidos.

Según cálculos de diferentes publicaciones especializadas (Forbes, Politico) y del Centro para Políticas Sensatas (CRP), un centro de estudios de Washington que hace seguimiento a las finanzas en la política, entre los postulados y el presidente electo acumulan una fortuna de 11,000 millones de dólares. Algunos más, algunos menos, claro está.

Hasta ahora Trump ha seleccionado la mitad de su gabinete y ya acumulan cuatro veces más que la riqueza colectiva de los actuales ministros del presidente Barack Obama y cerca de 30 veces más que el equipo de George W. Bush al final de su presidencia.

El que menos bienes de fortuna parece tener es el segundo al mano del equipo de gobierno, el vicepresidente Mike Pence, quien acumula solo 211,000 dolares, según los datos de 2012 que presenta el CRP.

Y los que faltan

En la lista de posibles futuros nominados están otros adinerados como Harold Hamm, un ejecutivo petrolero cuyo nombre se presenta como posible secretario del interior o de energía y cuya fortuna se estima en 16.900 millones, de acuerdo con Forbes.

O el excandidato presidencial Mitt Romney, cuya riqueza acumulaba en 2012 un total de 250 millones de dólares. También suenan otros millonarios, como el ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani o Andrew Puzder, un magnate del negocio de los restaurantes, quien podría ser postulado para secretario del trabajo.

Los críticos de Trump han destacado los vínculos de Steven Mnuchin con Wall Street y la estrategia de ejecuciones de hipotecas para paliar la crisis bancaria de 2008, puntos tan denostados por Trump durante su campaña. O la presencia de Wilbur Ross, un hombre que se especializa en “reingeniería” de empresas que generalmente se saldan con masivos despidos y reducción de beneficios laborales.

Ninguno de los que propone el republicano para su gabinete, con excepción de Elaine Chao o Jeff Sessions, pertenecen a los círculos políticos de Washington, esos mismos que el presidente electo promete desmantelar para, según su propuesta, eliminar la corrupción en la capital federal.

Mucho se ha hablado de los potenciales conflictos de interés que puede tener un presidente como Trump, venido directamente del mundo empresarial y con negocios en el mundo entero. Pero menos se habla de los problemas de un equipo donde hay tanta gente de empresa que aconseja que la frontera entre lo público y lo privado quede muy bien marcada.

Fuente:univision.com