KHALED ABU TOAMEH / El movimiento islamista palestino, Hamas, que celebra actualmente el 29 aniversario de su fundación, no pierde la oportunidad de transmitir su declarada razón de ser: emprender la yihad (guerra santa) para alcanzar su objetivo de destruir a Israel. Quienes alegan que Hamas está avanzando hacia el pragmatismo y la moderación podrían tomar nota.
SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La semana pasada, decenas de miles de palestinos salieron a las calles de la Franja de Gaza para participar en manifestaciones que conmemoraban el aniversario de la fundación de Hamas. Como en años anteriores, las manifestaciones se celebraron bajo el lema de la yihad y la “resistencia armada” hasta la liberación de toda Palestina, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo. Otro mensaje que salió claro de los comicios: Hamas nunca reconocerá el derecho de Israel a existir.
Las manifestaciones de este año, una vez más, también sirvieron como recordatorio de la enorme popularidad que Hamas sigue disfrutando entre los palestinos, no sólo en la Franja de Gaza, sino también en Cisjordania, donde los partidarios del movimiento islamista celebraron la ocasión. De menor escala y con un perfil más bajo, por temor a la Autoridad Palestina (AP) y a las fuerzas de seguridad israelíes.
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Khalil Al-Haya, un alto funcionario de Hamas, esbozó en un discurso ante sus partidarios en la Franja de Gaza la estrategia de su movimiento, a saber, perseguir la lucha hasta la eliminación de Israel. “No reconoceremos a Israel porque inevitablemente se irá”, declaró.
“Y no vamos a retroceder en la opción de la lucha armada hasta la liberación de toda Palestina. Desde su establecimiento, Hamas ha sido – y seguirá siendo – un movimiento palestino de resistencia y movimiento islámico palestino cuyo objetivo es liberar a Palestina y enfrentar a los israelíes. La liberación de la Franja de Gaza es sólo el primer paso hacia la liberación de Palestina, toda Palestina. No hay futuro para la entidad israelí en nuestra patria”.
Cuando los líderes de Hamas hablan de la “liberación” de la Franja de Gaza, se refieren a la retirada total israelí unilateral de esa zona en 2005. Hamas y muchos palestinos nunca han visto la retirada total de la Franja de Gaza como un gesto por parte de Israel. Tampoco han considerado la retirada como una señal de que Israel ya no está interesado en controlar las vidas de casi dos millones de palestinos que viven en la Franja de Gaza.
Por el contrario, Hamas y muchos palestinos siguen viendo la retirada israelí de la Franja de Gaza como una señal de debilidad. De hecho, esta desconexión es la razón por la que Hamas ganó las elecciones parlamentarias palestinas en 2006, cuando se adjudicó el mérito de expulsar a Israel de la Franja de Gaza a través de atentados suicidas y cohetes. En aquel entonces, este abandono de la tierra por Israel impulsó el voto palestino para Hamas. También explica por qué muchos palestinos continúan apoyando a Hamas – porque todavía creen que la violencia es la manera de derrotar a Israel.
Muchos palestinos ven concesiones, gestos y movimientos unilaterales israelíes como prueba de capitulación, en lugar de señales positivas que atestiguan las intenciones pacíficas de Israel. Estas “concesiones para la paz” de Israel aumentan aún más el apetito de los palestinos por lanzar ataques armados contra Israel. Hoy en día, muchos palestinos están convencidos de que pueden lograr más a través de puñaladas, atropellos vehiculares y disparos que sentándose con Israel en la mesa de negociaciones.
El líder de Hamas, Khaled Mashaal, tomó el aniversario como una oportunidad para recordar a todos los objetivos reales de su movimiento. Hablando en la red de televisión Al-Jazeera, que sirve como una plataforma para la organización de la Hermandad Musulmana (Hamas es una rama de la Hermandad Musulmana), Mashaal dijo:
“Estamos avanzando con nuestra resistencia para lograr nuestro proyecto nacional … Esperamos liberar Palestina y limpiar la Mezquita Al-Aqsa y protegerla de la división y demolición”. También buscamos el regreso de los refugiados a su patria y la liberación de nuestros prisioneros de las cárceles israelíes”.
Cuando habla de la “limpieza” de la Mezquita Al-Aqsa, el líder de Hamas se refiere a visitas judías al Monte del Templo. Hamas y la Autoridad Palestina han estado explotando estas visitas para incitar a su pueblo contra Israel. Afirman que los visitantes judíos están “profanando” el lugar sagrado y no se les debe permitir poner los pies allí. Estas palabras reflejan las usadas por el presidente Mahmoud Abbas, quien dijo que los palestinos no permitirán que los judíos “contaminen con sus pies inmundos” la Mezquita de Al-Aqsa (aunque ningún judío haya entrado en la mezquita misma).
Mashaal, quien en los últimos años ha estado viviendo como realeza en Qatar (el país que es el principal patrón de la Hermandad Musulmana), enfatizó que Hamas “no ha cambiado su estrategia de liberación de Palestina”. También dijo que “el trabajo militar sigue siendo la columna vertebral de la liberación”. Hamas, agregó, “continúa creyendo en la plena liberación de Palestina y que la yihad y la resistencia son el único medio para expulsar a la ocupación y liberar a Palestina y a la bendita Mezquita de Al-Aqsa”. Según Mashaal, Hamas sigue mirando hacia los países árabes e islámicos, incluido Irán, para el apoyo militar, financiero y político para lograr su objetivo de destruir a Israel.
El ala armada de Hamas, Ezaddin Al-Qassam, se jactó en esta ocasión de que 22 de sus hombres habían muerto desde principios de 2016, mientras se preparaban para la próxima guerra con Israel. La mayoría de los hombres de Hamas murieron cuando los túneles en los que trabajaban se derrumbaron. Hamas continúa construyendo nuevos túneles y renovando los que fueron destruidos durante la última guerra con Israel en 2014. Hamas dice que quiere usar estos túneles en el futuro para infiltrarse en Israel y matar o secuestrar civiles o soldados israelíes.
Irónicamente, mientras Hamas persigue sus esfuerzos 24 horas al día para prepararse para la guerra contra Israel, sus líderes no dudan en representarse a sí mismos como víctimas y advierten de los supuestos planes israelíes de lanzar una “nueva agresión” contra los palestinos. Hamas cree que Israel no tiene derecho a defenderse contra cohetes y ataques terroristas. Incluso considera la autodefensa de Israel como un “acto de terror”.
Tomemos, por ejemplo, la reciente evaluación del portavoz de Hamas Fawzi Barhoum. Descargándose contra la ayuda de EE.UU. a Israel, Barhoum dijo que el ejército estadounidense y la ayuda financiera a Israel constituyen un “apoyo oficial para el terrorismo”.
Este es, efectivamente, el mensaje de Hamas a la nueva administración estadounidense: Dejar de apoyar a Israel con armas y dinero porque eso dificulta nuestro objetivo de destruir a Israel. En otro signo que expone los preparativos en curso de Hamas para atacar a Israel, el movimiento organizó la semana pasada un simulacro con munición real en el norte de la Franja de Gaza. El simulacro promulgó, entre otras cosas, una incursión en un área civil poblada. Hamas dijo que el ejercicio fue el fruto de 380 horas de entrenamiento militar sin parar de sus “Unidades Especiales”.
La retórica y las acciones de Hamas no dejan lugar a dudas sobre sus intenciones. Veintinueve años después de su establecimiento, un desafiante Hamas sigue creyendo que Israel puede y debe ser destruido. El sueño de eliminar a Israel sigue vivo y bien entre muchos palestinos, como lo demuestran las manifestaciones de Hamas por las masivas visitas.
Hamas y la Autoridad Palestina, sin embargo, están besando primos cuando se trata de Israel. El discurso de Hamas sobre la yihad contra Israel está en línea con el discurso de Abbas antes del VII Congreso de Fatah, que se reunió hace dos semanas en Ramallah. “Lo que se ha logrado hasta ahora es una pequeña yihad, y la gran yihad todavía nos espera”, declaró Abbas.
Según los asesores de Abbas, el presidente de la Autoridad Palestina se refería a un tipo diferente de yihad – uno que se relaciona con sus esfuerzos en curso en el ámbito internacional para aislar y deslegitimar a Israel, obligándolo a hacer concesiones de gran alcance a los palestinos. La guerra diplomática de Abbas contra Israel comenzó hace varios años, con los esfuerzos de la Autoridad Palestina para unirse a las instituciones internacionales y buscar el reconocimiento unilateral en la ONU de un estado palestino. Su objetivo final es que la comunidad internacional ejerza presión sobre Israel para que se retire completamente a las líneas anteriores a 1967. Abbas quiere establecer un estado palestino con la ayuda de la comunidad internacional, y no a través de negociaciones directas con Israel. Está convencido de que su “yihad diplomática” contra Israel no es menos eficaz que la yihad del terrorismo de Hamas.
Esta charla de Abbas de “pequeña” y “gran” yihad llega en un momento en que Abbas y Hamas están en modo cortejo. Algunos informes han sugerido que Abbas envió recientemente mensajes conciliatorios a Hamas en otra propuesta para poner fin a la disputa entre las dos partes. Él y Khaled Mashaal han tenido contacto telefónico regular, ambos expresando el deseo de poner fin al conflicto entre ellos. Los informes han sugerido incluso que los dos partidos rivales pueden estar preparándose para reanudar sus conversaciones de “reconciliación” en Doha bajo los auspicios de Qatar. En octubre pasado, Abbas se reunió en Doha con Mashaal y otro líder de Hamas, Ismail Haniyeh, como parte de su acercamiento con el movimiento islamista. Se dijo que la reunión se celebraría en un ambiente cordial, y algunos analistas políticos palestinos apuntan a un calentamiento de las relaciones entre las dos partes.
Sin embargo, aunque Abbas logre alcanzar la reconciliación con Hamas, este movimiento no debe ser visto como un signo de pragmatismo por parte del movimiento islamista. Bajo ninguna circunstancia Hamas renunciará a su política de la destrucción de Israel y su reemplazo por un estado islamista. Las propias palabras del movimiento en su aniversario proporcionan la mejor prueba de esta intención. Para su crédito, los líderes de Hamas son simplemente honestos respecto a su compromiso con la destrucción de Israel. Abbas ciertamente no intentará convencer a Hamas de abandonar este objetivo fundamental. Por lo que respecta a Hamas, la reconciliación significa que Abbas se acercará más al movimiento islamista y no al revés.
De hecho, Mahmoud Abbas parece creer que Hamas y sus yihads se complementan. Así, Hamas continuará su mortífera yihad, mientras Abbas seguirá su “yihad diplomática” contra Israel. Desde su punto de vista, el terrorismo de Hamas sólo aumentará la presión sobre Israel para capitular. Aquí Abbas tiene un aliado en Hamas: multiplicar yihads para forzar a Israel a arrodillarse.
Khaled Abu Toameh, un periodista galardonado, tiene su sede en Jerusalem
Fuente: Gatestone Institute – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico
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