¿Qué significa ‘cultura occidental’? ¿Cultura sin Shakespeare, Kant y Platón?

(Fuente: The Apopka Voice)

GIULIO MEOTTI / En una columna del Wall Street Journal, Bret Stephens escribió recientemente que las sociedades occidentales carecen en su cultura de la “auto-creencia civilizacional” que otros tienen. Daniel Larison, del American Conservative, le respondió que “en los tiempos modernos, ‘Occidente’ a menudo se ha definido aun más estrictamente por excluir a las naciones que objetivamente comparten el mismo patrimonio intelectual y religioso por razones políticas contemporáneas”.

Larison tiene razón: “La cultura occidental” no es lo que los liberales tienen en mente. El establishment político de Europa sigue sufriendo una conmoción por la elección de Donald Trump y la oleada de movimientos populistas, desde Francia hasta Holanda. “Occidente”, el establishment liberal repite como un mantra, está bajo amenaza del expansionismo ruso. Pero ¿cuáles son estos “valores occidentales”, según nuestras élites?

¿Ideología de género? ¿Multiculturalidad? ¿Laicismo? ¿Fronteras abiertas ideológicas y obligatorias? ¿Pacifismo? ¿Calumnia de Israel? ¿Eugenesia? ¿Feminismo? ¿Mogigatería cultural?

Tomemos a Emmanuel Macron, el más occidental de los candidatos presidenciales franceses, icono de la élite pro-europea. Acaba de condenar el colonialismo francés y de predicar fronteras más abiertas para Europa. Malia Sorel-Sutter en una entrevista con Le Figaro explicó la diferencia entre Macron y su contendiente, Francois Fillon: “Por un lado, la cultura francesa no existe, cuando por el otro es parte de un deseo de continuar Francia desde un punto de vista cultural”, dijo el autor de Decaying France.

Piense en lo que acaba de suceder a Charles Murray, el gurú conservador, que fue casi linchado en la universidad liberal de Middlebury. La “cultura occidental” para estos liberales significa que un filósofo conservador no puede subir al podio en el estado socialista de Vermont.

La “cultura occidental” para estos liberales significa que la ministra noruega Sylvi Listhaug puede ser golpeada por usar un crucifijo.

La “cultura occidental” para estos liberales está bajo ataque si Trump retira los fondos al vergonzoso proveedor de abortos Planned Parenthood (Paternidad planificada).

La “cultura occidental” para estos liberales está bajo amenaza si la Corte Suprema de Estados Unidos se niega a escuchar el caso por los derechos de los transgéneros en los baños.

Las ideas de Steve Bannon sobre Occidente, el capitalismo y la amenaza del Islam a la civilización judeo-cristiana me parecen mucho mejores que las páginas optadas por el New York Times o la ideología de los estudiantes de la Universidad de Londres, que acaba de solicitar que se retire del programa de estudios a Platón y Kant, entre otros filósofos occidentales, porque representan el “colonialismo”.

La “Cultura occidental” para mí significa los libros de Goethe, los poemas de Leopardi, las cantatas de Bach, las abadías francesas, la Capilla de Sistin, el Archipiélago de Gulag de Solzenitsyn.

Para estos liberales pueriles, la “cultura occidental” es una caricatura que debe ser protegida por alertas y espacios seguros. No es de extrañar que Europa y Occidente no sean respetados hoy.

Fuente: Arutz Sheva – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico

Comunidad Enlace Judío

¿Nuestro periodismo es importante para ti?
¿Confías en Enlace Judío para una cobertura precisa y oportuna en este momento?
En ese caso, únete a la comunidad Enlace.
A partir de $100.00 MXN al mes, podrás:

  • Apoyar a nuestros periodistas independientes que trabajan las veinticuatro horas del día
  • Ser reconocido como parte de nuestra comunidad una bendición semanal
  • Acceso a contenido exclusivo
  • Acceso a eventos exclusivos, en caso de haberlos
  • Servicio de noticias instantáneas sobre Israel y el mundo judío a tu celular, así como a nuestras transmisiones en vivo.

ÚNETE A NUESTRA COMUNIDAD 👈

Silvia Schnessel: Silvia Schnessel es corresponsal de Enlace Judío en España. Docente y traductora, maneja el español, el hebreo, el francés, el inglés y el catalán. Es amante del periodismo, del sionismo y de Israel.