Los izquierdistas pro-islamistas de Occidente ignoran los escritos de Karl Marx, Friedrich Engels y de Vladimir Ilich Uliánov –Lenin- sobre el Islam. Para estos padres del materialismo histórico, dialéctico y padres del comunismo el Islam es el peor de todos los enemigos del progreso de la humanidad.
EDUARD YITZHAK PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO
Los izquierdistas occidentales pro islamistas, pro palestinos, judeófobos que odian la cultura judeocristiana y Occidente y que secundan y adornan las manifestaciones salafistas pro yihadistas en las capitales de Occidente creen estar siguiendo el lema de Viacheslav Mijáilovich Mólotov: “Todos los caminos conducen al comunismo”, pero sus camaradas ocasionales -los musulmanes salafistas y yihadistas- en la lucha contra el orden establecido tienen otros objetivos en mente. Estos no luchan por un mundo más libre, fraternal, igualitario y solidario, sino por un mundo más islámico en el que la Sharia –la ley islámica- sea la única que rija a nivel planetario en un Califato Mundial.
Estos colaboracionistas izquierdistas desconocen, debido a que, en general, su mayor y profunda lectura son los eslóganes de twiter, lo que los padres y fundadores del comunismo –a los que pretenden emular- pensaban sobre el Islam.
También en Occidente hay movimientos independentistas que apoyan al islamismo buscando aliados ignorando lo que decía el tártaro Hanafi Muzzafar: “El Islam es internacional y sólo reconoce la hermandad y unidad de todas las naciones bajo su bandera”.
Karl Marx
En “La Cuestión Oriental”, Karl Marx decía: “El Corán y la legislación musulmana reducen la geografía y la etnografía de los diversos pueblos de la dicotomía simple y conveniente entre creyentes y no creyentes El incrédulo es “Harby”, es decir, el enemigo… El Islam prohíbe la nación de infieles, creando un estado de permanente hostilidad entre musulmanes e infieles. En este sentido, los barcos piratas de los estados berberiscos eran la flota sagrado del Islam”. [1]
Para Marx, la única posibilidad de expandir la conciencia de clase al mundo musulmán pasaba por la propia destrucción del Islam: “Si se pudiese abolir su sometimiento al Corán por medio de la emancipación civil, se cancelaría, al mismo tiempo, su sometimiento al clero y se produciría una revolución en las relaciones sociales, políticas y religiosas…”.
Karl Marx llegó a elogiar la labor que el imperialismo europeo acometió en el mundo árabe y musulmán, en tanto que llevador de la civilización grecolatina y, por tanto, del progreso capitalista (el cual jamás negó Marx) en las tierras de la Sharia: “En tanto que el Corán trata a todos los foráneos como enemigos, nadie se atreverá a presentarse en un país islámico sin haber tomado precauciones. Los primeros mercaderes europeos […] que se arriesgaron a comerciar con semejante gente se esforzaron en asegurarse un tratamiento excepcional y unos privilegios que en un primer momento fueron personales, pero que acabaron extendiéndose a todos sus connacionales. He aquí el origen de las capitulaciones”.
Sin embargo, Marx no tenía grandes esperanzas puestas en el mundo musulmán a la hora de su emancipación socialista o comunista y pensaba que el populacho ignorante de la Roma imperial parecería una reunión de sabios y héroes frente a los musulmanes: “Ciertamente, tarde o temprano se planteará la necesidad absoluta de liberar a una de las mejores partes de este continente del gobierno de la turba (musulmana), ante la cual el populacho de la Roma imperial parecería una reunión de sabios y héroes.”
Friedrich Engels
“El gobierno en el Oriente siempre ha tenido solamente tres departamentos: Finanzas -es decir, robar a las gentes del país-, Guerra -es decir, robar a las gentes del país y de otros lugares- y Obras Públicas -preocupación por la reproducción-.” Friedrich Engels
Engels, describe el Islam como “hostil para el progreso, celoso y codicioso” en su escrito “Sobre los orígenes del cristianismo” dice [2]: “La historia del cristianismo primitivo ofrece curiosos puntos de contacto con el movimiento obrero moderno. Como éste, el cristianismo era en su origen el movimiento de los oprimidos: apareció primero como la religión de los esclavos y los libertos, de los pobres y los hombres privados de derechos, de los pueblos sometidos o dispersados por Roma.
Ambos, el cristianismo y el socialismo obrero predican una próxima liberación de la servidumbre y la miseria; el cristianismo traslada esta liberación al más allá, a una vida después de la muerte, en el cielo; el socialismo la sitúa en este mundo, en una transformación de la sociedad. Ambos son perseguidos y acosados, sus seguidores son proscritos y sometidos a leyes de excepción, unos como enemigos del género humano, los otros como enemigos del gobierno, la religión, la familia, el orden social. Y a pesar de todas las persecuciones e incluso directamente favorecidos por ellas, uno y otro se abren camino victoriosa, irresistiblemente. Tres siglos después de su aparición, el cristianismo es reconocido como la religión de Estado del Imperio romano: en menos de sesenta años, el socialismo ha conquistado una posición tal que su triunfo definitivo está absolutamente asegurado…
El paralelo entre los dos fenómenos históricos atrae nuestra atención ya desde la Edad Media, en los primeros levantamientos de los campesinos oprimidos y particularmente de los plebeyos de las ciudades. Estos levantamientos, como todos los movimientos de masas de la Edad Media, estaban obligados a llevar la máscara de la religión y aparecieron como la restauración del cristianismo primitivo para salvarlo de la difusión de la degeneración
Una peculiar antítesis de esto fueron los levantamientos religiosos del mundo musulmán, en especial en el África. El Islam es una religión adaptada a los orientales, en particular a los árabes, es decir, por una parte a los hombres de las ciudades dedicados al comercio y la industria, por la otra a los beduinos nómadas. Pero hay en él el embrión de una colisión que reaparece en forma periódica. Los habitantes de las ciudades se enriquecen, viven en el lujo y no se esmeran en la observancia de la “ley”. Los beduinos, pobres y por lo tanto de estricta moralidad, contemplan con envidia y codicia estas riquezas y placeres. Luego se unen bajo un profeta, un Mahdi, para castigar a los apostatas y restablecer la observancia del ritual y de la fe verdadera, y para apropiarse, en recompensa, de los tesoros de los renegados.
Al cabo de cien años, como es natural, se encuentran en la misma posición de los renegados de antes: surge la necesidad de una nueva purificación de la fe, aparece un nuevo Mahdi y el juego recomienza otra vez. Esto fue lo que sucedió desde las campañas de conquista de los almorávides africanos y los almohades de España hasta el último Mahdi de Jartum, que con tanto éxito contuvo a los ingleses.
Lo mismo, o algo similar, sucedió con los levantamientos en Persia y otros países musulmanes. Todos estos movimientos estaban revestidos del ropaje de la religión, pero tenían su fuente en causas económicas. Pero cuando triunfan permiten que las antiguas condiciones económicas se mantengan intactas. De manera que la situación anterior se conserva inmutable y la colisión se repite en forma periódica.
En los levantamientos populares del Occidente cristiano, el disfraz religioso es sólo una bandera y una máscara para los ataques contra un orden económico que se torna anticuado. Este es finalmente derribado, surge uno nuevo y el mundo progresa.
Es por eso que a diferencia de lo que ocurrió en Europa, las masas musulmanas del Medio Oriente permanecieron en general indiferentes ante el llamado de los comunistas, pero sintieron enorme fascinación por el nacional-socialismo alemán, que apuntalaba el liderazgo de un nuevo califato, el del egipcio Amin Al-Husseini, Gran Mutfi de Jerusalem, tío abuelo de Yasser Arafat, aliado y amigo del Führer alemán.
Acabada la Segunda Guerra Mundial se inició el proceso de descolonización del Magreb, [el Poniente del mundo árabe, incluye Marruecos, Túnez, Argelia, Mauritania, Sahara Occidental y Libia], y de la mayoría de los países árabes. Una vez expulsados los colonizadores europeos, a veces tras cruentas guerras de liberación contra la metrópoli, en algunos países se impondrá un nacionalismo feudal, como Marruecos, en otros un presidencialismo socialista, como Argelia que acabará en el socialismo nacionalista, y en otros se instaurarán regímenes nacional panarabista-socialistas [de inspiración nacional-socialista alemán] como Egipto, Siria e Irak, tras golpes de estado anti-monárquicos.
El discurso islamista presenta a los gobernantes de las diversas dictaduras árabes como instrumentos del “neocolonialismo” cristiano europeo, y promete repartir el botín de la riqueza de Europa a sus fieles –basándose en el Corán- , pero en absoluto ofrece ni libertad, ni solidaridad, ni fraternidad ni igualdad en la sociedad.
Corán 4:94: Alá ofrece abundantes ocasiones de obtener botín. …
Corán 48:15: Cuando os pongáis en marcha para apoderaros de botín,…
Corán 48:18-20: Alá ha estado satisfecho de los creyentes cuando éstos te han jurado fidelidad al pie del árbol Él sabía lo que sus corazones encerraban e hizo descender sobre ellos la sakina, prometiéndoles, como recompensa, un éxito cercano y mucho botín, del que se apoderarán. Alá es poderoso, sabio. Alá os ha prometido mucho botín, del que os apoderaréis. Os ha acelerado éste y ha retirado de vosotros las manos de la gente, a fin de que sea signo para los creyentes y de dirigiros por una vía recta.
Lenin (Vladímir Ilich Uliánov)
Lenin hace un centenar de años advertía la necesidad de combatir el panislamismo que combina el movimiento de liberación contra el imperialismo con el fortalecimiento de los imames -líderes religiosos- y de los mulás –líderes religiosos chiítas que actualmente gobiernan la República Islámica de Irán-.
“En términos de los estados y las naciones atrasadas, en el que las relaciones feudales o patrón-predominan campesinos, es necesario tener en mente … para luchar contra la necesidad de clero y otros elementos reaccionarios y medievales que tienen influencia en los países atrasados ; .. … la necesidad de combatir panislamismo y tendencias similares que quieren combinar el movimiento de liberación contra el imperialismo europeo y americano con el fortalecimiento de las posiciones de los kanes, los terratenientes, los mulás –religiosos musulmanes- , etc.” [3]
Los izquierdistas que pululan en turbas por las calles de Occidente creen que por vestirse con camisetas del Che y ponerse kufiyas -pañuelos palestinos- han entendido algo de Marx, Engels y Lenin. El discurso que defienden y el movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones contra Israel) recuerda calcadamente la política llevada en los primeros años del nazismo en Alemania contra los judíos y contra los valores de la libertad, fraternidad, igualdad, solidaridad.
Vociferar en contra de Israel muestra las sandeces de estos izquierdistas que son incapaces de elevar la más mínima voz contra la falta de libertad que impera en los países musulmanes en los que se condena a muerte o a la cárcel –en el mejor de los casos- a los que critican a Muhammad, o apostatan o se convierten a otra religión. Tampoco estos izquierdistas y los del BDS elevan el más mínimo reproche contra la falta de fraternidad y solidaridad que predica el islamismo y que podemos ver en como son de “fraternales y solidarios” los ayatolás y mulás y los jeques con sus conciudadanos y correligionarios, incapaces de socorrerles y crear condiciones sociales y económicas en las que la población pueda desarrollarse económica, social e intelectualmente, y como se enzarzan en guerras entre correligionarios musulmanes en nombre de Alá y del Islam.
Tampoco (estos izquierdistas) elevan la menor murmuración contra la enorme desigualdad de género en sociedades regidas por el Islam, en el que se discute si la mujer en general es un ser humano y en las que se esclaviza sexualmente a las mujeres no-musulmanas y el trato vejatorio a la mujer.
Estos izquierdistas de pañuelo y camiseta junto con el filo nazi movimiento del BDS –enmascarado de izquierdista- hacen el juego a un imperialismo (el panislamismo) muchísimo peor y criminal al que dicen y creen combatir (el capitalismo).
También los movimientos independentistas occidentales que reciben dinero y apoyo de países islamistas se alían con islamistas pensando que sus camaradas les apoyarán en un futuro cercano, ignoran lo que decía el tártaro Hanafi Muzzafar: “El Islam es internacional y sólo reconoce la hermandad y unidad de todas las naciones bajo su bandera”.
NOTAS
[1] Marx Engels Werke, Band 10, S. 170
[2] Die Sozialformen im Orientalischen Despotismus [Marx Engels Werke 9, 127, 132] und die asiatische
Produktionsweise mit ihren großen, aber beschränkten “Entwicklungen innerhalb eines bestimmten Kreises”, denen “freie und volle Entwicklung” des Individuums und der Gesellschaft in Europa entgegenstehen [Gr, Marx Engels Werke 22, 394f]
www.pedagogiaydialectica.org/edicion/pagina/recursos/…/la_marca.doc
El después de las actuales revueltas/revoluciones en el mundo árabe. Por Eduard yitzhak. Por Israel.
https://porisrael.org/2011/02/22/el-despues-de-las-actuales-revueltasrevoluciones-en-el-mundo-arabe/
[3] Lenin Obras Completas, Tomo 32, p.137).
El objetivo de pan-islamismo es la unidad de todos los musulmanes en un Estado Islámico, o Califato.
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