Europa respira. Emmanuel Macron será el próximo presidente de Francia tras ganar con contundencia la segunda vuelta de las elecciones por un 66,1% frente al 33,9% de Marine Le Pen con la totalidad del voto escrutado. No obstante, estos comicios, que han transcurrido sin incidentes de importancia, han estado marcados por una participación históricamente baja de en torno al 75%.
Se trata de la victoria más clara desde que en 2002 Jaques Chirac se impuso a otro Le Pen, Jean Marie, el fundador del ultraderechista Frente Nacional. El triunfo incontestable del exbanquero calma a los líderes de la Unión Europea, que confían en que su llegada al Elíseo contribuirá a una Europa “mas fuerte y justa”.
En su primer discurso tras conocer los resultados, Macron se dirigió en tono grave y solemne a sus compatriotas para garantizarles que trabajará por la “unidad de la nación” y que defenderá “a Francia y a Europa”. Solo, desde el cuartel general de su campaña, el socioliberal aseguró que la “base” de su mandato será la “regeneración de la vida pública”, al tiempo que prometió que “trabajará para restablecer los vínculos entre Europa y los ciudadanos”.
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“Defenderé Francia, sus intereses vitales y su imagen. Asumo el compromiso delante de vosotros. Defenderé Europa. Está en juego nuestra civilización, nuestra manera de ser libres” dijo.
Poco antes, Marine Le Pen se ha dirigido a sus seguidores para admitir su derrota y les ha emplazado a las próximas elecciones legislativas de junio. La ultraderechista felicitó a su rival por su victoria, al tiempo que ha considerado que el resultado de su formación ha sido “histórico”. Le Pen ha dicho que los franceses han preferido la continuidad y ha propuesto una “transformación” de su movimiento político, el Frente Nacional, “para constituir una nueva fuerza política”.
Los resultados de Macron, mejores que lo que las encuestas habían pronosticado en las dos semanas entre la primera y la segunda vuelta, oscilan entre el 65,1 % que le otorgan las estimaciones de la casa Ipsos difundidas por el canal público “France 2” y el 65,9 % que le da el instituto Elabe, según el canal de información “BFMTV”. Otras proyecciones, como la realizada por Sofres para “TF1” o la de Ifop para “CNEWS”, también sitúan al socioliberal en el umbral de conseguir el apoyo de dos de cada tres franceses.
Las proyecciones de los institutos de sondeo, efectuadas a partir de voto real, indican que el presidente electo obtiene 30 puntos más que su rival. Será, así, la segunda victoria más holgada en una segunda vuelta desde tiempos de Charles de Gaulle. La primera la obtuvo el conservador Jacques Chirac en 2002 precisamente contra el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, padre de la actual candidata, cuando se impuso con el 82% de los sufragios.
No obstante, la participación, que estaría entre el 74% y el 75%, es la más baja registrada en la segunda vuelta de unas elecciones presidenciales en Francia desde 1969, cuando obtuvo la victoria Georges Pompidou.
La realidad volvió a mostrarle a Le Pen los límites de su proyecto, pese a que consiguió más votos, 11 millones, que nunca.
Puede que el ‘Frente republicano’, el dique que forman la izquierda y la derecha contra el Frente Nacional, haya perdido vigor respecto a 2002, pero la realidad volvió a mostrarle a Le Pen los límites de su proyecto, pese a que consiguió más votos -cerca de 11 millones- que nunca.
Los votantes franceses elegían el domingo entre un centrista proeuropeo y una ultraderechista euroescéptica y antiinmigración. Las encuestas predecían que después de las ocho de la tarde, Emmanuel Macron, ex ministro de Economía del saliente François Hollande y con poca experiencia política pondría fin al desafío de la líder del Frente Nacional, cuya campaña se había visto debilitada tras el duro debate televisivo de la semana pasada.
Pese a su derrota derrotada, la política de 48 años recibe alrededor del doble de votos de los que su partido sumó la última vez que llegó a la segunda ronda presidencial en 2002, lo que demuestra la magnitud del descontento de los votantes con la política tradicional en Francia.
Francia ha elegido a su presidente más joven en lugar de a su primera líder femenina, pero Macron no lo tendrá fácil. Cerca del 60% de los que planeaban votarle dicen que lo hacen para impedir que Le Pen sea elegida para liderar la segunda mayor economía de la zona euro, en lugar de por estar completamente de acuerdo con el exbanquero convertido en político.
La batalla política en Francia continuará en las elecciones parlamentarias del próximo mes, en las que el nuevo presidente tratará de conseguir una mayoría en el Parlamento. Una encuesta de esta semana sugirió que esa mayoría estaba al alcance de Macron.
Estas elecciones marcan un nuevo capítulo en la política francesa, después de que los principales partidos de izquierda y derecha -los socialistas y los republicanos- que han gobernado Francia durante décadas, sufrieran derrotas humillantes en la primera ronda electoral.
La victoria de Macron ayuda a frenar -de momento- la marea de resultados electorales nativistas y antiglobalización como los que harán que Reino Unido salga de la UE y que hicieron a Donald Trump presidente de Estados Unidos.
Fuente: La Vanguardia
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