Enlace Judío México – El Dr. Eli Schussheim es médico cirujano, nació en Buenos Aires, donde se graduó de la escuela de medicina en 1963. En 1964 emigró a Israel y decidió ser cirujano porque quería salvar vidas. Participó como cirujano en la Guerra de los Seis Días y después en la Guerra de Yom Kipur de 1973. Pero en 1977 su vida cambió porque el Parlamento de Israel legalizó el aborto.
En entrevista exclusiva para Enlace Judío, el Dr. Schussheim, director del Comité para el Rescate de Bebés Israelíes Efrat, relata cómo a partir de ese momento, todas sus energías las ha dedicado a salvar miles de vidas de estos niños no nacidos, ya que, afirma, “desde entonces se hacen 60 mil abortos anuales. Pese a que la cirugía me gusta muchísimo, decidí dedicar mi vida a salvar vidas para ocuparme de esa plaga que se cobra decenas de miles de vidas cada año”.
“Lo primero que hice fue preguntarme ¿cuál es el motivo por el cual decenas de miles de mujeres deciden abortar? Encontré que el principal problema es la situación económica. Tienen miedo de no poder atender y darle lo básico al niño. Ellas, en sus primeros meses de embarazo ni siquiera sienten que tienen un ser vivo y piensan que no es el momento propicio para traer a un niño al mundo”.
“En Efrat comenzamos a tratar ese tema y notamos que lo principal es el problema económico. Yo trato de ayudar a las mujeres. Somos la única organización en el mundo que les damos elección. Nosotros no somos “pro-vida”. Ellos hacen manifestaciones, debates pero ellos no salvan ninguna vida. Yo les doy la elección, creo en la inteligencia de la mujer y le explico, que si está en un estado de embarazo y trae a un niño al mundo, no se arrepentirá”.
“Hasta ahora hemos tratado casi 70 mil casos de mujeres que estaban seguras de abortar y no lo hicieron, y ninguna de ellas se arrepintió por el hecho de no abortar. Yo no conozco ningún caso de una mujer que haya abortado y no se haya arrepentido. Todas se arrepienten y les queda una secuela mental por lo que hicieron, y no existe ningún medicamento para tratar eso, que perdura años”.
“Nosotros no damos dinero para solucionar su problema económico, pero proveemos lo materialmente indispensable para los primeros años del niño: una cuna, su ropa, juguetes, etc.”
“Hace 10 años, en el Capitolio de los Estados Unidos nos hicieron un homenaje por los 30 años de Efrat. Los congresistas norteamericanos elogiaron nuestra actividad. Nos comentaron que somos la organización más grande del mundo que salva vidas. En este año que cumplimos 40 años nos hacen un homenaje también en el Capitolio”.
“Hoy prácticamente tenemos la regla de cómo se pueden evitar abortos en todo el mundo de una manera fácil y económica. No existe prácticamente una mujer que realice un aborto y se quede sin una cicatriz mental. Todas quedan con un trauma terrible. Eso es algo que no se le explica a la mujer y nosotros teníamos que inculcar aquello”.
“En Israel, debido a que el aborto es legal, la mujer tiene que recibir un certificado que no lleva ni dos minutos para tramitarse. La comisión recibe una misiva de la asistencia social de que la mujer tiene un problema económico, se firma y listo, se le da sentencia de muerte a ese niño. Nadie le explica las consecuencias. La mujer piensa que es una cosa muy simple y que podrá olvidar”.
“Yo como cirujano le puedo decir que no existe ninguna cirugía que no deje cicatriz, no solo física, sino sobre todo mental. El aborto no deja una cicatriz corporal, deja una cicatriz psicológica que nunca termina. Yo he visto mujeres incluso de edad mayor que siguen sufriendo por el hecho de haber abortado en su juventud”.
“Realizamos alguna vez en Israel una campaña en donde estaban establecidos los comités a favor del aborto donde poníamos carteles con la imagen de una mujer y un texto que decía “el aborto no es juego de niños”. Por supuesto que esos carteles también evitaron abortos. Yo lo que quiero es educar, especialmente a las jóvenes, no solamente cuando están embarazadas, sino cuando tienen 12, 13 o 14 años. Este año tenemos 90 autobuses con estos carteles. Esto educa y evita embarazos no deseados”.
“La cuestión del aborto tiene un precio muy serio desde el punto de vista médico. Yo como médico me preocupo por la salud de la mujer, no de la del embrión. Yo no decido, ellas deciden. Esto es un proyecto mundial, porque en muchos países no conocen la posibilidad de evitar los abortos. Es un sistema fácil, económico, efectivo y educativo. Queremos que las jóvenes, mucho antes de que estén embarazadas, sepan que el aborto no es un juego de niños y que es difícil vivir con ese recuerdo”.
“El aborto es la causa principal de pérdida de vidas en el mundo. Hay cientos de millones de abortos en el mundo.El aborto cobra más vidas que las guerras, los accidentes de tráfico y los desastres naturales. Y yo creo que esta es la solución que antes no existía. No hace falta modificar leyes, no hacen falta manifestaciones o discusiones. Hay que preocuparse por la salud de la mujer. Yo como médico estoy preocupado por eso. Si la mujer decide arriesgar su vida, yo no le impongo nada. Yo solamente como médico estoy obligado a hacerle conocer su problema”.
Enlace Judío México: “¿Cómo hace que estas mujeres vengan a usted?”
Dr. Eli Schussheim: “Al comienzo era difícil, por supuesto. Colocábamos avisos en los diarios en los que decía “¿Embarazo no deseado? Comunícate con Efrat“. Pensaban que éramos una organización que hacíamos abortos y les comunicábamos que era gratis. Hoy ya nos anunciamos en el internet y repartimos millones de panfletos. No es necesario que vengan directamente con nosotros. Nosotros les proveemos directamente lo que les prometimos hasta sus hogares en cualquier parte del país. Tenemos también tres voluntarias que han sido ayudadas por Efrat y que ahora quieren ayudar a otras mujeres”.
“Nos comunicamos al hogar de la mujer y luego con la voluntaria y esta última asiste al hogar de la mujer con su niño. Ella se lo muestra y le explica cómo fue que le salvó la vida gracias a lo proporcionado por Efrat y le explica nuestro método de auxilio que le podemos proporcionar. En todo lugar en Israel tenemos voluntarias”.
EJM: “¿Y qué le diría a las mujeres que dicen que el embarazo es de su cuerpo y que solamente ellas tienen derecho a decidir?”
Dr. ES: “Yo no discuto con ellas. Haz lo que quieras con tu cuerpo. Yo como médico sólo estoy obligado a decirte las dos posibilidades: eliges realizarlo o no. Yo soy pro elección. Que el médico que les guía con realizar el aborto les prometa, como yo, que no se arrepentirán. Un médico así todavía no existe”.
EJM: “¿Por qué se llama Efrat?”
Dr. ES: “Es el nombre de la primer niña que evitó un aborto. Me refiero a Miriam, la hermana de Moisés. Está relacionado a la frase bíblica de Pru u Rvú (multiplíquense y fructifiquen). Así podemos decir que Efrat comenzó en Egipto hace 3 300 años, en contra de los decretos que dio el Faraón”.
EJM: “¿Cómo empezó usted con esta labor?”
Dr. ES: “En primer lugar está lo que el Parlamento israelí hizo en 1977. Eso me estremeció porque yo soy también hijo de sobrevivientes del Holocausto. Y en segundo lugar, recuerdo que cuando yo era un cirujano principiante, traté a un carnicero que se cortó un dedo y yo lo curé por semanas hasta que estuvo bien y me sentí muy contento. Al poder salvar un dedo es como salvar vidas. Otro caso también me vino al poco tiempo del hijo de 8 años de una mujer que tras un accidente tuvo muchísimas heridas. La mujer me reveló que ese niño había sido salvado gracias a mí. Ella durante su embarazo había ido a consultarme a mi hogar, pues yo en esa época para obtener un poco más de recursos daba consultas en mi casa. Le di consejos después de que me comentó que temía sacarse radiografías en su embarazo pues le habían comentado que su producto venía mal, me hizo caso y con ello se salvó una vida”.
“Yo en lo que respecta al tema de salvar vidas, quiero ocuparme de forma voluntaria, pues lo considero una epidemia. Yo trabajo de las 7:30 a las 9:30 de la noche. Durante todo el día me ocupo de los asuntos de Efrat. Más o menos se salvan unas 4 mil vidas por año. A pesar de eso se pierden más de 100 vidas por día. Vidas que podríamos salvar, pero lamentablemente no recibimos ayuda de nadie y por eso solamente podemos recurrir a gente que entiende la importancia de salvar vidas y nos otorga recursos financieros para que podamos seguir trabajando”.
“Cuando la mujer está al inicio del embarazo yo no le tengo que dar nada, pero sí le tengo que prometer que dentro de 7 u 8 meses cuando tenga al niño le tendré que mandar todo lo que le prometimos. Pero yo no puedo saber si voy a tener posibilidades financieras para poder cumplir lo que yo le prometí. Ese es el mayor problema”.
“La mayoría de la gente judía no sabe que existe este problema tan serio. No sabe de la pérdida de decenas de miles de vidas de una manera tan tonta. Y por el otro lado no sabe que existe una solución efectiva. Nos preocupamos por el bien de la mujer, nunca vemos por el embrión. Ese es el resultado de habernos ocupado de la mujer”.
EJM: ¿Cuánto tiempo tiene usted para convencer a la mujer?
Dr. ES: “Un minuto y medio. En ese minuto y medio le explico las dos posibilidades: usted puede continuarlo y traer el niño al mundo o usted lo puede suspender. Yo le aseguro que si continua su embarazo no se va a arrepentir. Si hay un problema económico, le vamos ayudar. Le puedo mandar para que la orienten otras mujeres a las que les hemos ayudado. Y siempre el 100% de las mujeres aceptan la posibilidad de continuar con el embarazo. Usted sabe que ningún médico en el mundo puede asegurar si su medicamento u operación tendrá éxito en el paciente. Pero yo sí puedo asegurarle a la mujer que, si no aborta, jamás se arrepentirá”.
EJM: ¿Cuántos bebés han salvado?
Dr. ES: “Están pasando de los 70 mil casos. Y solamente hablamos de los casos que recibieron ayuda. Pero hay decenas de miles de miles de casos que se salvaron solamente por el hecho de haber visto o escuchado nuestra publicidad”.
EJM: Usted es hijo de sobrevivientes, ¿cuál es la importancia para usted de que nazcan niños en un pueblo que perdió la mitad de su gente?
Dr. ES: A mí me duele que se hayan perdido millones de vidas de niños en el Holocausto y que de una manera tan tonta, haya mujeres que hagan abortos y que se dañen física y psicológicamente. Por eso yo me ocupo día y noche para evitar estas cosas. Por eso saber que se salvan vidas y vidas de niños me pone muy contento por un lado. Saber que D-os me dio el mérito de poder salvar vidas. Pero por otro lado no puedo con el hecho de que no recibimos recursos y no podemos salvar más vidas. Por eso busco a gente inteligente que invierta y con ello podamos seguir con nuestro trabajo. El aborto no es ninguna cuestión de discusión. Lo que me preocupa es la salud de la mujer.
EJM: ¿Usted ha visto a los niños que ha salvado? ¿Tiene reuniones con ellos?
Dr. ES: Más de una vez vienen las mujeres con los niños. Hace tiempo queríamos una reunión con los niños pero no sabíamos cómo. Ideamos alquilar un zoológico en Rishon LeTzion y mandamos invitaciones gratis, 1500 en total, no sabíamos cuantos niños vendrían. Fue muy emocionante.
EJM: ¿No le han pedido ampliar su proyecto a otros países?
Dr. ES: Lo quisiéramos, pero hay que hacer propaganda para que lo conozcan. Primero tenemos que hacer posible que nos conozcan. No solamente quiero salvar niños en Israel, quiero salvar niños en todo el mundo.
EJM: Si alguien requiere de su ayuda ¿a dónde se tiene que dirigir?
Dr. ES: De la manera más económica, ¡tiene que entrar en nuestro sitio de internet!
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