¿Cómo aprender a distinguir entre la maldición y la bendición?

Rab. Yaakob Menken. Verdadera Visión.

Enlace Judío México – La perashá de esta semana empieza diciendo: “Mira, pongo hoy frente a ti bendición y maldición” (Deut. 11:26) Esto está escrito en una forma muy particular; la palabra “ree” (ver) está escrita en singular mientras que lifnejem (frente a ustedes) está escrita en plural. El Baal Haturim da una explicación a este enunciado. “Mira” se dirige a cada individuo. Cada uno de nosotros tiene una bendición y una maldición frente a sí, la habilidad de escoger entre lo que es correcto y lo que es malo.

Esto no implica que la decisión correcta sea evidente. El mismo fragmento, también discute la posible existencia de un profeta falso, que viene a guiarnos hacia la idolatría. Incluso, siendo capaz de demostrarnos que su falso dios tiene poder real.

“Cuando surgiese en medio de ti un profeta, o un soñador de sueños, y te diere señal o prodigio, aunque viniere la señal o prodigio de que él te habló, diciendo: Vayamos tras otros dioses, que no conociste y los serviremos: no escuches las palabras de ese profeta o de aquel soñador de sueños, pues es que Hashem, vuestro D-os os prueba para saber si amas a Hashem, vuestro D-os, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.” (Deut: 13: 2-4)

A lo largo de nuestra vida enfrentamos numerosas situaciones donde podemos hacer el bien, sin embargo, el bien no es evidente a corto plazo. Los sociólogos hablan de algo que se llama “el efecto de arrastre” en el cual incluso las ideas más tontas y más nocivas son difundidas exponencialmente entre más gente las adopta.

Un profesor de la universidad de Brown escribió un artículo recientemente, en donde advertía a los recién ingresados que “se preparen para un anti-semitismo insano”. El movimiento de boicot a Israel deriva directamente del boicot nazi, (vía el boicot árabe que surgió en 1948), genera difamaciones antisemitas y acciones violentas contra estudiantes. Aún así es visto como un movimiento “moral y heroico” por gente que no se ha tomado la molestia de investigar la verdad.

¿Qué tan seguido nos engañamos, en nuestras propias vidas, por cosas que parecen morales o correctas a los ojos de los demás? ¿Vamos con lo que la corriente dice o estamos midiendo y evaluando la situación frente a nuestros ojos?

Éste es el reto que nos presenta el pasaje, y se encuentra frente a cada uno de nosotros.

Fuente: Project Genesis