Enlace Judío México.- Las tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte, que aumentaron considerablemente después de los dos lanzamientos del ICBM (Misil Balístico Intercontinental, por sus siglas en inglés) de Corea del Norte el 4 y el 28 de julio, están ahora cerca del punto de ebullición. La sexta prueba nuclear de Corea del Norte, realizada el 3 de septiembre, parece indicar que ha alcanzado una capacidad avanzada para desarrollar armas nucleares. A pesar de las provocaciones de Kim y la preocupación de que la potencia militar de Pyongyang llegue a un punto sin retorno, no se puede predecir con seguridad que el Presidente Trump arriesgará una ofensiva terrestre. Tampoco parece, sin embargo, que la guerra de palabras tenga algún efecto sobre Kim. Trump podría tener que ordenar una operación para destruir los objetivos estratégicos de Corea del Norte desde el aire.
TTE. CNEL. (res.) DR. RAPHAEL OFEK*
Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, la explosión causó un terremoto a un nivel sísmico de 6,3 en el área de Punggye-ri, sitio de pruebas nucleares de Corea del Norte. Otro terremoto con una magnitud de 4.6 fue detectado en China, aparentemente como resultado de un colapso subterráneo de rocas causado por la prueba. El rango de la detonación de esta última prueba se estima en 100 kilotones o más. Según el servicio de noticias KCNA de Corea del Norte, “La prueba de la bomba de hidrógeno fue un éxito perfecto” y “marcó una ocasión muy importante para alcanzar el objetivo final de completar la fuerza nuclear del estado”.
Eso no era todo. Varias horas antes de la prueba nuclear, la agencia coreana de noticias KCNA anunció que Corea del Norte había logrado desarrollar una bomba termonuclear con “gran poder destructivo” que se puede cargar en un misil balístico intercontinental (ICBM). KCNA dijo que la potencia explosiva de la bomba era ajustable desde decenas a cientos de kilotones, y que puede ser detonada a altas altitudes para un ataque de pulso electromagnético superpoderoso (EMP).
El líder norcoreano Kim Jong-un, que visitó el instituto de armas nucleares de su país acompañado de científicos nucleares, fue fotografiado mientras “veía una bomba H cargarse en un nuevo ICBM”. Las fotos publicadas por KCNA lo mostraron inspeccionando una bomba del tamaño de un cacahuete cubierta de plata; en la pared adyacente colgaba un diagrama del concepto que mostraba una sección transversal de la ojiva de un misil balístico con la bomba en forma de cacahuete instalada dentro. Kim fue citado diciendo que la bomba de hidrógeno era completamente “casera”, agregando que Corea del Norte puede producir armas nucleares poderosas – “tantas como quiera”.
Aunque varios sismólogos dijeron que el rendimiento de la detonación en la última prueba estaba por encima de 100 kilotones, se mantiene la precaución. Corea del Norte está utilizando sus medios para agrandar su capacidad nuclear. El mensaje se dirige tanto al mundo, con el objetivo de disuadir a los Estados Unidos; y a la audiencia nacional, como tablón del culto a la personalidad de Kim Jong-un.
La cuarta prueba nuclear de Corea del Norte, llevada a cabo el 6 de enero de 2016, también se dijo que era termonuclear. Los científicos occidentales eran escépticos, sin embargo, debido al rendimiento relativamente bajo de la detonación, que era más o menos el de una bomba nuclear regular.
El 9 de marzo de 2016, los medios de comunicación de Corea del Norte publicaron una serie de fotos que mostraban a Kim Jong-un observando un dispositivo esférico de plata que ellos afirmaban era un dispositivo de implosión nuclear miniaturizado. Las proporciones relativas de la esfera y de las personas que están a su lado dan la impresión de que su diámetro es de unos 60 cm, lo que puede coincidir con las dimensiones de las bombas nucleares estadounidenses de los años cincuenta y sesenta. Algunos expertos occidentales afirman que el dispositivo esférico era sólo una maqueta. Después de su quinta prueba el 9 de septiembre de 2016, Pyongyang afirmó que ya había activado un dispositivo miniaturizado de implosión nuclear.
David Albright, presidente del Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional (ISIS) con sede en Washington, ha sugerido que el dispositivo en forma de cacahuete mostrado en las fotos publicadas por KCNA el 3 de septiembre también podría haber sido una maqueta. También duda de la afirmación de Pyongyang de que el dispositivo explosivo nuclear probado ese día fuera de hecho un dispositivo miniaturizado que se puede montar en una ojiva de ICBM.
El rendimiento de detonación en las pruebas de los dispositivos de implosión termonuclear llega aproximadamente a una megatón, varias veces mayor que el rendimiento reportado de la prueba más reciente de aproximadamente 100 kilotones o más. Por lo tanto, la prueba no pudo haber sido termonuclear.
Siegfried Hecker, uno de los ex directores del programa nuclear estadounidense, se ha especializado durante dos décadas en la capacidad nuclear de Corea del Norte y ha visitado varias veces el país. Dijo que la capacidad de Corea del Norte para producir tritio, el isótopo de hidrógeno utilizado en una explosión termonuclear, indica que Pyongyang está tratando de desarrollar una bomba de hidrógeno, pero añadió que necesitaría un tiempo considerable para lograrlo.
Un informe actualizado de ISIS dice que una instalación para producir litio-6, un material explosivo usado en armas termonucleares o para la producción de tritio, aparentemente se construyó cerca de la ciudad de Hungnam en la costa oriental de Corea del Norte. Esta evaluación se basa en los esfuerzos realizados por Pyongyang en 2012 para adquirir equipos y materiales, esfuerzos que fueron expuestos a través de comunicaciones interceptadas con proveedores extranjeros. (El litio-6 es un isótopo estable que existe en la naturaleza con un contenido de 7,5% de litio metálico y su separación del litio-7, el isótopo de litio más abundante, se realiza mediante un proceso de enriquecimiento químico).
El resultado obtenido en la última prueba fue mucho mayor que el de un ensayo nuclear en la magnitud de Hiroshima y Nagasaki. Por lo tanto, parece que el ensayo se llevó a cabo con un dispositivo de implosión nuclear potenciado con material termonuclear. Según expertos estadounidenses, el proceso de refuerzo permite reducir la cantidad de explosivo químico que envuelve el núcleo de material fisionable en un dispositivo de implosión nuclear. Como es ese explosivo químico lo que comprime el núcleo para crear una reacción en cadena, este proceso permite la miniaturización de un dispositivo nuclear de implosión.
Las tensiones entre Pyongyang y Washington han aumentado considerablemente en los últimos dos meses y ahora están cerca del punto de ebullición. Las pruebas de Pyongyang de los ICBM de Hwasong-14 el 4 y el 28 de julio sorprendieron al mundo. Por iniciativa de Estados Unidos, el Consejo de Seguridad de la ONU votó por unanimidad el 5 de agosto imponer sanciones a Corea del Norte. A partir de ese momento, se ha producido algo parecido a un juego de ping-pong.
Pyongyang rechazó la resolución del Consejo de Seguridad, alegando que era ilegal. El canciller norcoreano, Ri Yong-ho, añadió que el tema de las armas nucleares y los misiles balísticos de Corea del Norte no está sujeto a negociaciones bajo ninguna circunstancia. También señaló que el continente entero de los EEUU está dentro del alcance de los misiles de su país.
Parece que la última gota para Trump fue un artículo publicado el 8 de agosto por The Washington Post afirmando que, de acuerdo con un informe clasificado de inteligencia estadounidense, Corea del Norte ahora tiene la capacidad de desarrollar una bomba nuclear miniaturizada que puede ser instalada en una ojiva de misiles balísticos. Si lo hiciera, Corea del Norte cruzaría el umbral para convertirse en una potencia nuclear.
La reacción inmediata de Trump, emitida el mismo día, fue la de prometer a Corea del Norte “fuego y furia” si sus amenazas nucleares contra Estados Unidos no se detienen. Pero la guerra de palabras continuó. Pyongyang respondió que estaba considerando seriamente un plan para lanzar simultáneamente cuatro misiles balísticos Hwasong-12 de alcance intermedio sobre las bases estadounidenses en Guam, en el Océano Pacífico, a 3.400 kilómetros de Corea del Norte. Trump respondió que aparentemente su amenaza de “fuego y furia” no era “lo suficientemente dura”.
Aunque la retórica se calmó brevemente y la amenaza de Kim Jong-un para atacar a Guam fue levantada, la situación rápidamente se intensificó una vez más. Utilizando el ejercicio militar conjunto entre EE.UU. y Corea del Sur que comenzó el 21 de agosto como excusa, Corea del Norte provocó a Estados Unidos el 26 de agosto disparando tres misiles de corto alcance al mar. Tres días más tarde, lanzó un Hwasong-12 que pasó directamente sobre Japón y se estrelló sobre el mar en medio del ejercicio militar conjunto.
Como muestra de fuerza y respuesta a las provocaciones de Corea del Norte, Estados Unidos y Corea del Sur completaron el ejercicio con una demostración aérea de dos bombarderos supersónicos B-1B y cuatro aviones F-35 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, sumados a los aviones de combate furtivos F-15 de Corea del Sur, que practicaron la destrucción de objetivos enemigos sobre territorio surcoreano.
Las preguntas ahora son si realmente ha llegado la cero hora y qué intención Trump tiene de hacer al respecto. Aunque los Estados Unidos iniciaron la imposición por el Consejo de Seguridad de sanciones económicas a Corea del Norte a principios de agosto, no parece que Kim Jong-un esté muy impresionado, y en cualquier caso tomará un tiempo considerable para que las sanciones sean efectivas.
No parece probable que Trump arriesgue una ofensiva de “botas sobre el terreno” contra Pyongyang después de las sangrientas campañas de EE.UU. en Afganistán e Irak, pero la guerra de palabras por sí sola no parece dejar huella en Kim. Si continúa provocando, Trump podría tener que ordenar una operación para destruir los objetivos estratégicos de Corea del Norte desde el aire para evitar que la energía nuclear de Pyongyang llegue a un punto sin retorno.
*Teniente Coronel (ret.) El Dr. Refael Ofek es un experto en el campo de la física nuclear y la tecnología, que sirvió como un analista senior en la comunidad de inteligencia israelí.
Fuente: Besa – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico
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