Enlace Judío México.- Israel destruyó con éxito una instalación nuclear siria, por lo que no es descabellado creer que actuaría de nuevo si su inteligencia detectara desarrollo nuclear iraní en Siria.
ERIC R. MANDEL
Durante los próximos 10 días Israel simulará condiciones de guerra con Hezbolá, en su mayor ejercicio militar en más de 20 años. Aunque el ejercicio se basa en un campo de batalla libanés, la frontera con Siria es igualmente problemática, con Hezbolá e Irán incrustados en las posiciones del régimen sirio.
Después de escuchar y hablar con algunos de los analistas más confiables de Israel sobre seguridad e inteligencia, visitando las fronteras libanesa y siria y hablando con oficiales activos y de reserva en el campo, estoy seguro de que Israel es terriblemente serio respecto a desafiar una presencia permanente iraní en Siria, la agresión de Hezbolá y las bases de misiles iraníes en áreas protegidas de Rusia.
El acuerdo tácito de Israel con Rusia para evitar malentendidos sobre las acciones militares israelíes en Siria dirigidas a los envíos de armas con destino a Hezbolá está ahora en peligro, en parte porque la situación siria ha evolucionado a favor de Assad y Rusia. La consideración por los desafíos de seguridad de Israel ya no tiene mucho peso para los rusos.
Lo que es más significativo, la administración Trump ha acordado dejar que Rusia haga cumplir un acuerdo de desescalada sirio, que legitima una presencia permanente iraní en Siria.
Según el periódico árabe Asharq Al-Awsat, con sede en Londres, Estados Unidos aceptó una presencia iraní a menos de 10 kilómetros de la frontera israelí en el Golán. Esto es un cambio de juego. Esto permitirá a Irán y Hezbolá atacar a Israel desde Siria, evitando las represalias israelíes en el Líbano.
Yossi Kuperwasser, ex jefe de investigación de la división de Inteligencia Militar de las Fuerzas de Defensa de Israel y director general del Ministerio de Asuntos Estratégicos, escribió: “Irán casi sin duda quiere convertir a Siria en una base militar iraní … para que en lugar de amenazar Israel a 1.300 kilómetros de distancia, las fuerzas iraníes puedan sentarse en la puerta de Israel. Esto traería consigo un cambio dramático en la naturaleza de la amenaza que enfrenta Israel”.
También cree que Irán también podría considerar la posibilidad de trasladar el desarrollo nuclear a la frontera siria sin control para evitar la detección de violaciones por parte de la AIEA en Irán.
Hace diez años, Israel destruyó con éxito una instalación nuclear siria, por lo que no es imposible imaginar que Israel actuaría de nuevo si su inteligencia detectara el desarrollo nuclear iraní en Siria.
Se puede haber alcanzado un punto de inflexión israelí, obligando a Israel a renunciar a una presencia permanente iraní en Siria o aumentar significativamente sus operaciones en Siria, potencialmente escalando en una guerra regional más amplia.
Según Yediot Aharonot, “Rusia ha instalado su avanzado sistema de defensa antimisiles S-400 cerca de una fábrica iraní de armas en Siria, que supuestamente fabrica misiles guiados de largo alcance para Hezbolá”.
Cuando el primer ministro Benjamin Netanyahu se quejó al presidente ruso Vladimir Putin, Pravda informó que la respuesta de Putin a las quejas de Netanyahu era “Irán es el aliado estratégico de Rusia en el Medio Oriente”.
¿Utilizará Rusia su sistema antiaéreo S-400 contra un ataque de la Fuerza Aérea de Israel contra sus aliados chiítas? Un ataque israelí exitoso requeriría que Israel eliminara cualquier sistema S-400 que defendiera el objetivo.
¿Cómo responderían los rusos a las muertes de soldados rusos que manejan el S-400? ¿Puede alguien predecir cómo Trump y compañía responderían a un ataque israelí que matara a soldados rusos? Un conflicto regional ahora se convierte en una posibilidad.
Yaakov Amidror, ex jefe del Consejo de Seguridad Nacional, dijo: “Al final del día es nuestra responsabilidad, no la responsabilidad de los estadounidenses, ni los rusos, protegernos a nosotros mismos y tomaremos todas las medidas necesarias para ello”.
No hay duda de que los iraníes pondrán a prueba a Israel muy pronto, sintiéndose seguros de que nadie, ni siquiera los Estados Unidos, acudirá en su ayuda. La decisión estadounidense de mantenerse al lado de un aliado esencial será severamente puesta a prueba, ya que muchos aliados de Estados Unidos no elegirán el lado de Israel si Israel actúa.
Occidente cree erróneamente que la inminente derrota del Estado Islámico (ISIS) estabilizará Siria y la región circundante, pero nada podría estar más lejos de la verdad. ISIS con sus ramificaciones volverá a la insurgencia, mientras que los victoriosos iraníes islamistas solidificarán su corredor terrestre hacia el Mediterráneo.
La región podría encenderse con un solo partido. Esa luz podría ser un ataque israelí significativo en Siria en respuesta al aumento de las transferencias militares facilitadas por una presencia permanente iraní, iniciando el motor hacia una conflagración regional más amplia.
Esta es la razón por la que Israel debe preparar a su aliado estadounidense más pronto que tarde para saber que Israel puede no ser capaz de permanecer de brazos cruzados mientras Irán utiliza su nueva base para transferir armas cada vez más poderosas a Hezbolá.
Se deben hacer y debatir preguntas serias en Jerusalem y Washington.
• ¿Cómo se verán afectados Jordania y los estados suníes más moderados por la presencia permanente iraní en Siria? • ¿Cómo afectarán las acciones israelíes a las relaciones entre Estados Unidos e Israel? • ¿Hasta qué punto Rusia participará activamente más allá de la coordinación con Siria e Irán? • ¿Una tercera recertificación del JCPOA (Acuerdo nuclear de Irán con las potencias mundiales) en octubre aumentaría el aventurerismo iraní en Líbano y Siria? La expansión hegemónica iraní no es un fenómeno nuevo, sino largo y bien planeado, ya que trata de reproducir los días de gloria de los antiguos imperios persas. Las ganancias territoriales de hoy en Siria deben ser consideradas la fase dos, con la fase uno comenzando hace 30 años cuando Irán patrocinó a Hezbolá.
La fase dos comenzó durante el 2011 “Invierno Árabe” con la retirada del presidente estadounidense Barack Obama de la región creando la oportunidad para que Irán se traslade tanto a Siria como a Irak.
En los últimos años, Hezbolá ha pasado de ser una entidad terrorista formidable a controlar de manera efectiva a todo el gobierno libanés con proxies terroristas en todo Oriente Medio y América del Sur, bajo control iraní.
Lo que sí sabemos es que Irán y la presencia permanente de Hezbolá en Siria es peligrosa para Israel, Estados Unidos y Occidente.
No es demasiado tarde para que el liderazgo diplomático estadounidense equilibre los intereses y baje la temperatura, pero eso significaría que Estados Unidos desafíe a la autoridad rusa a hacer las reglas en Siria y renegociar el acuerdo en Ammán.
Si la administración no actúa, el Congreso debe tomar la iniciativa, hablando claramente al pueblo estadounidense acerca de cómo el nuevo dominio de Irán en la región socava los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos.
Esperar que la UE sea completamente inútil, ya que está cegada por los beneficios económicos del JCPOA. Hará todo lo posible por estar del lado de Irán.
Lo que nos trae de vuelta a Israel. Ya ha enviado equipos de alto nivel de seguridad e inteligencia para hablar con la administración Trump advirtiéndole sobre el peligro en evolución en Siria.
Un compromiso estadounidense de respaldar a Israel si Irán no disminuye su presencia en Siria disminuiría realmente la posibilidad de conflicto, ya que conocer las líneas rojas podría hacer que Irán piense dos veces antes de desafiar a Israel o expandirse aún más hacia el Golán.
El equipo de Medio Oriente para la paz israelí-palestino de Trump también debe reorientar sus esfuerzos lejos de la improbable búsqueda de resolución de conflictos y conseguir su cabeza en el juego real en Oriente Medio, control iraní de Siria, que podría incendiar la región.
El autor es director de MEPIN ™, la Red de Política e Información de Medio Oriente ™. El Dr. Mandel informa regularmente a los miembros del Congreso y a los grupos de expertos sobre Medio Oriente. Es colaborador regular del Jerusalem Post.
Fuente: The Jerusalem Post – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico
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