Medved es una fuente mundialmente reconocida para hablar sobre innovación, tecnología y dinero. Tras crear en cuatro años una comunidad de más de 20.000 inversores de 112 países y 450 millones de dólares de inversión, abre una oficina en Madrid para explotar las oportunidades en un mercado que define como «corazón de Europa y la puerta de entrada a Sudamérica».
«Estamos muy emocionados de llegar a España y poder servir a inversores y start ups», comenta este inversor y emprendedor israelí de origen estadounidense a EL MUNDO. Líder de «equity crowdfunding», puede reinvertir en sucesivas rondas de las pequeñas empresas con éxito.
Con su cuartel general en Israel y presente en EEUU, Canadá, Australia y Singapur, OurCrowd tiene oficinas en nueve ciudades en cuatro continentes. Su fundador y cerebro explica: «Nosotros ofrecemos a los inversores una ventana para que puedan invertir en las primeras etapas de la innovación mientras a las empresas les damos la posibilidad de llegar a inversiones de todo el mundo. Hacemos más accesible la conexión global entre inversores y start up».
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Y pone un ejemplo: «Tenemos una empresa fantástica en Toronto que logramos conectarla con un socio nuestro, el Banco Nacional de Australia, que puso 25 millones de dólares. Sin nuestra plataforma, esta conexión no hubiera sido posible».
«Rompemos el monopolio de los grandes inversores en innovación. Damos la posibilidad a todos los que lean esta entrevista ya sea en Madrid, Barcelona, Montevideo o Cartagena», apunta destacando inversiones para soluciones globales en campos como medicina, salud e inteligencia artificial.
Su oficina en Madrid estará presidida por un hombre de su confianza, el presidente del Grupo EXCEM, David Hatchwell. Este empresario español aporta también su experiencia en las relaciones comerciales entre España e Israel. Porque la entrevista que Medved concede en exclusiva a este diario en Jerusalén sirve como llave para penetrar en el llamado Startup Nation. En el libro con este nombre en el que Dan Senor y Saul Singer revelaron la receta económica, tecnológica, innovadora y cultural del modelo israelí, Medved es citado con frecuencia.
Armado con una sonrisa, una camisa de color y la pantalla de su web, Medved nos recibe en su despacho en una sofisticada incubadora tecnológica en la vieja Jerusalén. ¿Cuál es el secreto del Startup Nation israelí? ¿Es posible aplicarlo en España? Medved responde retrocediendo a los orígenes: «Hemos aprendido a vivir con crisis constantes. La crisis ayuda a los verdaderos emprendedores y diferencian a niños de hombres. Es parte de la cultura. Cuando las cosas son muy tranquilas, los israelíes nos aburrimos. Debemos estar siempre en movimiento y creando».
Y prosigue: «El secreto del éxito de Israel radica en la ausencia de recursos. Por ejemplo, somos muy buenos en temas del agua porque no teníamos. Al no poseer recursos naturales, tuvimos que desarrollar recursos humanos. Es la necesidad. No tuvimos más remedio que defendernos y progresar por lo que desarrollamos tecnologías. Por este motivo también, nuestras empresas son muy importantes en campos como medicina, agricultura, ciberseguridad, fintech, drones, etc.»
.El año pasado, Israel invirtió el 4,3% de su PIB en el I+D civil (En España es 1,22%). Todos coinciden en señalar que la innovación es un catalizador imprescindible en todo el mundo. «Todos lo entienden así. Las industrias consolidadas llegaron a la conclusión que sin innovación están muertas. No es algo necesario sino existencial. Por ejemplo, una de las empresas más grandes en España, el Banco Santander, lo ha entendido y sabe que no hay más remedio que llevar adelante este cambio».
En la innovación, el cambio es una bendición ya que señala «es un mundo que se caracteriza por cambios drásticos, interrupciones y la capacidad de cuestionar siempre a la autoridad».
Otra palabra clave en el diccionario es «fracaso». «Es parte del juego y por eso preferimos tomar riesgos. Ganaremos si nos atrevemos y no tenemos miedo a fracasar», afirma sobre un modelo que no castiga el fracaso sino que incluso lo acepta como instrumento de trabajo.
Antes de la despedida, Medved lanza un mensaje a los españoles: «El mundo pertenece a los emprendedores. Buscamos start up, emprendedores que quieran estar en nuestra web y tengan una idea brillante. Que piensen a lo grande. Si buscan inversores en todo el mundo, estamos aquí».
Fuente: El Mundo
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