Enlace Judío México.- Los altos funcionarios de la Autoridad Palestina en Ramallah consideraron necesario tomarse un tiempo para ver si Trump sería lo suficientemente crédulo y podían persuadirlo para que dejara ir a Israel y accediera a sus demandas.
MAGALI MARC
Como escribió Guy Millière el 13 de noviembre en Dreuz, la política de Donald Trump en Medio Oriente consiste esencialmente en:
“… exigen una alianza de países sunitas y (su) abandono … de cualquier financiamiento del terrorismo islámico y del Islam radical. La alianza que se está implementando incluye a Israel, Arabia Saudita, el Egipto de Abdel Fattah al-Sissi, los emiratos del Golfo, pero no a Qatar, actualmente muy aislado.
La neutralización de Erdogan se hace a través de Arabia Saudita, que desempeña un papel financiero crucial en Turquía y por medio de Putin, a quien Erdogan se ha acercado en los últimos meses.
El tema “palestino” está en suspenso, neutralizado, con la aprobación del presidente Sissi y los sauditas. Jordania, que se había acercado a Qatar y no estaba presente en Riad, está aislada del resto del mundo árabe sunita, como Qatar.
El objetivo de la contención de la República Islámica de Irán buscada por Trump es poner fuera del peligro al régimen de los mulás“.
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En el transcurso de 2017, los árabes palestinos lograron ignorar sus verdaderos sentimientos sobre el presidente estadounidense Donald Trump y sus enviados y asesores en Medio Oriente.
Con toda probabilidad, esperaban que la nueva Administración estadounidense respaldara su visión de “paz” con Israel.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ordenó a sus portavoces y altos funcionarios que hablen con cautela de Trump, sus asesores y sus enviados en Medio Oriente.
Los altos funcionarios de la Autoridad Palestina en Ramallah consideraron que era necesario tomarse un tiempo para ver si Trump sería lo suficientemente crédulo y si podrían persuadirlo para que dejara ir a Israel y accediera a sus demandas.
Perdieron esta ilusión hace mucho tiempo.
Los árabes palestinos ahora denuncian el “prejuicio” de Trump y su pueblo a favor de Israel.
Mejor aún, acusan abiertamente a la Administración Trump de “chantaje” y de buscar “liquidar la causa palestina“.
Para colmo, los árabes palestinos insinúan que los principales asesores y enviados judíos de Trump, Jared Kushner, Jason Greenblatt y David Friedman, son más leales a Israel que a Estados Unidos.
Los ataques retóricos sin precedentes de los árabes palestinos contra la administración Trump son una señal de cómo planean reaccionar ante el plan de paz del presidente estadounidense para Oriente Medio, descrito como la “solución definitiva“.
Aunque aún no se han hecho públicos todos los detalles del plan propuesto, ya han tomado una decisión: todo lo que proviene de Trump y su equipo judío va contra los intereses de los palestinos.
Su tono indica claramente que ya han relegado el plan de paz de Trump a la basura, dado que no es más que una conspiración israelí-estadounidense, en connivencia con algunos países árabes, con el fin de imponer una solución para los árabes palestinos y “liquidar” su causa.
Para ellos, el “verdadero” Trump ahora es evidente.
Por lo tanto, un analista político palestino, el Dr. Mazen Safi, reaccionó al plan de paz propuesto por Trump y percibió lo que él veía como el apoyo continuo de Estados Unidos a Israel.
“El presidente de los Estados Unidos y su administración se han quitado la máscara“, dijo. “Abren el camino a una nueva agresión israelí contra nuestro pueblo y empujan a la región hacia una explosión“.
¿Qué esconde realmente esta indignación palestina con la Administración Trump?
En primer lugar, los árabes palestinos rechazan la idea de una “paz regional” entre Israel y los países árabes.
Insisten en que la paz entre Israel y los países árabes solo debería producirse una vez resuelta la cuestión palestina, y no antes. Temen que cualquier acuerdo de paz entre Israel y los países árabes sea a costa suya.
Haciéndose eco de este temor, el diario palestino Al-Quds, que a menudo refleja las opiniones de los líderes de la Autoridad Palestina, subrayó que la reciente reunión de los Ministros de Relaciones Exteriores de la Liga Árabe en El Cairo ha optado por centrarse en la “amenaza” iraní y Hezbolá, dejando de lado la obsesión de los árabes con la cuestión palestina.
Los árabes palestinos, según el periódico, se sienten abandonados por sus hermanos árabes.
“La reunión de la Liga Árabe en El Cairo se ha traducido en fuertes posiciones contra la amenaza iraní y no han dudado en clasificar a Hezbolá entre los grupos terroristas“, se quejó Al-Quds en un editorial. “La reunión ignoró la causa palestina. Estamos enfrentando nuevas alianzas árabes contra Irán, todas bajo presión de EE.UU., lo que tendrá un impacto negativo en nuestra causa“.
El diario palestino continuó criticando el plan de paz de Trump. Dijo que el plan propuesto, tal como fue publicado en varios medios, “no responde a nuestros intereses y aspiraciones“.
En segundo lugar, los árabes palestinos están furiosos con las amenazas de Estados Unidos de cerrar la misión diplomática de la OLP en Washington. Ven esta amenaza como un intento de evitar que presenten demandas por crímenes de guerra contra Israel en la Corte Penal Internacional. También ven la amenaza como un intento de obligarlos a reanudar las conversaciones de paz con Israel incondicionalmente.
“La amenaza estadounidense de cerrar la misión diplomática de la OLP en Washington muestra una falta de respeto por los derechos palestinos y un sesgo ciego hacia Israel“, dijo Al-Quds en el mismo editorial. “También coincide con discusiones vacías de sentido sobre el plan de paz estadounidense aprobado por el presidente Trump“.
En tercer lugar, los árabes palestinos ahora hablan abiertamente de los asesores y enviados judíos de Trump y su “influencia” sobre él y las políticas de su administración. Esto es algo que los funcionarios de la Autoridad Palestina se han abstenido de mencionar durante el año pasado porque sonaba a antisemitismo. Ahora, los responsables palestinos y los analistas políticos no parecen tener ningún problema para hablar sobre la influencia del “lobby judío” en la toma de decisiones y las políticas de Trump.
Hassan Al-Batal, analista político estrechamente asociado con la Autoridad Palestina, habló en un artículo reciente sobre lo que llamó “los tres pilares judíos del plan de paz de Trump-el yerno de Trump (Kushner), el Representante Especial para Negociaciones Internacionales (Greenblatt) y el Embajador de Estados Unidos en Israel (Friedman)“.
Al-Batal dijo que “lamenta” que la reciente reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la Liga Árabe haya optado por condenar a Hezbolá e Irán.
“Palestina actualmente es testigo de una crisis con Washington“, dijo.
Bassam Abu Sharif, ex asesor de Yasser Arafat, llegó incluso a calificar a los asesores judíos de Trump de “camarilla peligrosa“.
Abu Sharif dijo que no tenía dudas de que “lo que Kushner y su camarilla peligrosa planean será destructivo e inhumano. Estados Unidos tiene un objetivo principal: tomar el control total de Medio Oriente y robar sus recursos de una vez por todas. Esto requiere, según su esquema, la liquidación de la causa palestina“.
Otro analista político, Talal Okal, también vinculado a la Autoridad Palestina y sus líderes, acusó a la administración Trump de “desinformación” y de intentar “chantajear” a los palestinos. Refiriéndose a la solicitud de Estados Unidos de que los palestinos se abstengan de presentar quejas contra Israel ante la Corte Penal Internacional y amenazan con cerrar la misión diplomática de la OLP en Washington, Okal escribió:
“La Administración estadounidense practica el chantaje a los dirigentes palestinos exigiéndoles que realicen negociaciones incondicionales con Israel y se abstengan de enjuiciar a Israel por crímenes de guerra ante la Corte Penal Internacional. Está claro que la administración Trump practica la desinformación“.
El analista político palestino Hani Habib dijo que la Administración Trump se disponía a culpar a los palestinos del posible fracaso del proceso de paz. Los palestinos, dijo Habib, “deben estar unidos contra todas las formas de chantaje estadounidense-israelí: la amenaza de la Administración estadounidense de cerrar la misión diplomática de la OLP en Washington pone en duda su capacidad para jugar el papel de mediador justo y honesto“.
En un artículo titulado “Chantaje estadounidense barato” (chantaje estadounidense innoble), el columnista Omar Al-Ghul Hilmi se quejó: “El gobierno de Estados Unidos ignora una vez más los derechos e intereses palestinos y sin escrúpulos busca confiscar su proceso de toma de decisiones independiente“.
Al-Ghul también se refirió al equipo judío de Trump:
“El equipo que rodea a Trump, en connivencia con Israel, actúa de una manera que contradice lo que los dirigentes palestinos quieren- mantener puentes con Estados Unidos- el chantaje estadounidense hacia la dirigencia palestina es despreciable y un mal cálculo“.
Esta teoría de la conspiración, que afirma que el equipo de Trump se preocupa más por Israel que por los intereses estadounidenses, se repite en una declaración de Fataj:
“El chantaje político estadounidense contraviene las leyes y resoluciones internacionales sobre la cuestión palestina en particular y el proceso de paz en general. La posición de Estados Unidos respalda la política israelí de poner fin a la solución de dos Estados“.
Los ataques retóricos de los árabes palestinos contra la Administración Trump pretenden allanar el camino para su rechazo a la propuesta de “solución definitiva“.
Quieren que se vea como un plan inventado por algunos funcionarios judíos de la Administración Trump que son más leales a Israel que a su propio país, Estados Unidos.
Dicen que estos funcionarios respaldaron la posición del gobierno israelí y se desempeñaron como su portavoz. Es por eso que, según ellos, los árabes palestinos no pueden en ningún caso aceptar un plan que sea de hecho una “conspiración judeoamericana para eliminar la causa palestina“.
También se están preparando para acusar a algunos países árabes de “complicidad” con esta “conspiración“, y entrar así en conflicto con Arabia Saudita.
El mensaje palestino a los países árabes, especialmente a Arabia Saudita, debe verse como una advertencia: colaboren con la Administración Trump en el pretendido plan bajo su propio riesgo.
La postura palestina anti-Trump es la sentencia de muerte del esfuerzo de la Administración estadounidense para lograr una paz integral en Medio Oriente. Obsérvese que estos disparos de advertencia podrían traducirse en una nueva intifada contra Israel bajo el falso pretexto de que los estadounidenses y los israelíes, con la ayuda de algunos países árabes, tratan de despojar a los árabes palestinos de sus derechos. Uno se pregunta cuándo esta gente se dará cuenta de que ya han sido despojados de estos derechos, nada menos que por sus propios líderes con un lavado de cerebro contundente, la incitación a la violencia y la corrupción.
© Magali Marc (@ magalimarc15) para Dreuz.info.
* Bassam Tawil es musulmán, colaborador frecuente del Gastestone Institute. Vive en Medio Oriente.
Fuente: Dreuz – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico
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