Enlace Judío México.- Además de Cristina, el juez imputó a Timerman, Zannini, Parrilli, Mena, Abbona, Zuaín, D’Elía, Khalil, Larroque, Esteche y Bogado.
PABLO JAVIER BLANCO
Cristina Kirchner no actuó sola. Según el juez Claudio Bonadio, que hoy la procesó por traición a la Patria y encubrimiento de los responsables del atentado a la AMIA, la ex presidenta de la Nación contó con el apoyo de un grupo de funcionarios y allegados para urdir el pacto con Irán cuyo fin – de acuerdo al fallo – fue dotar de impunidad a los culpables de la explosión que mató a 85 personas en 1994 y dejó cientos de heridos.
En el escrito de casi 500 páginas, que sacudió a la política local esta madrugada, el magistrado detalla, uno por uno, que rol cumplieron Héctor Timerman, Carlos Zannini, Andrés Larroque, Oscar Parrilli, Juan Martín Mena, Angelina Abbona, Eduardo Zuaín, Luis D’Elía, Fernando Esteche, Yussef Khalil y el supuesto espía Allan Bogado.
“Estos funcionarios del Estado, abusando de las facultades inherentes a los cargos que ocupaban, traicionaron los intereses nacionales tradicionales e históricos y los de las personas damnificadas por los atentados, participaron en la elaboración del instrumento cuestionado y procuraron su puesta en marcha, en miras de conseguir la impunidad de los ciudadanos de nacionalidad iraní imputados por el atentado a la sede de la AMIA.”, sentencia el juez.
“Además, necesitaron canales paralelos y privados de comunicación y negociación, que fueron encarnados por D’Elía, Esteche, Khalil y Bogado”, agrega.
Héctor Timerman (ex canciller)
Embargo de 50 millones de pesos, procesado por traición a la Patria y encubrimiento agravado y prisión domiciliaria.
El juez no duda. El canciller K ocupó un puesto fundamental para el desarrollo de la maniobra delictiva. Participó de las negociaciones, de la presunta redacción y de la firma del memorándum de entendimiento. También fue parte de la puesta en marcha del pacto y su incidencia en las “notificaciones rojas” de Interpol.
Ya en el comienzo del escrito, carga contra el ex funcionario. Dice desconfiando de su testimonio: “Timerman, sin tener siquiera la mínima formación universitaria mucho menos ningún conocimiento jurídico -ni que decir de procesal penal o de derecho internacional-, redactó un instrumento de tal naturaleza e importancia, sin contar con la opinión de expertos y de los organismos especializados de cancillería, a los cuales ni siquiera consultó”.
Bonadio marca, además, que sostuvo haber redactado el memorándum “en un hotel del que no recuerda el nombre y con la sola compañía de su contraparte iraní, el canciller Salehi” y que “sólo lo consultó, siempre según su versión, con Cristina Elisabet Fernández y Carlos Zannini y luego sin más viajó a Etiopía y lo firmó”.
El juez es lapidario: “conclusión: o Héctor Timerman miente, lo que es grave, o el memorándum de entendimiento fue redactado por Irán y firmado sin más por Timerman”.
Además, marca 2 contracciones en el accionar de Timerman. El envío de 2 notas a Interpol, que considera un elemento clave, ya que en una dice que la cuestión de las alertas rojas debía ser resuelta por el juez de la causa; y en otra (a su par iraní) le dice que todo debía resolverse bilateralmente.
Un dato más: de ese mensaje prácticamente no se dejaron constancias. “Sobre ésta última nota Mario Javier Agustín Oyarzabal, diplomático del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, manifestó que no existían constancias en la Consejería Legal de su existencia”, marca el fallo.
“Tal contradicción demuestra que por un lado se quería exponer públicamente una realidad pero secretamente se intentaba realizar otra”.
La segunda contradicción es con Zannini. El ex canciller declaró haber revisado el texto del pacto con Cristina y el ex secretario de Legal y Técnico, hoy detenido, quien lo negó ante la Justicia.
“Dijo que no participó en reuniones en relación al memorando y que desconocía los criterios utilizados para seleccionar a las personas que llevaron adelante las negociaciones previas a su firma”.
“Timerman, al igual que el resto de los imputados, no obstante de conocer la responsabilidad de los iraníes, los ayudaron a eludir la responsabilidad internacional por los 2 actos de guerra de agresión perpetrados en Argentina, como demuestra la investigación aquí instruida y de esa manera traicionaron nuestros intereses como país soberano al ‘… prestarle ayuda …’.
Oscar Parrilli (ex secretario General de la Presidencia)
Embargo de 35 millones de pesos, procesado por traición a la Patria y encubrimiento agravado, sin prisión preventiva.
Conocido como el mayordomo de Cristina, esa cercanía e intimidad que tenía con CFK hace para Bonadio que sea inverosímil que no haya estado al tanto del acuerdo con Irán.
“Asistía a la máxima autoridad del Poder Ejecutivo Nacional en forma directa y conocía -por su pública y notoria cercanía con la ex mandataria-, los movimientos vinculados a los hechos ilícitos aquí reprochados”.
“Esta cercanía – menciona – le permitió al nombrado conocer los pormenores de la maniobra investigada, mientras su superior jerárquico, el Jefe de Gabinete de Ministros, Juan Manuel Abal Medina, tomó conocimiento del memorándum a través de la cadena nacional en la cual fue anunciada su firma”.
Sus conversaciones telefónicas recurrentes con D’Elía, al que le “daría directivas” en relación al presunto encubrimiento, son también un elemento que el juez pondera.
“En su declaración indagatoria, manifestó que tomó conocimiento de la firma del memorándum por los medios de comunicación”, una situación que no concuerda con las escuchas a D’Elía, sobre todo una que se produjo el día de la firma del pacto, en la que le solicita tener bajo perfil.
Carlos Zannini (ex Secretario Legal y Técnico)
Embargo de 50 millones de pesos, procesado por traición a la Patria y encubrimiento agravado, con prisión preventiva.
Para Bonadio fue el cerebro jurídico del Gobierno y quien ayudó a escribir y monitorear cada detalle del acuerdo con Irán por AMIA.
“Una de las obligaciones del nombrado era evaluar los aspectos legales y técnicos de los proyectos remitidos a consideración del Poder Ejecutivo Nacional, por lo que correspondía analizar las implicancias que tendría el memorándum”, dice el fallo.
A Zannini también lo complicó una declaración de Abal Medina. En rigor, terminó de comprometerlo.
“No había un referente político central dentro del Gabinete del Gobierno. Según los temas, la ex presidenta les daba intervención a ciertos ministros y/o funcionarios. En el caso del memorándum, básicamente la ex presidenta lo llevó con el canciller Timerman y supongo que también Zannini, con quien la ex presidenta llevaba todos los temas de índole jurídico en función de su cargo”, manifestó en Comodoro Py.
“Si bien negó su participación, las constancias referidas permiten afirmar que tuvo una intervención activa en todo el proceso de elaboración y puesta en marcha del memorándum”, explica Bonadio.
Timerman dijo, asimismo, que había consultado el asunto con él.
Angelina Abbona (ex Procuradora del Tesoro)
Embargo de 50 millones de pesos, procesada por traición a la Patria y encubrimiento agravado, sin prisión preventiva.
Sus viajes y reuniones con autoridades diplomáticas en el exterior por pedido de Cristina Kirchner son para la Justicia la clave de su intervención.
Escribe Bonadio: “A pesar de que entre sus facultades ninguna la habilita a participar en la elaboración de pactos o tratados internacionales, la nombrada encabezó las delegaciones argentinas que concurrieron en las reuniones celebradas con los funcionarios iraníes los días 30 de octubre y 27 y 28 de noviembre de 2012”.
“Fueron por pedido de la ex presidenta y sin perjuicio de la ausencia de competencia profesional y/o facultades funcionales para emprender la clase de gestiones y/o negociaciones diplomáticas requeridas para el caso AMIA”.
“No es una especialista en derecho procesal penal, ni en derecho internacional y su desempeño en los últimos años se vinculaba al derecho administrativo. Por ello, la presencia de la imputada en el marco de las negociaciones llevadas a cabo con las autoridades iraníes careció de toda razonabilidad funcional legal y/o política”, concluye el magistrado.
Para Bonadio, su participación en ese tipo de encuentros responde a una sola cosa: el grado de confianza que mantenía con las más altas autoridades del Gobierno nacional y co imputados en la maniobra, Cristina Fernández y Carlos Zannini.
“La finalidad perseguida con su designación como responsable de la comitiva era mantener en secreto el contenido de esas reuniones, monitorearla y posibilitar el objetivo perseguido de suscribir un acuerdo con Irán que normalice las relaciones entre los Estados, que conllevaría a garantizar la impunidad de los imputados en la causa AMIA”, marca.
Abbona dijo que se enteró de la firma del memorándum por los diarios. Al juez le resulta “inverosímil” ya que Cristina fue quien la convocó a participar en las reuniones con iraníes.
Juan Martín Mena (ex N°2 de la AFI)
Embargo de 50 millones de pesos, procesado por traición a la Patria y encubrimiento agravado, sin prisión preventiva.
Su relación con las autoridades del Poder Ejecutivo, que lo llevaron a participar de reuniones relevantes por el memorándum, a pesar de que su rol en Justicia no lo hacía indispensable, resulta clave para Bonadio.
Además de un llamativo viaje de urgencia.
“Resulta llamativa la urgencia del Poder Ejecutivo Nacional para que Mena viajara, evidenciándose en la circunstancia que se autorizó su traslado un día antes y se abonó un pasaje en primera clase a la ciudad de París, por un monto de ocho mil quinientos dólares estadounidenses (u$s 8.500,00)”, destaca un párrafo.
El testimonio del ex espía Jaime Stiuso fue tenido en cuenta por Bonadio. Dice que el ex jefe de operaciones de la SIDE sindicó a Mena como el autor del texto del memorándum. Es decir, su ghostwriter o escritor fantasma.
En las pruebas recolectadas, varios correos electrónicos dan cuenta – según el fallo – de que participó “activamente de la organización de la primera reunión con la delegación iraní”, de octubre de 2012.
Eduardo Zuaín (ex secretario de Relaciones Exteriores)
Embargo de 50 millones de pesos, procesado por traición a la Patria y encubrimiento agravado, sin prisión preventiva.
2 elementos lo comprometen con la causa: la documentación recolectada y los correos electrónicos agregados en el marco de estas actuaciones, “de los que surge su conocimiento y participación en la maniobra investigada”.
Bonadio es claro: Zuaín fue el encargado de organizar la reunión con la delegación iraní que se llevó a cabo en Zürich, de acuerdo a un intercambio de correos electrónicos con Mohsen Bahavand (funcionario iraní en Cancillería y ex encargado de negocios en Buenos Aires).
Sobre sus dicho en indagatoria es igual de categórico: “Los considero un mero intento de mejorar su situación procesal, toda vez que no se corresponden con las constancias incorporadas”, dicta.
Andres “Cuervo” Larroque (diputado de La Cámpora)
Embargo de 35 millones de pesos, procesado por traición a la Patria y encubrimiento agravado, sin prisión preventiva.
Bonadio es breve pero contundente al explicar qué rol ocupaba Larroque en el engranaje del pacto.
“Actuaba como intermediario entre las autoridades del Poder Ejecutivo Nacional y Jorge Kahlil, por intermedio de Luís D’Elía y Fernando Esteche”.
“La cercanía del nombrado con el gobierno de Cristina Fernández resultó imprescindible para concretar la maniobra investigada y transmitir los mensajes del Poder Ejecutivo Nacional, manteniendo el hermetismo con el cual se llevó a cabo todo el proceso de negociación, lejos de los canales formales”, sintetiza.
Luis D’Elía (piquetero kirchnerista)
Embargo de 35 millones de pesos, procesado por traición a la Patria y encubrimiento agravado, con prisión preventiva.
El líder de la Federación Tierra y Vivienda fue el intermediario entre el Gobierno nacional y personas vinculadas al régimen iraní, “transmitiendo comunicados en miras de avanzar en la puesta en marcha del plan delictivo investigado, como así también lograr un acercamiento comercial a nivel estatal entre ambos países”.
Sus reuniones regulares con funcionarios de la Casa Rosada y el ministerio de Julio De Vido, como sus encuentro con Khalil, lo hicieron un sospechoso.
Eso llevó a la realización de escuchas que se convirtieron en una parte jugosa del expediente.
Dice el escrito: “Su militancia a favor de la referida organización terrorista llegó al punto de solicitarle a Jorge Khalil que le facilite contactos con dirigentes de Hamas y Hezbolá, por razones periodísticas”.
Su cercanía con el poder K, más allá de las tensiones públicas que mantuvo tras su renuncia, quedan evidenciadas para el magistrado en una charla que tuvo con el referente iraní detenido hoy.
El 5 de marzo de 2013, él dice por teléfono: “Yo me estoy yendo a Caracas, temprano a las 5 de la mañana (…) me voy con la presidenta (…) yo tengo que, eh, hacer el juego de la Rosada papá, si tengo orden de no ir, soy un soldado acá, ¿entiendes?”.
Otro dato lapidario sobre el vínculo entre el piquetero y el Gobierno figura en una planilla de llamadas. Entre enero de 2011 y diciembre de 2015, se registraron 481 comunicaciones entre D’Elía y teléfonos de funcionarios de Casa Rosada.
Fernando Esteche (ex líder de Quebracho)
Embargo de 35 millones de pesos, procesado por traición a la Patria y encubrimiento agravado, con prisión preventiva.
El fallo es tajante: “Al igual que en el caso de D’Elía, la intervención de Esteche fue imprescindible para avanzar en el plan de normalización en las relaciones entre Irán y nuestro país, acercando a Khalil con funcionarios de la República Argentina”.
El registro de llamados también lo complicó. Tuvo más de 500 comunicaciones con Khalil y 68 con el supuesto espía Ramón Héctor Allan Bogado.
Yussef Khalil (referente iraní en Argentina)
Embargo de 35 millones de pesos, procesado por traición a la Patria y encubrimiento agravado, con prisión preventiva.
Fue el nexo entre los funcionarios iraníes en Argentina y sus pares del Gobierno kirchnerista. Bonadio dice que “surge de las comunicaciones telefónicas agregadas a estas actuaciones”.
Una de las más relevantes es del 27 de enero de 2013.
Allí da a entender que el memorándum con Irán fue un documento que él ideó con Esteche.
“Lo único que sé es que es el mismo documento que hicimos nosotros hace 6 años y lo presentamos, tanto a la gente de la Embajada de Irán como a gente del Gobierno … ese plan lo hicimos con Fernando Esteche hace 6 años … el acuerdo que hicimos con Fernando Esteche y nos trataron de locos a nosotros … cuando lo planteamos, lo mismo, está escrito, hace 6, 7 años, en el 2006 … nos dijeron ´están locos, esto no tiene asidero´… hoy lo sacaron … el mismo, boludo, el mismo pusieron … como lo dijimos nosotros … todo como lo escribimos con Fernando … el mismo boludo, que decía … que decía hacer un acuerdo marco, formar comisiones de los gobiernos … poner un jurista internacional que tenga alta moral … todo boludo … que este refrendado por las cámaras de senadores y diputados de ambos países … para que tenga fuerza…”.
Un elemento extra se agrega a la situación de Khalil: sus contacto con el prófugo Moshen Rabbani, acusado de la voladura a la AMIA.
Lo llamó 43 veces entre enero 2012 y febrero de 2013.
“En estas comunicaciones – dice el escrito – se desprende que Khalil se encargaba de mantenerlo al tanto de todo lo que sucedía en nuestro país, surgiendo de las mismas que le enviaría correos electrónicos con información de su interés”.
“Allan” Bogado (supuesto espía de la SIDE)
Embargo de 35 millones de pesos, procesado por traición a la Patria y encubrimiento agravado, sin prisión preventiva.
Para Bonadio, fue un actor clave en las maniobras ilícitas porque “poseía contactos en el entorno del Poder Ejecutivo Nacional y con referentes del régimen iraní”.
“En este sentido, se cuenta con una copia de la declaración testimonial de Roberto Porcaro, quien dijo conocer a Bogado y haberse sorprendido por su capacidad de convocar intendentes para los armados de candidaturas políticas”, expresa citando al operador político del radicalismo K, que dijo que Bogado “se presentaba como vinculado al Gobierno nacional y decía trabajar para ‘la casa'”.
Sin decirlo, Bonadio da a entender que Bogado era un espía trucho, más allá de que él se presentaba como un agente inorgánico de la ex SIDE cuya tarea era infiltrarse en redes iraníes que trabajaban en el país.
Es más, su trabajo produce una coincidencia irónica: tanto Parrilli como Stiuso (enemigos íntimos del mundo de la inteligencia) manifestaron que Bogado “no se desempeñó en la secretaría de Inteligencia bajo ninguna forma de vinculación”.
“No existe ningún elemento que permita sostener, tal como afirma en su descargo, que haya pertenecido a la secretaria de Inteligencia de la Presidencia de la Nación, ni como agente orgánico ni como uno inorgánico”, dirime el fallo.
Fuente:clarin.com
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