Dictadores y estándares de la ONU

Enlace Judío México – En ausencia de acción del Consejo de Seguridad, la referencia de la Corte hacia Jordania no irá a ninguna parte. Pero presenta una oportunidad para que Estados Unidos haga un favor a un aliado meso-oriental jurando vetar cualquier castigo contra ella. Si la CPI puede acosar en forma arbitraria a Jordania, Estados Unidos e Israel se volverán blanco seguramente.

THE WALL STREET JOURNAL

Estados Unidos nunca se ha unido a la Corte Penal Internacional en La Haya, y el extraño ataque de la corte contra Jordania la semana pasada explica por qué. La Corte dijo que referirá Jordania al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por fallar en arrestar al presidente sudanés Omar al-Bashir después de dar un pase a otros países.

Jordania es uno de 123 países que se han unido a la CPI desde que ésta entró en vigencia hace 15 años, y el reino hachemita ahora puede lamentarlo. Las partes conceden a la Corte jurisdicción sobre crímenes de guerra, genocidio o crímenes contra la humanidad, y los miembros están obligados a actuar en sus órdenes de arresto internacionales. Sudán no es parte, pero el Consejo de Seguridad puede pedir a la corte que investigue crímenes allí. En el año 2009 la CPI emitió una orden de arresto para el presidente sudanés por sus depredaciones manifiestas en la región Darfur del país.

Esto fue más que nada grandilocuencia, ya que la ONU no ha hecho nada para ejecutar su orden. Bashir estaba viajando en el Medio Oriente al cabo de meses de la orden, y él ha volado a través de Africa en los últimos años sin intervención de la CPI. Ningún otro país ha obtenido una referencia de la CPI por Bashir.

Pero de pronto la Corte ha decidido hacer un ejemplo de Jordania, que en marzo albergó una cumbre de la Liga Arabe a la que asistió Bashir. Esta es una forma extraña de tratar a un país que ha absorbido y cuidado a millones de refugiados sirios y sobrepasó su peso en la lucha contra el Estado Islámico. Jordania tiene una ley que protege a los jefes de estado visitantes en su suelo, y su Asamblea Nacional ya está armando un desafío legal a la decisión de la CPI.

Todo lo cual apunta al poder arbitrario de la CPI, la cual no responde a ninguna autoridad política más allá de su propio capricho legal. Puede seguir sus causas sin importar la seguridad mayor o los intereses políticos, tales como el rol crucial de Jordania como una fuerza moderadora en la región. Bashir es un tipo malo, pero ha mejorado su comportamiento en los últimos años y cooperó con Estados Unidos en combatir al terrorismo. Los presidentes Obama y Trump aliviaron las sanciones contra Sudán.

En ausencia de acción del Consejo de Seguridad, la referencia no irá a ninguna parte. Pero presenta una oportunidad para que Estados Unidos haga un favor a un aliado meso-oriental jurando vetar cualquier castigo contra Jordania. Si la CPI puede acosar en forma arbitraria a Jordania, Estados Unidos e Israel se volverán blanco seguramente.

Fuente: The Wall Street Journal
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.

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