¿Hezbolá está comiendo el pan del pueblo iraní?

Enlace Judío México – En la ciudad santa de Qom en Irán, el 30 de diciembre de 2017, los manifestantes que se oponen al régimen gritaron “Muerte a Hezbolá”, “¿No te avergüenzas de Jamenei? “Sal de Siria y ocúpate de nosotros”, y “No Gaza, o Líbano”.

YVES MAMOU

En un país islámico, cuya insignia oficial es “Muerte a Estados Unidos” y “Muerte a Israel”, ver al pueblo iraní gritando “Muerte a Hezbolá” es totalmente surrealista.

Al desear “Muerte a Hezbolá”, los manifestantes iraníes no sólo protestaron por el “aumento del precio de los huevos”, como la propaganda de los ayatolás afirma. Exigieron que el líder supremo ayatolá Ali Jamenei invierta en el pueblo iraní, y sólo para el pueblo iraní.

Irónicamente, el hecho de que Irán haya recibido más de 100 mil millones de dólares en activos congelados por el desafortunado “acuerdo nuclear” rompió la solidaridad del pueblo iraní con el régimen de los ayatolás aún más que las sanciones. Durante el período de las peores sanciones, el pueblo iraní siguió apoyando a sus líderes, pero salió a las calles cuando se dio cuenta que el dinero “liberado” no es para ellos.

¿Hezbolá está comiendo el pan del pueblo iraní? La respuesta es sí, absolutamente. Hezbolá es una legión extranjera iraní, una herramienta de la guerra imperialista chiita en Siria, Irak, Yemen y contra Israel. Este ejército árabe chiita fue creado en el Líbano por el líder supremo iraní, el ayatolá Ruhollah Jameini, en 1982, justo después de que el ejército israelí expulsó a la OLP del Líbano. El objetivo de esta legión árabe chiita era demostrar a los árabes musulmanes sunníes en el Medio Oriente que Irán es mejor que cualquier régimen suní en su lucha contra la “entidad sionista”.

A través de los años, la pequeña milicia de 1982 creció hasta convertirse en un ejército caro, con más de 150,000 misiles dirigidos contra Israel y capaces de combatir al Estado Islámico en Siria.

¿Cuánto le cuesta Hezbolá a Irán? Antes de mencionar una cantidad, recordemos que Hezbolá no es sólo un ejército de combate de 30,000 a 50,000 hombres, sino también un sistema social con hospitales, instituciones de seguridad social, excavadores para agricultores, escuelas religiosas para niños y niñas, un conglomerado de medios (canales de televisión, radio, sitios web), una red privada de telecomunicaciones dentro del Líbano y con capacidad de desestabilizar países o empresas mediante la guerra cibernética. En otras palabras, Hezbolá es un Estado dentro del Líbano, y el “patrón” de la comunidad chiita en ese país.

Hasta 2005, los expertos estimaban que Irán suministraba unos 200 millones de dólares anuales a Hezbolá. Matthew Levitt, experto en Hezbolá, escribió:

“Diplomáticos y analistas de occidente en el Líbano estiman que Hezbolá recibe cerca de 200 millones de dólares anuales de Irán en armas y dinero en efectivo. Aviones iraníes envían a Hezbolá armamento sofisticado, desde cohetes hasta armas pequeñas en vuelos regulares de Teherán a Damasco y de ahí se transportan en camiones a posiciones del grupo en el Valle de Bekaa, Líbano. Según los informes, tras la muerte del líder palestino Yasser Arafat, Hezbolá recibió 22 millones de dólares adicionales de la inteligencia iraní para apoyar a grupos terroristas palestinos y fomentar la inestabilidad”.

Diversas fundaciones “caritativas” iraníes, muchas de ellas controladas directamente por el Líder Supremo Ali Jamenei, financian los hospitales y las organizaciones benéficas de Hezbolá en el Líbano con muchos millones de dólares que no aparecen en ningún presupuesto oficial.

A medida que se expande el papel militar de Hezbolá, la financiación ha aumentado de 300 millones a 1,000 millones de dólares anuales.

En resumen, sin fondos iraníes, Hezbolá no existiría. Al menos, no como una legión extranjera de la República Islámica, militarmente comprometida contra Israel e involucrada en otros conflictos regionales de Oriente Medio. Sin el subsidio de Irán, Hezbolá sería sólo una mafia del narcotráfico, característica de esta milicia chiíta que ha logrado encontrar financiamiento alternativo para compensar los altibajos de la financiación iraní.

Otra fuente de financiamiento de Hezbolá es el tráfico de cocaína. Con el tiempo, el grupo ha desarrollado profundas conexiones con carteles de droga mexicanos y colombianos para facilitar la distribución de drogas en todo el Medio Oriente y Estados Unidos. El gobierno de Obama anuló una investigación de la DEA sobre tráfico de drogas, contrabando de armas, tráfico humano y otras empresas delictivas vinculadas a Hezbolá en todo el mundo, según un reciente informe de Politico. La administración de Obama bloqueó la investigación de la DEA a fin de asegurar el “acuerdo nuclear” con Irán.

¿Cuántas ganancias genera Hezbolá de la cocaína? Es difícil saberlo. De 2007 a 2011, por ejemplo, las redes de Hezbolá estuvieron involucradas en la compra de vehículos usados en Estados Unidos para su venta en África Occidental, un negocio de 300 millones de dólares. Las ganancias de la venta de automóviles se mezclaron con las de las drogas y se enviaron a casas de cambio para el lavado de dinero.

Según Interpol, Hezbolá también falsifica bienes (frenos de automóviles, ropa, productos farmacéuticos, dinero). Desde 2003, Interpol advirtió de los vínculos de Hezbolá, la falsificación de bienes y el terrorismo.

“En documentos del 16 de julio, el Secretario General de INTERPOL, Ronald K. Noble, dijo que el problema podría agravarse en el futuro e hizo un llamamiento para que se intensifiquen los esfuerzos para combatirlo mediante una nueva asociación de la industria con la policía. El documento, presentado ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Casa de Representantes de EE.UU. indica que grupos como Al-Qaeda, Hezbolá, separatistas chechenos, extremistas de etnia albanesa en Kosovo y paramilitares en Irlanda del Norte se benefician de la producción o la venta de productos falsificados.”

Hezbolá también recauda fondos de las comunidades de la diáspora chiíta en África, Europa y América del Norte y dirige

“una extensa red de negocios comerciales e ilícitos en todo el mundo, incluidas Sudamérica y África, que pueden transformarse en nuevas empresas para evitar el escrutinio. Mediante empresas ficticias, y el cambio de nombre de las empresas para evitar sanciones estadounidenses, los grupos vinculados a Hezbolá pueden tener acceso al sistema financiero internacional y realizar transacciones con una red de empresas en constante crecimiento. El Departamento de Tesorería de EE. UU. ha identificado a decenas de empresas con sede en el Líbano que apoyan a Hezbolá, incluidas firmas de bienes raíces y compañías automotrices. Probablemente, el grupo continuará sus operaciones de lavado de dinero hacia nuevas áreas y negocios en el futuro”.

Incluso si Irán recorta sus subsidios a Hezbolá, los 150,000 misiles en posesión del grupo permanecerán en el Líbano como una amenaza permanente contra Israel. Mientras tanto, el cartel de la droga chiita de Hezbolá tendrá que trabajar más duro para alimentar a sus combatientes.

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