Enlace Judío México.- Federica Mogherini ha estado ocupada en las últimas semanas apaciguando a un régimen represivo tras otro. Mogherini, Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, comenzó con Irán. “Mogherini estuvo muda sobre el levantamiento popular en Irán”, escribió Eli Lake en Bloomberg.
GIULIO MEOTTI
“Esperó seis días para decir algo sobre las manifestaciones allí. Cuando finalmente lo hizo, fue una mezcla de gratitud y neutralidad. ‘En el espíritu de apertura y respeto que está en la raíz de nuestra relación’, dijo, ‘ esperamos que todos los interesados se abstengan de la violencia y garanticen la libertad de expresión“.
La ministra sueca de Asuntos Exteriores, Margot Wallstrom, que estaba orgullosa de dirigir “el primer gobierno feminista en el mundo”, simplemente tuiteó que estaba “siguiendo” las manifestaciones en Irán. UN Watch la condenó por guardar silencio. Hace un año, la ministra sueca de Comercio Ann Linde y otras diez mujeres miembros del gobierno sueco marcharon frente al presidente iraní Hassan Rouhani con hijabs. Mientras verdaderas muchachas iraníes marchaban para protestar por el hijab obligatorio, Ann Linde retuiteaba sobre las leyes contra el cambio climático durante los días más severos de la represión iraní en las calles.
Todos los funcionarios europeos no solo han estado mudos respecto a los ataques iraníes contra su propia gente. También han ignorado “una defensa robusta de los valores occidentales“, ahora bajo ataque en Irán: la libertad de expresión, la libertad de reunión, la libertad individual, la separación de religión y estado, el proceso judicial – todos los principios que los mulás de Irán han maltratado en su lucha contra su propio pueblo.
Los funcionarios de Europa, que en los últimos dos años han intensificado su colaboración con Turquía, también han guardado silencio acerca de que Ankara se haya unido oficialmente al club global de las dictaduras. Por primera vez, la organización Freedom House rebajó la calificación de Turquía a “no libre” en su informe anual. Freedom House criticó “los despidos masivos de empleados estatales, el reemplazo masivo de los alcaldes electos por nombramientos del gobierno, el enjuiciamiento arbitrario de activistas por los derechos y otros enemigos percibidos del estado“.
La Unión Europea en estos días está alarmada por las reformas políticas en Polonia, pero totalmente callada sobre el “golpe contra civiles” de Erdogan en Turquía.
Un día después de que la administración Trump suspendiera $ 65 millones en ayuda a la UNRWA, la Agencia de la ONU que ayuda a los refugiados palestinos, un país europeo, Bélgica, intervino con un desembolso inmediato de $ 23 millones. ¿Bruselas sintió la urgencia moral y política de financiar generosamente a una organización que ha permitido que sus escuelas sean utilizadas por terroristas palestinos para disparar cohetes contra Israel y sus libros de texto para demonizar a los judíos; que dio trabajo a los terroristas palestinos y que está acusada de crear y perpetuar el conflicto israelí-palestino?
La mayoría de los países de Europa votaron recientemente con los regímenes árabes e islámicos en la ONU para desautorizar los lazos antiguos de Israel y los judíos con Jerusalén. Se dice que Europa está alarmada por las amenazas de Estados Unidos e Israel de mantener el “status quo” en la ciudad santa. Pero los mismos países europeos no tuvieron tiempo de condenar el discurso del líder palestino Mahmoud Abbas, en el que calificó a Israel como “un proyecto colonial que no tiene nada que ver con los judíos” y en el que volvió a traficar con la negación del Holocausto. De hecho, Abbas dijo increíblemente que seis millones de judíos prefirieron ser asesinados por los nazis en Europa antes que irse a Israel, sin tener en cuenta los registros exhaustivos de las casas para recluir, torturar y matar judíos que fueron pandémicos durante la Segunda Guerra Mundial. Europa también guardó silencio después de que el líder supremo de Irán, Ali Khamenei, pidiera “la muerte de Israel” y la “derrota” de Israel. Los funcionarios europeos desestiman las amenazas de los islamistas de arrojar a los judíos al mar.
Recientemente, en El Cairo, Ahmed el-Tayeb, el gran imán de Al Azhar, considerado por muchos como la máxima autoridad islámica sunita, organizó una conferencia sobre Jerusalén, en la que atacó al “sionismo”. Abbas también afirmó improbablemente que los palestinos han estado en Jerusalén “antes que los judíos”, a pesar del hecho de que los musulmanes ni siquiera existieron hasta el siglo VII, cientos de siglos después de los judíos.
El Papa Francisco, en lugar de condenar esta incitación al odio contra el pueblo judío, envió una carta al Imam al Tayeb agradeciéndole la invitación. ¿Cómo es posible que la máxima autoridad católica del mundo no sienta la urgencia de denunciar la avalancha de antisemitismo y odio proveniente de las autoridades islámicas, sino que los complació enviándoles una carta de apoyo? Evidentemente él espera, en palabras de Winston Churchill, que “el cocodrilo se lo comerá último”.
El Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, escribió:
“La civilización posmoderna ha desmantelado política y moralmente la cultura de nuestro tiempo y esto explica en gran parte por qué algunos de los ‘monstruos’ que pensamos que habíamos destruido para siempre después de la Segunda Guerra Mundial, como las formas más extremas de nacionalismo y racismo, han resucitado y están otra vez en libertad en el corazón de Occidente, amenazando una vez más sus valores y principios democráticos“.
En las plazas y calles de Europa, los “monstruos” de Vargas Llosa ahora están de vuelta disfrazados de consignas y bombas lanzadas principalmente contra los judíos. Miren lo que sucedió en el último mes. En Milán, Italia, la gente gritó “Judíos, recuerden a Khaybar, el ejército de Muhammad está volviendo” – el grito de batalla de los islamistas para esclavizar y masacrar a los judíos. Mientras tanto, se lanzaron bombas incendiarias contra sinagogas suecas y se destruyó una tienda judía en París. Estos son los “monstruos” que ahora ocupan el espacio público de Europa.
Eli Lake tenía razón al decir que los funcionarios de Europa se han convertido en el rostro del “apaciguamiento”. En su obsecuente sumisión al Islam político y al terrorismo islámico, presumiblemente con la esperanza de poder prevenirlos, se han convertido en algo aún más que eso. Como demuestran sus bromuros sobre la represión iraní y su financiación a los rechazadores palestinos, los funcionarios de Europa son ahora los apologistas certificados de la cultura árabe-islámica de represión, ocultamiento y terrorismo.
Como estos últimos años de ataques terroristas deberían haberles demostrado, se engañan a sí mismos si creen que esta ideología mortal se mantendrá confinada en Teherán, Ramallah o Ankara.
Giulio Meotti, editor cultural de Il Foglio, es un periodista y escritor italiano.
Fuente: Gatestone Institute – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico
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