Enlace Judío México.- El príncipe heredero Salman, el-Sisi e Israel planean una mega ciudad que conecta Jordania, Arabia Saudita y Egipto. El acuerdo de Trump también está sobre la mesa.
YOCHANAN VISSER*
Lo han llamado el hombre más peligroso del mundo, un hombre agresivo y ambicioso.
Estamos hablando de la estrella en ascenso del Medio Oriente, el príncipe de la corona saudita de 32 años Mohammed Bin Salman.
MBS, como lo llaman los medios, probablemente se convierta en el nuevo rey de Arabia Saudita este año porque su padre, el rey Salman, sufre de la enfermedad de Altzheimer y no puede concentrarse más en sus tareas como monarca.
MBS estuvo en Egipto y en el Reino Unido la semana pasada en la primera etapa de un viaje de un mes que terminará en los Estados Unidos. Allí, según los informes, se centrará en el “acuerdo del siglo” del presidente estadounidense Donald Trump.
Durante su visita de tres días a El Cairo, el príncipe heredero saudita mostró una vez más que es un pensador innovador que está trabajando seriamente para implementar reformas radicales en Arabia Saudita, como la libertad religiosa y los derechos de las mujeres.
Según los informes, organizó una serie de reuniones entre altos funcionarios sauditas y sus contrapartes israelíes, a las que también asistieron representantes del gobierno egipcio, según el periódico emiratí Khaleej Times.
Oficialmente, las reuniones entre los funcionarios saudíes e israelíes trataban sobre un ambicioso plan llamado Neom.
El plan prevé la creación de una mega ciudad de 26.500 kilómetros cuadrados (el tamaño de Bélgica) que extenderá la frontera noroeste de Arabia Saudita hacia Jordania y la parte sureste de la península egipcia del Sinaí.
El plan de $ 500 mil millones incluye proyectos de energía de alta tecnología eólicos y “energía solar, donde los robots superan en número a los humanos y un estilo de vida cosmopolita ofrece deportes, conciertos y buena comida“, según los medios árabes.
Neom contará con un puente a través del Golfo de Aqaba, así como con proyectos hidroagrícolas, y es aquí donde Israel entra en escena.
Sin embargo, la parte de las reuniones que permaneció secreta trató el conflicto de la Autoridad Palestina-Israel.
MBS se ha convertido en un jugador clave en los intentos de encontrar una solución inmediata para el conflicto centenario y ha provocado la ira del líder de la AP Mahmoud Abbas, que fue convocado a Riad en enero.
En Riad, a Abbas se le mostraron los parámetros del “acuerdo del siglo” del presidente estadounidense Donald Trump y regresó a Ramallah en estado de shock.
Según los informes, el príncipe heredero de la corona saudí le dijo a Abbas que tendría que ser suficiente con un estado palestino “negativo”.
Esto significaba que Israel retendría el control del valle del Jordán y no se le exigiría desmantelar ningún ‘asentamiento’ en Judea y Samaria.
Las fronteras municipales definitivas de Jerusalén se determinarían en las negociaciones bilaterales entre las partes, lo que significa que Israel tendría derecho de veto sobre cualquier plan palestino para establecer el este de Jerusalén como la capital de un estado palestino.
Más tarde, los medios informaron que el suburbio de Jerusalén, Abu Dis, podría convertirse en la capital palestina según el plan saudí-estadounidense.
En 1995, Abu Dis fue asignado como el sitio para la construcción del Consejo Legislativo Palestino (CLP).
Sin embargo, al comienzo de la llamada Segunda Intifada, el proyecto se detuvo debido a que los legisladores palestinos exigieron que la Ciudad Vieja de Jerusalén sea el hogar del PLC.
El plan establece que el control de seguridad general sobre los territorios del futuro estado palestino permanecería en manos de las Fuerzas de Defensa de Israel según la emisora israelí Kan, mientras que el intercambio de territorios no se basaría en la llamada ‘frontera’ anterior a 1967, que es en realidad solo la línea de armisticio que terminó la lucha en 1948.
El plan prevé intercambios de tierras en la parte norte del Sinaí e incluye la construcción de un puerto marítimo y un aeropuerto en el área de la ciudad egipcia de Rafah según el periódico árabe Al-Araby Al-Jadeed.
Hay más.
Según informes no confirmados, publicados por medios pro-palestinos, la propuesta de Trump también descartaría la llamada solución de dos estados.
En cambio, el acuerdo prevé el dominio egipcio sobre Gaza, mientras que Jordania volvería a gobernar partes de la llamada ‘Ribera Occidental‘, la histórica Judea y Samaria, el corazón bíblico de Israel.
Además, Israel otorgaría la ciudadanía israelí a los árabes palestinos que viven en la zona C de Cisjordania, bajo la jurisdicción israelí de acuerdo con los Acuerdos de Oslo y donde viven todos los residentes judíos y solo alrededor del 4% de los árabes palestinos.
Otros informes dicen que Arabia Saudita y Egipto presionaron a Abbas para que acepte el acuerdo Trump / MBS.
Según dos funcionarios de AP no identificados, MBS y el presidente egipcio Abdel Fatah el-Sisi habían “aconsejado” a Abbas que aceptara el plan, pero el líder palestino es incapaz de descender de su árbol porque cometería un suicidio político y sería un hombre marcado si cediera a la presión.
Abbas calificó el acuerdo como “la bofetada del siglo” y maldijo al presidente Trump durante un discurso pronunciado ante el Consejo Central palestino el 15 de enero de 2018.
“Que tu casa sea destruida“, dijo enojado Abbas en repetidas ocasiones, utilizando una maldición árabe, durante su larga diatriba de dos horas, agregando que la Autoridad Palestina “devolvería el golpe“.
Eso no impedirá que MBS y la administración Trump sigan el plan. Después de todo, los dos jóvenes involucrados, Jared Kushner y MBS, han invertido mucha energía en el acuerdo y están convencidos de que esta es la forma de abordar el problema.
El príncipe de la corona saudita y el presidente el-Sisi están tratando de unificar a las facciones palestinas antes de las negociaciones directas.
“Nuestro objetivo es unificar el liderazgo político palestino, de modo que cuando estemos en la mesa de negociación haya una posición unificada“, dijo MBS durante una conferencia de prensa en El Cairo la semana pasada.
Queda por ver si el príncipe de la corona saudita y el-Sisi tienen suficiente influencia para avanzar en el plan.
Las diversas facciones palestinas se oponen con vehemencia al plan y se están preparando para movilizar a la calle palestina para otra ronda de violencia y “resistencia” antes de la reubicación de la embajada de EE.UU. en Jerusalén.
Hamás, por ejemplo, está planeando protestas masivas a lo largo de la frontera israelí en Gaza, mientras que la AP ha recurrido a Rusia y otros países para encontrar una alternativa al acuerdo Trump / MBS.
Otro posible escenario es que Irán aprovechará la ira entre los árabes palestinos e intentará provocar un levantamiento popular o incluso la guerra con Israel.
Después de todo, esto es lo que la República Islámica de Irán había esperado, para abrir una brecha entre los principales países árabes y los diversos movimientos árabes palestinos.
El aumento de los ataques de disparos en Judea y Samaria y las recientes amenazas de líderes de Hamás como Ismail Haniyeh, quien dijo la semana pasada que la Franja de Gaza podría volver a explotar, son nuevos indicios de que los árabes palestinos serán empujados al “frente de resistencia” iraní contra Israel.
MBS ordenó a los diplomáticos saudíes calificar a Hamás como una organización terrorista según los medios árabes, otra indicación de que Arabia Saudita está abriendo una nueva página en sus relaciones con los árabes palestinos e Israel.
*Yochanan Visser es un periodista / analista independiente que trabajó durante muchos años como corresponsal en Medio Oriente para Western Journalism.com en Arizona y fue un publicista frecuente para el periódico holandés De Volkskrant. Fue autor de un libro en holandés sobre la guerra cognitiva contra Israel y ahora vive en Gush Etzion. Él escribe un análisis dos veces por semana de temas actuales para Arutz Sheva.
Fuente: Arutz Sheva – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico
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