Enlace Judío México.- Hay muchas historias de espías con escenas en una calle de Londres donde el propietario de una tienda de antigüedades está involucrado en mucho más de lo que parece. Eric Graus, quien murió la semana pasada a la edad de 90 años, podría haber encajado bien en una escena así.
ZALMI UNSDORFER
Presidente de Likud-Herut Reino Unido y orgulloso poseedor de la Medalla de los Combatientes del Estado de Israel, la suya fue una vida importante en la historia sionista.
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Eric nació en la ciudad eslovaca de Bratislava.
Su familia emigró a Inglaterra en 1939, donde pronto se hizo activo en el Movimiento Sionista Revisionista de Zeev Jabotinsky. En 1947, se unió a la rama clandestina de Lehi fundada por Yaakov Heruti. Como resultado del papel especial que se le asignó en los meses críticos previos a la independencia, desarrolló posteriormente una fuerte lealtad tanto a Menachem Beguin como a Yitzhak Shamir, ambos futuros primeros ministros de Israel.
De joven, Eric conoció el mercado de antigüedades de Londres y en 1952 conoció y se casó con Suzy Adler, una refugiada de Budapest. Mientras formaba una familia, adquirió una impecable reputación de imparcialidad y honestidad en el comercio de antigüedades, desde Londres hasta el Lejano Oriente, y pronto se trasladó a una dirección de Bond Street.
Mark Regev en Twitter: “Celebrando Yom Yerushalayim, Día de Jerusalén, con la comunidad de la sinagoga de Nerhendon. Le deseo a Eric Graus mazal tov por su 90 cumpleaños.
En abril de 1970, durante una visita al Reino Unido de Moshe Arens, Eric formó el Movimiento británico Herut, con un manifiesto para abogar por el movimiento de asentamientos en Judea y Samaria y tomar el liderazgo en el activismo en nombre de los judíos soviéticos. Dos años después, invitó a Beguin, entonces líder de la oposición, a su primera visita a Londres.
Esto provocó indignación universal, con el diputado judío Gerald Kaufman haciendo los más fuertes llamados para negarle una visa de entrada a este “terrorista”.
Mientras que la gente de Eric consiguió la ayuda del Miembro del Parlamento Hendon Peter Thomas para allanar el camino a la solicitud de visa, la comunidad judía no lo puso tan fácil. Ninguna sinagoga ni otra organización comunal estaba dispuesta a proporcionar sus instalaciones para la cena de bienvenida de Beguin.
Fue una empresa de catering de la Sra. Lisser, con un tatuaje de Auschwitz, quien se presentó y ofreció su restaurante ultraortodoxo Kedassia en New Oxford Street en honor a Beguin.
Y así fue, como Eric recordó con cariño tantas veces, que cuando Beguin regresó a Londres como primer ministro, rechazó todas las ofertas para atenderlo en Downing Street e insistió en que solo la señora Lisser debía tener ese honor.
En la década de 1970, Eric y sus camaradas, Joe Gellert y Malvyn Benjamin, estuvieron a la vanguardia del activismo contra la Unión Soviética por su encarcelamiento de judíos que querían emigrar a Israel.
Desde las furgonetas con altoparlante que estallaban en protestas fuera de la embajada, a los ratones que se estrenaban en el Bolshoi Ballet y al piquete de las oficinas de turismo rusas, no había paz para los soviéticos en Londres.
Eric fue uno de los muchos manifestantes arrestados por conducta desordenada, y las habilidades de abogado de Malvyn fueron convocadas regularmente para lograr el rescate de personas. En 1975, Eric logró revitalizar el movimiento juvenil Betar en Inglaterra, que había existido allí antes de que se estableciera Israel.
La mayor alegría de Eric fue la sorpresiva victoria del Likud en las elecciones de 1977, que llevó a Menajem Beguin al poder después de 30 años en la oposición.
Renombró su movimiento Likud-Herut y, como su presidente, organizó las celebraciones anuales del Día de Jerusalén, que fue su día de fiesta favorito.
Fue especialmente dulce que Eric viviera el tiempo suficiente para presenciar el reconocimiento histórico y abierto de nuestra eterna capital judía por parte del presidente de los Estados Unidos.
A Eric le sobreviven su querida esposa, Suzy, su hijo Jeremy, que reside en Israel, y sus dos hijas, Aviva y Nomy.
Ahora descansa en la tierra que amaba y entre la gente por la que luchó de una manera muy especial.
Fuente: The Jerusalem Post – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico
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