Enlace Judío México – La orden para que Lula se entregara a las autoridades se anunció menos de un día después de que la Corte Suprema de Brasil negara al exmandatario un recurso de suspensión para evitar su prisión antes de agotar todas las apelaciones en instancias superiores.
El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, no se entregó en el plazo indicado por el juez federal Sergio Moro para comenzar a cumplir su condena de 12 años por corrupción y su defensa y representantes negocian con las autoridades sobre su detención.
En Curitiba, el delegado de la Polícia Federal, Igor Romário de Paula, informó que estaba negociando con la defensa del expresidente para su entrega a las autoridades. Según el delegado, no se descarta que sigan las negociaciones incluso después del fin del plazo establecido por Moro. El delegado dijo que la intención es evitar un enfrentamiento, ya que el presidente se encuentra rodeado de casi 30 mil partidarios suyos en la sede del Sindicato de los Trabajadores Metalúrgicos de Brasil en la ciudad de Sao Paulo. El delegado recalcó que es remota la posibilidad de que la Policía Federal entre al sindicato a detener a Lula.
Moro decretó ayer jueves la prisión de Lula da Silva, y le concedió un margen de un día para entregarse. Moro permitió en su orden que Lula se presentara voluntariamente a la Policía Federal de Curitiba, en el sur del país, a más tardar a las 17:00 p. m. de este viernes. “Al condenado, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, le concedo, en atención a la dignidad del cargo que ocupó, la oportunidad de presentarse voluntariamente a la Policía hasta las 17.00 del día 06/04/2018, cuando deberá ser cumplido el mandato de prisión”, señaló en su decisión.
Ante esto, a las primeras horas del viernes, Lula, solicitó otra suspensión al Tribunal Superior de Justicia de Brasil, pero terminó por negársela unos cuarenta minutos antes de que se cumpliera el plazo dado por Moro para que el exmandatario se entregue a las autoridades. La decisión de negar este recurso fue tomada por el juez Félix Fischer.
La resolución de Moro se anunció menos de un día después de que la Corte Suprema de Brasil negara al exmandatario un recurso de suspensión para evitar su prisión antes de agotar todas las apelaciones en instancias superiores. Moro, encargado de las investigaciones del caso de corrupción en el que está involucrada la compañía brasileña Petrobras, condenó el año pasado al exmandatario a nueve años de cárcel por corrupción pasiva y lavado dinero, una pena que fue ratificada y ampliada a 12 años en enero pasado por el Tribunal Regional Federal de la 4ª Región, con sede en la ciudad de Porto Alegre.
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