Historia de una de las pioneras pilotando aviones de combate, famosa por sus éxitos militares en la Batalla de Staligrando.
P HUERGO CASO/ ENLACE JUDÍO: -La Rosa Blanca de Stalingrado se marchitó el primer día de agosto del año 1943, a los 22 años de edad, cuando su caza -un yakoliev- fue derribado por las tropas nazis en los cielos del óblast de Donetsk, en el sudeste de Ukraina. Y su cuerpo jamás fue encontrado.
Lidia Litviak había nacido 22 agostos antes, en medio de la hambruna de Moscú de 1921, cuatro años después de la Revolución Rusa y dos después del fin de la Primera Guerra Mundial. Sus padres eran inmigrantes de Lituania o de Ukraina en Moscú. Dicen que desde bien pequeña Lidia ya mostraba afición por los aviones; y que a los catorce años se apuntó en unos cursos de aeronáutica en la Academia Hersonsky; y que a los quince pilotó su primer avión. Sólo fue a la escuela primaria y su infancia no fue fácil: Vladimir, su padre, en 1927, fue declarado enemigo de la Unión Soviética y enviado a trabajos forzados a un gulag en Siberia. La madre hizo lo indecible para criar a su hijo Yuri y a Lidia en la escasez del comunismo.
Hasta 1941, Lidia fue instructora de aviación en el Club de Kalinisnky. Pero ese mismo año el pacto entre Alemania y la U.R.S.S. se rompió y la Unión Soviética se alió con los Estados Unidos para luchar contra el nazismo. Litvak quiso alistarse en las filas de la fuerza aérea del Ejército Rojo tan pronto como estalló la guerra. Su sueño se hizo realidad en octubre de 1941, cuando se creó una nueva unidad de la fuerza aérea soviética, compuesta exclusivamente de mujeres: “Grupo 122”.
Las mujeres de esa unidad recibían instrucción militar en aviones de combate durante aproximadamente tres meses . Litvak entrenó en aviones tipo Yak-1, que más tarde le sirvió en la mayoría de las batallas aéreas que libró. La unidad se subdividió en tres. En enero de 1942, se unió a la nueva unidad 586 de la Fuerza de Defensa Aérea, también compuesta exclusivamente por mujeres. Ella serviría allí por ocho meses. En este marco, se le asignaron solo vuelos de defensa, y durante todos sus ocho meses en esta unidad aún no fue completamente descubierta como un portento de la aviación de combate.
El 13 de septiembre de 1943, Litvak se convirtió en la primera mujer en derribar un avión de combate alemán. Digamos que se especializó en combates sobre Stalingrado.
El 23 de febrero de 1943, después de que se completara la victoria soviética en Stalingrado, Litvak recibió su primera condecoración, la Medalla de la Estrella Roja: fue ascendida teniente coronel. Un mes más tarde resultó herida pero rescatada.
En los meses siguientes, Litvak se lesionó varias veces y en una de las batallas incluso tuvo que abandonar su avión. La historia del rescate en este último caso es única: cayó en el corazón de una zona enemiga, los nazis la rodeaban y estaban a punto de arrestarla, pero el piloto de Amit aterrizó su avión junto a ella y, abriendo fuego contra el enemigo, logró saltar al avión, que nunca llegó a estar totalmente parado. Se salvaron los dos. Ascendió al rango de teniente. Y dicen que también hubo se comprometió con uno de sus comandantes, el capitán Alexei Prolovich Solomatin. Al menos en las cartas que le mandó a su madre ella admite estar enamorada de él. Solomatin fue muerto el 21 de mayo de 1943 en un accidente de entrenamiento. Tres meses después , el 1 de agosto de 1943, sería Litvak quien muriera, al ser derribado su caza.
Además de la decoración de la estrella roja, Litvak también recibió la de Lenin, la de la bandera roja y el doble de la Gran Guerra Patriótica. De forma póstuma, recibió la condecoración del Héroe de la Unión Soviética, aunque no sin polémica, pues era hija de un enemigo de la patria y además su cuerpo fue encontrado. No obstante, en 1979, descubrieron su cuerpo y los restos de su avión cerca de la aldea ucraniana donde desapareció 36 años antes. Sin embargo, la eliminación final de las reticencias ocurrió solamente en 1986, un año después de que Mikhail Gorbachev llegara al poder en la Unión Soviética
El 6 de mayo de 1990, cuatro años después de establecerse formalmente la muerte de Litvak, y alrededor de un año antes de la desintegración final de la Unión Soviética, su hermano Yuri recibió en su nombre el título de “Héroe de la Unión Soviética”: 47 años después de su muerte.
Hoy tiene hasta un museo dedicado por completo a ella y sus compañeros pilotos . Junto a él hay una estatua de ella Además, se escribieron libros sobre ella y aún más. El Festival de Edimburgo de 1985 presentó una obra basada en su personaje, protagonizada por Ken Stott y Tilda Swinton.
Litvak siempre volaba con un ramo de flores frescas en su cabina. Y solía pintar un lirio blanco en cada lado de su avión, en honor a todos y cada uno de sus aviones enemigos. Su apodo, incluso desde la infancia, fue “Lily” o “Lilia”. Muy rápidamente, los soviéticos comenzaron a llamarla “el blanco lirio de Stalingrado”. El enemigo alemán y todo el Occidente se equivocaron al identificar la flor y comenzaron a llamarla la “Rosa Blanca de Stalingrado”.
© P HUERGO CASO / ENLACE JUDÍO
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