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sábado 02 de noviembre de 2024

Los héroes caminan entre nosotros: La historia de Michel Cojot-Goldberg

Enlace Judío México.- Esta es una historia que de alguna manera relaciona el drama de la Shoá con la existencia de Israel.

Creemos que merece ser conocida.

La película Entebbe narra la historia de cómo un avión de Air France en 1976, volando desde Tel Aviv fue secuestrado por miembros del Frente Popular para la Liberación de Palestina y las Células Revolucionarias Alemanas.

La periodista Hadley Freeman contó en el diario The Guardian la historia de Michel Cojot-Goldberg, uno de los más antiguos amigos de su padre.

Él se hallaba en ese vuelo con su hijo Olivier que tenía doce años, como dominaba muchos idiomas había oficiado de traductor para el presidente de Uganda, Idi Amin, era el intermediario entre los secuestradores y los pasajeros, y se convirtió en una de las figuras centrales para lograr el rescate de los rehenes. La periodista considera que la historia personal de Michel y la razón por la que fue ignorado por los realizadores del film es tan increíble que requeriría filmar una película exclusivamente sobre su vida.

Michel Goldberg nació en París, sus padres lograron escapar de la Francia ocupada durante la guerra. Un día su padre tuvo que ir a Lyon y quiso llevar con él a su querido niño de cinco años. Pero como había nevado, su madre tuvo miedo de que enfermara y se quedó en casa. Eso le salvó la vida, porque su padre fue capturado y deportado. Logró escapar del tren pero fue apresado pocos días después, enviado y asesinado en Auschwitz.

La madre de Michel se volvió a casar después de la guerra y le cambió el conspicuo apellido judío a su hijo para evitarle el drama padecido en la Shoá, por el más neutral de su padrastro, Cojot. Michel creció y aparentemente era un hombre feliz y exitoso, cuando el padre de la periodista lo conoció tenía un trabajo muy importante en París, se había casado y tenido tres hijos, Olivier, Stephane y Yael. Pero internamente Michel vivía atormentado por la culpa de no haber estado con su padre cuando fue detenido. Estaba dominado por una obsesión, la de vengar el asesinato de su padre, matando al responsable de su arresto, Klaus Barbie, que era el jefe de la Gestapo local en Lyon y responsable directo de la muerte de 14,000 personas.

Michel sabía que Barbie había huido a Bolivia, donde se había ocultado, por lo que en 1975 fue allí, donde encontró a Barbie. Fingiendo ser un periodista, estudió con todo cuidado su rutina diaria y los horarios de sus actividades. Un día lo siguió y le apuntó con el arma a la espalda, era el momento perfecto para dispararle, pero no pudo hacerlo. A sus ojos le había fallado a su padre una vez más. Volvió a Francia y sufrió un colapso nervioso Entró en una depresión profunda y su matrimonio se destruyó. Al año siguiente, llevó a su hijo mayor, Olivier, a Tel Aviv y el 27 de junio cuando estaban regresando a París, en el vuelo 139 de Air France el avión fue secuestrado.

Una vez que el avión fue desviado a Uganda, y los rehenes fueron trasladados a un edificio abandonado en el aeropuerto, Michel, con mucha astucia logró relacionarse de alguna de manera con el secuestrador que dirigió la operación, Wilfried Böse. Durante muchas horas, debatieron sobre política y Michel logró convencer a los terroristas para que liberaran a un grupo de rehenes, entre los que se hallaba su hijo.

Pocos días después también él también fue liberado con el segundo grupo, y cuando regresó a París les contó a los agentes del Mossad todo lo que había observado y memorizado cuidadosamente: la organización y la composición del grupo terrorista, sus actividades y hábitos diarios, sus alojamientos y los lugares donde dormían los rehenes.

El historiador Saul David en su aclamado libro de 2015 sobre el rescate de Entebbe, Operation Thunderbolt, detalla con precisión lo invaluable que fue la información aportada por Michel para la operación de rescate. Motta Gur, el entonces jefe de personal de las IDF dijo que si no hubiera sido por Michel: “hubieran muerto muchos más rehenes y soldados”.

Aunque Michel no había podido cumplir su venganza por los judíos asesinados por Barbie, pudo salvar a casi todos los rehenes en el avión. Y aunque no pudo salvar a su padre, había salvado a su hijo. Michel luego escribió un relato sobre su fracaso intento de asesinar a Barbie y atestiguó en el juicio de Barbie en 1987 en Lyon, donde fue condenado a cadena perpetua. Barbie murió en la cárcel cuatro años después. El círculo estaba cerrado.

La salud de Michel mejoró después de Entebbe, pero incluso entonces estaba envuelto por un halo de tristeza. Michel murió en 1999, Hadley Freeman dice que cuando vio el muy conmovedor documental de Boaz Dvir sobre él, Cojot, fue cuando recién entendió la vida de Michel, y tal vez el mensaje: las películas de acción de Hollywood están muy bien, pero los verdaderos héroes caminan entre nosotros.

 

 

 

Fuente:cciu.org.uy

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