Enlace Judío México.- Mientras todos los ojos están puestos en las manifestaciones semanales organizadas por Hamás y otras facciones palestinas a lo largo de la frontera entre la Franja de Gaza e Israel, como parte de la llamada Marcha del Retorno, un campo de refugiados palestinos cerca de Damasco está enfrentando una ofensiva a gran escala militar y de limpieza étnica por parte del ejército sirio y sus aliados.
KHALED ABU TOAMEH
Los crímenes de guerra cometidos contra los palestinos en el campamento de Yarmouk hasta ahora no han provocado ni una pizca de indignación, y mucho menos el tipo de protesta que emerge de la comunidad internacional por los acontecimientos de las últimas cuatro semanas a lo largo de la frontera entre la Franja de Gaza e Israel.
La comunidad internacional parece diferenciar entre el disparo a un palestino de un soldado israelí y el disparo a un palestino de un soldado sirio.
En el primer caso, Hamás y varios grupos palestinos han estado alentando a los palestinos a marchar hacia la frontera con Israel, y algunos incluso intentando destruir la valla de seguridad y arrojando piedras y bombas de gasolina a las tropas israelíes. Los organizadores de las manifestaciones en Gaza dicen que su objetivo real es “lograr el derecho al retorno y el regreso a toda Palestina“.
Decenas de periodistas locales y extranjeros han mostrado gran interés en la “Marcha del retorno“. Reporteros de diferentes partes del mundo han estado convergiendo en la Franja de Gaza y la frontera con Israel para informar sobre las manifestaciones semanales y los enfrentamientos entre palestinos y soldados israelíes.
¿Cuántos periodistas, sin embargo, han viajado a Siria para cubrir la difícil situación de los palestinos en ese país? ¿Un pequeño puñado, tal vez? ¿Por qué? Porque los palestinos que están siendo mutilados y asesinados en Siria son víctimas de un ejército árabe, nada que ver con Israel.
El campamento de Yarmuk fue una vez hogar de unos 160,000 palestinos. Sin embargo, desde el comienzo de la guerra civil en Siria, el número de residentes que quedan en el campamento se estima en unos pocos cientos.
El 19 de abril, el ejército sirio y sus aliados, incluidos los rusos, lanzaron una ofensiva masiva contra grupos de oposición y terroristas del Estado Islámico con base en Yarmuk.
Desde entonces, 5.000 de los 6.000 residentes que quedan en Yarmuk han huido del campamento, según las Naciones Unidas y organizaciones de derechos humanos. La mayoría de las casas del campamento han sido destruidas en los últimos años como resultado de los combates entre el ejército sirio y los grupos opositores que encontraron refugio en Yarmuk.
Yarmuk ha estado bajo el asedio total del ejército sirio desde 2013, una situación que ha causado una crisis humanitaria para los residentes. Según algunos informes, la situación ha empeorado tanto que los residentes que viven allí se han visto obligados a comer perros y gatos para sobrevivir.
En la última semana, al menos 15 palestinos han muerto en ataques aéreos y bombardeos de artillería en Yarmuk.
Según el Grupo de Acción para los palestinos de Siria con sede en Londres, 3.722 palestinos (incluidas 465 mujeres) han sido asesinados desde el comienzo de la guerra civil en Siria en 2011. Se dice que otras 1.675 han sido detenidas por las autoridades sirias, y otro 309 constan como desaparecidos.
Más de 200 de las víctimas palestinas murieron debido a la falta de alimentos y atención médica, la mayoría de ellos en Yarmuk. Desde el comienzo de la guerra civil, unos 120.000 palestinos han huido de Siria a Europa. Otros 31.000 huyeron al Líbano, 17.000 a Jordania, 6.000 a Egipto, 8.000 a Turquía y 1.000 a la Franja de Gaza.
El 24 de abril, aviones de guerra sirios y rusos llevaron a cabo más de 85 ataques aéreos en el campamento de Yarmuk y arrojaron 24 barriles de explosivos; 24 cohetes y docenas de misiles fueron disparados en el campamento.
Un día antes, aviones de guerra sirios y rusos lanzaron 220 ataques aéreos contra el campamento de Yarmuk. Los aviones de combate arrojaron 55 barriles de dinamita sobre el campamento, que también fue atacado con 108 cohetes y misiles.
Según el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (OOPS), el conflicto en Siria “sigue perturbando la vida de los civiles, causando muertos y heridos, desplazamientos internos, grandes daños a la infraestructura civil y persistentes necesidades humanitarias. sufren violencia indiscriminada, restricciones a su libertad de movimiento y continuas violaciones del derecho humanitario internacional y de los derechos humanos. Los palestinos se encuentran entre los más afectados por el conflicto“.
UNRWA dijo que de los aproximadamente 438.000 refugiados palestinos que permanecen dentro de Siria, más del 95% (418,000) necesitan urgentemente asistencia humanitaria sostenida. Casi 254.000 son desplazados internos, y se estima que 56.600 están atrapados en lugares de difícil acceso o totalmente inaccesibles.
El silencio de la comunidad internacional frente a los crímenes de guerra cometidos contra palestinos indefensos en un campo de refugiados en Siria es un insulto.
Arrojar barriles de dinamita sobre casas y hospitales en un campo de refugiados palestinos aparentemente no interesa a quienes pretenden defender a los palestinos en todo el mundo. Tampoco parece que el tema conmueva al Consejo de Seguridad de la ONU.
Pero la frontera entre la Franja de Gaza e Israel: para el mundo, ahí es donde se desarrolla la historia real. Ciertamente, no en Siria, donde los palestinos se enfrentan a la limpieza étnica a diario.
¿Y qué hay de los líderes de los palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza? Están ocupados de otra manera. La Autoridad Palestina de Mahmoud Abbas y Hamás están demasiado ocupados lanzándose al cuello unos a otros e intentando derribar a Israel para que preste mucha atención al sufrimiento de su pueblo en Siria.
Durante las últimas cuatro semanas, los dos partidos palestinos rivales han estado castigando a Israel por sus acciones a lo largo de su frontera con la Franja de Gaza. También han pedido a la comunidad internacional que responsabilice a Israel por sus “crímenes” contra los palestinos.
Pero cuando se trata de atrocidades que se cometen contra su pueblo en un país árabe, aparentemente les fallan las palabras a los líderes palestinos. Assad y su ejército pueden asesinar palestinos y lanzar ataques aéreos contra un campamento palestino sin un gemido de protesta de Hamás o la Autoridad Palestina. De hecho, todo lo que uno oye es el silencio de los muertos.
Khaled Abu Toameh, un periodista galardonado, tiene su base en Jerusalén.
Fuente: Gatestone Institute – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico
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