El pequeño favor que se convirtió en un proyecto de vida. Entrevista a la Morá Youlyn Luna

Enlace Judío México.- Encuentra inspiración y conoce a los mejores educadores judíos de Iberoamérica- éste es el nuevo proyecto del Centro Kehilá.

Todos conocemos Morim del presente o del pasado que son una fuente de inspiración. Personas que tocaron nuestros corazones y los de cientos o hasta miles de alumnos. Como miembro del movimiento Centro Kehila queremos brindarte la oportunidad de conocer y aprender de estos educadores excepcionales. Inspírate con sus historias, sus sueños, y sus consejos.El proyecto “More Hajodesh” es un pequeño reconocimiento del Centro Kehila a estas grandes personas.

Este mes tenemos el orgullo de nombrar a La Mora Youlyn Luna, coordinadora del área de hebreo y judaísmo del prestigioso colegio CIM – ORT de México.

Si conoces a un More o Mora que su labor y/o trayectoria pueden inspirar a nuestra Kehila de educadores, no dudes en contactarnos.

La Morá Youlyn Luna es coordinadora del área de hebreo y judaísmo del  colegio CIM ORT. Su amabilidad y enorme corazón se refleja en todo lo que hace. Junto con las palabras de hebreo que enseña, los valores del judaísmo que transmite, viene una enorme dosis de cariño por cada uno de sus alumnos.

Pregunta: Sabemos que eres una Morá muy dedicada. Pero, estoy seguro de que no naciste Morá. Cuéntame acerca de tu infancia ¿dónde naciste? ¿Cómo creciste? ¿Qué tipo de educación tuviste?

Nací el 25 de Marzo del 75 en Venezuela, soy hija única y me críe con mi mamá ya que mis padres se divorciaron cuando era muy pequeña. Gracias a mi mamá, que hizo todo lo posible para que yo tuviera todo lo que necesitaba, tuve una infancia normal.

Cuando crecí un poco (5to o 6to grado) comencé a ir al Bnei Akiva y ahí tuve una educación un poco más ortodoxa. Me gradué en el año ´93 del Colegio Hebraica Moral y Luces Hertzl Bialik de Caracas.

Apenas me gradué, hice Aliá a mis 18 años. Viví dos años en Israel en un kibutz religioso que se llama Sde Eliahu y se encuentra en Beit Shean (en el norte de Israel).

P. Mencionaste que viviste dos años en un Kibutz religioso, ¿Qué impacto ha tenido esto en trabajo como Morá?

El hecho de vivir todos los jaguim en Israel en un entorno religioso definitivamente causó un gran impacto. Considero que no es lo mismo escuchar acerca de los Jaguim en Israel que haberlo vivido y creo que es importante vivir los Jaguim en Israel para poder trasmitirlos a los niños de la Gola con más pasión.

P. Ser Morá no es nada fácil. ¿Por qué decidiste hacerlo?

Al cabo de dos años en Israel regresé a Venezuela y un día me llamaron para suplir a una Morá. Inicialmente la iba a suplir sólo por 15 días. Sin embargo, me enamoré del trabajo y 22 años después sigo involucrada en la educación judía.

P. Es increíble pensar que lo que empezó como un pequeño favor se convirtió en tu proyecto de vida. Dices que te enamoraste del trabajo, pero estoy seguro de que has de tener muchos retos. Comenzaste en Venezuela ¿Cuándo llegaste a México?

Llegué a México hace aproximadamente cuatro años.

P. ¿Cuál es tu mayor reto como Morá?

Para mí, el mayor reto es que los jóvenes vean el hebreo como parte de la identidad judía que debemos tener todos. Concretamente, que los jóvenes puedan conseguir un nivel de hebreo con el cual se puedan comunicar de manera fluida con sus pares. El problema es que hoy en día el inglés y la tecnología han causado que nuestros jóvenes le den menos importancia a la educación judía y al hebreo. De hecho, éste ha sido siempre un reto.

Además, creo que debemos dar herramientas a nuestros jóvenes para que puedan enfrenar el antisemitismo y que sepan responder ante movimientos anti-Israel y antisemitas. Estos movimientos se encuentran en muchos lugares, en especial en las universidades. Yo creo que es esencial darles a ellos la firmeza para no caer en el juego de aquellos grupos.

P. Tú llevas ya 22 años como Morá, ¿Qué diferencias vez entre los niños de hoy y los niños de cuando empezaste?

De hecho, no veo mayor diferencia al fin y al cabo, los niños son niños en cualquier parte del mundo y en cualquier circunstancia. La única diferencia que si podría decirte es que la tecnología ha influenciado mucho en la capacidad de respuesta de nuestros hijos y nuestros jóvenes. Ellos  están acostumbrados a recibir todas las respuestas de manera inmediata, esto ha causado que se pierdan un poco la paciencia y la tolerancia.

P. ¿Cuál es la parte más emotiva de ser Morá?

Definitivamente que tus exalumnos se acuerden de ti como Morá con mucho cariño.

P. ¿Puedes dar un ejemplo?

Sí, hace muchos años me encontré con una de mis primeras alumnas que ya había conformado una familia. Cuando me vio, fue con tanta emoción para buscar a su esposo para presentarme. Ella le dijo: “mira, ésta es mi Morá de tercer grado”.  Imagínate, ¡Habían pasado 15 o 18 años y todavía me recordaba con mucho cariño! Eso definitivamente me dio mucha satisfacción, pues el que te recuerden tan bonito, significa que dejaste huella y que fue una bonita experiencia.

P. El que alguien te recuerde con cariño es maravilloso, pero el dejar huella en alguien es verdaderamente invaluable. Tú has tenido mucha satisfacción como Morá ¿Recomendarías a alguien que sea Moré/á?

Mira, para que alguien sea Moré definitivamente tiene que sentir pasión por lo que está haciendo. Yo considero, que para ser Morá tienes que nacer con el don de querer transmitir. Uno puede estudiar todas las carreras y todas las maestrías en educación, pero si no tiene esa pasión no se completa.  No soy quien para recomendar, pero en general lo que hagas tienes que hacerlo con pasión. Aquella persona que tenga ese sentimiento de querer transmitir y querer enseñar que lo haga definitivamente, pero uno tiene que querer esta carrera.

El CIM ORT, fue el primer colegio judío de México, un colegio que tiene largos años de tradición e historia. Estoy seguro de que es muy especial enseñar en él. Me gustaría que nos cuentes acerca de un proyecto especial que realiza el colegio.

Tenemos un programa muy interesante, se trata de un intercambio que hace nuestro colegio con el colegio Leo Baeck en Haifa. En el verano viajan a Israel, aproximadamente 15 alumnos de excelencia del 3er año de secundaria. Ellos se hospedan en Haifa, en las casas de alumnos de este colegio y estudian con ellos. Más adelante llegan alumnos del colegio israelí a México, se hospedan en la casas de sus compañeros mexicanos y estudian con ellos en nuestro colegio. Esta es verdaderamente una experiencia indescriptible.

Además, nuestros alumnos hacen proyectos de “Tikun Olam” en los cuales ayudan a personas que se encuentran en situaciones difíciles. Hace poco se unieron a una misión de la organización CADENA para ayudar a una de las comunidades que fueron afectadas en el terremoto de septiembre. Nuestros alumnos también realizan actividades de “Tikun Olam” en el viaje a Israel.

¿Si tuvieses que pasar un año en una isla desértica con un personaje de la historia judía, con quien escogerías estar?

Sería con Theodor Hertzl.

¿Si pudieras vivir en Israel donde escogerías vivir?

A mí me gustaría vivir en Tel Aviv, cerca de la Playa, o en Zijron Yaacov.

Lo más bonito del judaísmo es…

Lo más bonito es que todo “por qué” tiene una respuesta y se puede explicar en todos los niveles, desde los niños más chiquitos en primaria y hasta la profundidad con la cual se puede llegar con un joven en bachillerato. Todo tiene una explicación y todo tiene un por qué de ser.

Tip para un Moré principiante…

Yo le recomendaría a todo Moré que apenas inicia, que tenga mucha paciencia y trabaje constantemente, ya que los resultados se van a ver a mediado o largo plazo. Pero, si se va sembrando esa semillita y se le va cuidando se ven los resultados positivos.

¿Cuáles son tus sueños?

Mi sueño como madre judía es ver a mis hijos crecer sanos, felices y cumpliendo sus sueños. Otro sueño que tengo es algún día vivir en Israel.

¿A quién te gustaría agradecer?

Antes que nada, quisiera agradecer a Dios. Gracias a Él estoy donde estoy y soy quien soy. A mí mamá por haber luchado y nunca haber desistido para sacarme adelante. A mi esposo y a mis hijos por toda la paciencia que han tenido. Definitivamente, el que ha tenido una mamá Morá sabe que no es fácil tener una madre Morá, que dedica tiempo a otros niños que no son ellos. A ellos les agradezco por su infinita paciencia.