Enlace Judío México.- En la antigüedad, las virtudes exaltadas por otras naciones, no eran la integridad personal o la humildad. Las civilizaciones antiguas admiraban el poder físico de sus líderes (Hércules); su ingenio militar (Alejandro Magno), o su astucia (Hermes). La humildad nunca mereció ser exaltada como una virtud por los paganos. Por el contrario, la humildad se asociaba con la debilidad.
RABBI YOSEF BITTON
La Torá, sin embargo, nunca enfatiza la fuerza militar o el poder físico de un líder: la victoria en el campo de batalla, en última instancia, es otorgada por Dios.
Esta es la razón por la cual muy pocas personas recuerdan que Moshé hubiera sido considerado como un “poderoso” líder y guerrero por otros pueblos, ya que entre otras cosas:
*Moshé enfrentó y derrotó al Faraón, el hombre más poderoso del mundo en ese momento.
*Moshé llevó de la esclavitud a la libertad a tres millones de personas.
*Moshé triunfó en las gloriosas batallas contra Sijón y ‘Og.
Sin embargo, lo que destaca la Torá es el carácter y la personalidad de Moshé. Particularmente, su humildad.
¿Qué es la humildad de un líder judío? ¿Y por qué es tan importante?
Un líder puede tener dos tipos de objetivos: sus aspiraciones públicas y sus aspiraciones personales. Las aspiraciones públicas consisten en lo que el líder quiere hacer por el bien de su comunidad, su pueblo o nación. Las aspiraciones personales consisten en lo que el líder quiere hacer para su beneficio personal: su riqueza, su narcisismo, su auto imagen, etc. A veces estas dos dimensiones coexisten armoniosamente, y a veces se vuelven inversamente proporcionales: si el principal objetivo del líder político es su beneficio personal, el líder estará dispuesto a sacrificar el bien de su comunidad para lograr sus objetivos personales.
Hay muchos ejemplos de este tipo de liderazgo. Lo que no hay son muchos ejemplos de situaciones inversas. Cuando un líder está dispuesto a sacrificar su propio honor, sus bienes materiales y hasta su dignidad por el bien de su pueblo.
Veamos ahora algunos ejemplos del liderazgo de Moshé Rabbenu para descubrir qué tipo de líder era él.
EL BECERRO DE ORO
Moshé reacciona con indignación e ira cuando desciende del monte Sinaí y ve al pueblo adorando al becerro de oro. Habían reemplazado a Hashem con un ídolo egipcio y lo estaban adorando. La indignación de Moshé en ese momento fue tan severa que rompió las Tablas.
LA GENTE SE QUEJA
En la Parashá de esta semana, cuando el pueblo se queja diciendo con insolencia que “solo tenían el maná para comer en el desierto” y comienzan a extrañar en voz alta lo que comían en Egipto, Moshé también se “ofende” (ובעיני משה רע), aunque esas quejas estaban dirigidas hacia Hashem, no hacia la persona de Moshé …
MÁS QUEJAS
En el desierto, la gente se quejó nuevamente diciendo “¿Por qué Hashem nos sacó de Egipto y nos trajo a este desierto para hacernos morir de sed y hambre?”
La gente se quejó con Hashem, pero Moshé reaccionó con ira, llamando al pueblo de Israel “rebeldes” (שמעו נא המורים).
Estos tres casos, en los que Moshé reacciona con enojo y se ofende, tienen algo en común: las quejas no están dirigidas hacia Moshé: el pueblo, lamentablemente, se estaba comportando con desagradecimiento e insolencia hacia Hashem…
Ahora que sabemos que Moshé es capaz de reaccionar con enojo ante ciertas crisis y ofensas, vemos otros tipos de situaciones que normalmente hubieran merecido una reacción por lo menos similar, si no mayor, de parte de Moshé.
COMPETENCIA PERSONAL
En la Parashá de esta semana, dos individuos, Eldad y Medad, estaban “profetizando” en el campamento de Israel. “Profetizar” era una prerrogativa exclusiva de Moshé, hasta ese entonces. Este evento “irreverente” fue notado por Yehoshua, quien inmediatamente informa a Moshé y le propone “neutralizar” a estos dos hombres: la “competencia” de Moshé. ¿Cuál fue la respuesta de Moshé? (Bamidbar 11:29): “Y Moisés respondió (a Yehoshua): ¿Acaso estás celoso por mí? ¡Ojalá todo el pueblo de Hashem profetizara, y [ojalá] Hashem les otorgue su profecía [también] a ellos!
OFENSAS PERSONALES
En otro episodio, también en nuestra Parashá (Bamidbar 12: 1-2). “Miriam y Aarón hablan falsamente en contra de Moshé…”. En esta ocasión, nuevamente, Moshé no se enoja, ni reacciona. No hay celos, ni reproche, ni contraataques. Moshé lo deja pasar y permanece en silencio.
¿Por qué? Porque Moshé se “ofende”, o reacciona, o se siente agraviado y actúa con pasión cuando se trata del honor de Hashem. Moshé se preocupa apasionadamente por la causa y el honor de Hashem. Su aspiracion pública es que el pueblo de israel se comporte como el pueblo de dios. Y su aspiración pública se transformó en su “única” aspiración.
Por eso, cuando se trata de temas personales, que afectarían su propio honor, Moshé no se molesta. Ni se ofende. Actúa con cero arrogancia porque para Moshé no hay aspiraciones personales. Para Moshé es suficiente conocer su propia integridad. Y no le importa la competencia en el liderazgo. Todo lo contrario: quiere estimularlo.
Estos gestos son una clara indicación de lo que significa la humildad en el judaísmo: desplazar nuestros intereses personales hacia la periferia y establecer la causa Divina en el centro de nuestras vidas. Moshé, como individuo y como líder, representa el epítome de la humildad.
Y por eso la Torá dice acerca de Moshé:
“Y Moshé fue un hombre muy humilde, más [humilde] que cualquier otro hombre sobre la faz de la tierra”.
Fuente:halajá.org
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