Argentina e Israel: un partido, mucha polémica

Enlace Judío México.-Queridos amigos y amigas,

Les escribimos especialmente a ustedes para compartir algunas apreciaciones sobre la suspensión del amistoso previsto para el próximo sábado 9 de junio entre los seleccionados de nuestros países.

ILAN SZTULMAN

1. La amistad entre la República Argentina y el Estado de Israel no se dirime en un partido de futbol. Reafirmamos los vínculos estrechos que unen a los dos pueblos.

2. Lamentamos que un espectáculo deportivo que había concitado tanta expectativa se haya alejado de lo lúdico y visto entrampado en disputas políticas.

3. Condenamos las amenazas y provocaciones dirigidas a Lionel Messi, que lógicamente suscitaron el apoyo de sus pares.

4. No obstante, las federaciones nacionales de futbol asumimos un compromiso con el estatuto de la FIFA por el cual está prohibida la discriminación de cualquier país por cuestiones de religión, posicionamiento político o de cualquier otra índole.

5. Ceder ante el chantaje de unos pocos irracionales y/o terroristas es incumplir con esta norma fundamental del deporte.

6. Nos solidarizamos con toda la sociedad argentina frente a la quema de camisetas albicelestes y el llamado a la destrucción de imágenes del capitán de su selección. Estas actitudes no son propias de un país soberano sino de un grupo de extremistas.

Asimismo, en relación al carácter plural y abierto del Estado de Israel nos gustaría subrayar:

7. Que el capitán de nuestro seleccionado, Bibras Natkho, es un prometedor jugador israelí de credo musulmán y que 8 de los 23 integrantes de nuestro equipo son de origen árabe.

8. A diferencia de lo que sucede a nuestro alrededor, Israel es un abanico de identidades: judíos, cristianos, musulmanes, drusos, beduinos y más. Todos conviven en una compleja y única sociedad democrática.

9. En este sentido, se preveía que la agenda del seleccionado argentino a la ciudad de Jerusalén contemplara la visita de los jugadores a la Iglesia del Santo Sepulcro y al Muro de los Lamentos, así como un encuentro con un clérigo musulmán.

10. Y aún más, miles de entradas habían sido donadas a niños y jóvenes de diversos credos para presenciar juntos el espectáculo deportivo, promoviendo un mensaje de convivencia y paz entre las religiones. Esta vez, perdimos la oportunidad, pero Israel no modifica su rumbo. La invitación a jugar en Israel está siempre extendida.

*Embajador de Israel en Argentina