¿Continuará la Edad de Oro entre Israel y México con Obrador?

Enlace Judío México.- El recién electo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presenta una nueva situación para México.

HERB KEINON

La elección arrolladora en México el domingo de Andrés Manuel López Obrador plantea numerosas preguntas sobre cómo gobernará el candidato ardorosamente de izquierda y anti-establishment.

¿Qué políticas adoptará contra el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump? ¿Cómo se orientará México hacia el resto de América Latina? ¿Cómo abordará la asombrosa tasa de homicidios de México (29,000 personas asesinadas en 2017), una de las tasas más altas del mundo? ¿Cómo lidiará con la economía del país?

Para Israel, sin embargo, la pregunta clave es si continuará las políticas de su predecesor, Enrique Peña Nieto, las políticas que han llevado a una verdadera Edad de Oro en las relaciones Israel-México.

Mientras que Jerusalén es reflexivamente cautelosa cuando los gobiernos de izquierda toman el poder en varios países del mundo, esto no necesariamente es un mal augurio para las relaciones con el Estado judío, como lo demuestra el gobierno de izquierda del primer ministro Alexis Tsipras en Grecia, que ha mantenido, incluso avanzado, los estrechos vínculos establecidos con Israel por su predecesor más conservador.

“Las relaciones entre Israel y México están realmente en su apogeo“, dijo Dina Siegel Vann, directora del Instituto Belfer para Asuntos Latinos y Latinoamericanos del Comité Judío Estadounidense, en una entrevista telefónica desde Washington.

Ella dijo que esto se manifestó en lazos comerciales sin precedentes y la cooperación entre los dos países; visitas regulares de alto perfil, la más importante de las cuales fue el viaje del Primer Ministro Benjamin Netanyahu a la Ciudad de México en septiembre pasado; y los cambios en el patrón de votación de México en la ONU.

Por ejemplo, México se abstuvo tanto en la votación de diciembre en la Asamblea General de la ONU que condenaba a los Estados Unidos por mover su embajada a Jerusalén, y en la votación en el mismo organismo el mes pasado que condenaba a Israel por la violencia en Gaza y pedía la protección de población civil palestina. En el pasado, generalmente votaron en contra de Israel en este tipo de votos.

“La pregunta es si Obrador continuará en esa pista, o si recordará el momento en que México era parte del Tercer Mundo y el movimiento no alineado“, dijo Siegel Vann.

Siegel Vann, oriundo de la Ciudad de México que emigró a los Estados Unidos en 1997, dijo que era simplemente “prematuro” predecir cómo irán las cosas. “Es muy confuso en este punto. Tenemos que esperar y ver“, dijo.

Al mismo tiempo, la autoridad del AJC (Congreso Judío Mundial, por sus siglas en inglés) en América Latina dijo que había algunas “buenas noticias”.

Primero, dijo, es que la comunidad judía mexicana, una comunidad muy sionista de unas 45,000 personas, tiene vínculos con el presidente electo que se remonta a los días cuando era alcalde de la Ciudad de México a principios de la década de 2000.

“Lo conocieron en campaña y lo sensibilizaron sobre sus preocupaciones”, dijo.

En segundo lugar, dijo, “las relaciones entre Israel y México hoy se basan no solo en valores e historia, sino también en intereses claros: hay mucho valor añadido que Israel trae a la mesa para México“.

Ese “valor añadido”, explicó, es que México ha invertido fuertemente en compañías israelíes, e Israel también ha invertido en la economía mexicana. Por ejemplo, el año pasado, el gigante mexicano de la petroquímica Mexichem compró la icónica compañía de riego por goteo Netafim por unos 1.500 millones de dólares, y la compañía farmacéutica Teva de Israel compró el gigante farmacéutico mexicano Rimsa por 2.300 millones de dólares.

Además, dijo, la ayuda que Israel envió rápidamente a México después del devastador terremoto del año pasado es algo por lo que el país sigue agradecido.

“Ahora hay una conexión basada en intereses mutuos“, dijo. “Creo que en todos los niveles ves que la relación es bastante estrecha“.

Siegel Vann, quien dijo que la cuestión de la relación de México con Israel no jugó ningún papel en la campaña electoral, dijo que Obrador no tiene antecedentes en Israel, ni ha hablado ampliamente al respecto. No ha viajado mucho fuera de México y nunca ha visitado Israel.

“No le interesan demasiado los asuntos exteriores“, dijo. “Está mucho más interesado en México mismo, en mirar hacia adentro y tratar de generar cambios dentro de México“.

Fuente: The Jerusalem Post / Traducción: Silvia Schnessel / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico