Enlace Judío México.- Muchos estadounidenses e israelíes creen que las mejoras económicas reducirán la motivación palestina para llevar a cabo ataques terroristas. Sin embargo, la historia muestra que los palestinos tienen otro conjunto de prioridades.
GENERAL DE BRIGADA (RES.) YOSSI KUPERWASER
La conexión aparente entre la economía y el terrorismo palestino está tomando ahora el centro de la escena en las discusiones sobre los palestinos. Los portavoces estadounidenses, liderados por el asesor presidencial Jared Kushner, hacen hincapié en los enormes beneficios que esperan a los palestinos si ellos adoptan el nuevo – y por ahora no publicado – plan de paz estadounidense. En el contexto de Gaza, Estados Unidos e Israel están tratando de promover la inversión en la Franja de Gaza, no sólo por preocupación real por la calidad de vida de sus residentes, sino también basados en la presunción que mejorar la situación económica restringirá el terrorismo en el corto plazo y la amenaza de una guerra más amplia en el futuro causada por el abatimiento y la desesperación.
Muchos en Israel expresaron sorpresa, ansiedad, y frustración frente a los instintos destructivos de los gazatíes (muchos afiliados a Hamás) quienes prendieron fuego a la planta de traslado en el cruce fronterizo Kerem Shalom, mientras Israel está haciendo esfuerzos por asegurar el flujo de bienes hacia Gaza. Israel está incluso considerando abrir su frontera a los obreros gazatíes y está explorando las posibilidades de inaugurar un puerto para Gaza.
En las áreas bajo el control de la Autoridad Palestina y Jerusalén oriental controlada por Israel, hay una presunción de que la situación económica está afectando el nivel del terror. En un estudio publicado hace poco por el Jerusalem Center for Public Affairs, los autores – palestinos e israelíes – critican duramente la lucha de la Autoridad Palestina y al movimiento de boicot contra la normalización de los vínculos económicos entre los israelíes y palestinos en lugares de trabajo compartidos. Ellos afirman específicamente que las actividades económicas compartidas, principalmente en el Área C, podrían volverse una forma de crear una base para promover la paz a través de intereses económicos compartidos en el crecimiento futuro. El primer ministro Netanyahu ya planteó en el pasado la idea de la “paz económica” en este contexto.
Una ecuación compleja
Sin embargo, la conexión entre economía y paz es extremadamente complicada y poco convincente. Los palestinos llevan a cabo ataques terroristas por motivos ideológicos, y la mayoría de ellos ven el terror como una forma de actuar justificada y efectiva de promover sus objetivos en el conflicto con Israel. Los terroristas y sus familias son elegibles para beneficios económicos significativos en la forma de los salarios que les paga la Autoridad Palestina. El compromiso del liderazgo palestino con la lucha contra el Sionismo es más grande que la consideración de la ganancia económica, aun cuando la AP está consciente que tiene que proporcionar una respuesta a las necesidades económicas de los palestinos. Como prueba, la segunda intifada estalló durante un período de crecimiento impresionante.
Decidir sobre el alcance apropiado del terrorismo refleja la percepción de elementos diferentes dentro del sistema político palestino con respecto al costo versus beneficio de diferentes tipos de actividades terroristas en cualquier momento en el tiempo. Cuando se evalúa esta comparación, tienen que tomarse en cuenta distintas consideraciones.
La economía es vista como un elemento restrictivo, especialmente en las circunstancias de una crisis seria. Por ejemplo, la crisis económica en el 2005, es vista como una de las razones que llevaron a los palestinos a una decisión de terminar la segunda intifada.
La discrepancia entre el compromiso con las consideraciones ideológicas y la importancia de las consideraciones económicas es pequeña entre el sector comercial palestino. Crece entre un movimiento comparativamente pragmático tal como Fatah, ampliado aun más entre un movimiento religioso, ideológico tal como Hamás, el cual también tiene un compromiso de gobernar Gaza, y se ha vuelto aún más fuerte entre movimientos más extremistas, tal como la Yihad Islámica, que no están comprometidos con abordar las dificultades de la población.
En cualquier caso, la posibilidad de que las tentaciones económicas lleven a un cambio en el objetivo nacional palestino es muy ligera en tanto el sistema palestino no sea liderado por un movimiento político que dé prioridad al bienestar de sus ciudadanos. Ese movimiento debe reconocer que para proveer a sus necesidades económicas, debe terminar su compromiso con la lucha contra el Sionismo, lo que se traduce como renunciar al “Derecho al Retorno” y decidir renunciar al establecimiento de un estado palestino en toda la Palestina del mandato.
El enfoque de la administración estadounidense critica a los palestinos y a Hamás, en particular, por “no actuar conforme a las necesidades del pueblo palestino.” Esta reacción indica una falta de entendimiento de las prioridades palestinas y superpone sobre ellas un orden de prioridades occidental, el cual ve en la búsqueda de la felicidad y la prosperidad el objetivo solitario de toda la gente.
Los palestinos explican al mundo que ellos tienen un orden de prioridades diferente, incluyendo pagar salarios a terroristas, “Marchas del Retorno,” la destrucción de un cruce de camiones crucial para los bienes, y el derecho a abstenerse tanto de la vida humana como de la prosperidad. Sin embargo, parece que los estadounidenses, europeos, y muchos israelíes no están entendiendo estos mensajes. Ellos continuarán creyendo que las consideraciones económicas pueden llevar a los palestinos a cambiar sus políticas anti-paz.
No debemos disminuir la importancia de invertir en el avance de la economía palestina y de la cooperación económica con ellos. Estos están basados en motivos éticos – desde el deseo de traer prosperidad económica a nuestros vecinos a promover la familiaridad entre ambos pueblos. Debemos esperar que al final esto motive a los palestinos a cambiar su orden de prioridades.
*El Gen. de Brig. (res.) Yossi Kuperwasser es Director del Proyecto sobre Acontecimientos Regionales Meso Orientales en el Jerusalem Center. Fue anteriormente Director General del Ministerio de Asuntos Estratégicos de Israel y director de la División de Investigación de la Inteligencia Militar de las FDI.
Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.
Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.
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