Enlace Judío México.- La “Ley de Nacionalidad” atenta contra los fundamentos democráticos de Israel.
J-AmLat, Judíos Latinoamericanos Progresistas por las Paz, repudia la Ley Básica: Israel como Estado Nación del Pueblo Judío aprobada el 19 de julio de 2018 en la Knésset con 62 votos a favor, 55 en contra y dos abstenciones.
J-AmLat rechaza la ley ya que contradice los principios que nos guían como movimiento, entre ellos:
Apoyar al Estado de Israel en la realización del judaísmo humanista y el ideal sionista de crear una sociedad ejemplar basada en los valores democráticos y de respeto a los derechos humanos claramente expresados en la Declaración de Independencia de 1948. Este ideal implica construir un Estado comprometido a vivir en paz con sus vecinos, así como asegurar prosperidad e igualdad para todos sus ciudadanos.
La llamada Ley de Nacionalidad impulsada por la actual coalición en el gobierno israelí:
• Atenta contra los fundamentos democráticos del Estado de Israel establecidos en la Declaración de Independencia de 1948 que señala “promoverá el desarrollo del país para el beneficio de todos sus habitantes; estará basado en los principios de libertad, justicia y paz, a la luz de las enseñanzas de los profetas de Israel; asegurará la completa igualdad de derechos políticos y sociales a todos sus habitantes sin diferencia de credo, raza o sexo; garantizará libertad de culto, conciencia, idioma, educación y cultura”.
• Atenta contra la pluralidad, inherente al pueblo judío. Aunque la ley no define qué es “ser judío”, los hechos hablan por sí solos. La esfera pública y civil en Israel es regida por las definiciones de una minoría ortodoxa-nacionalista y ultra-conservadora que desconoce la legitimidad del resto de las corrientes judías, sean estas religiosas o no religiosas. Cabe decir que la mayoría de los judíos en el mundo están adscritos a corrientes y movimientos no-ortodoxos. (Ver inciso 1B).
• Atenta contra el principio de igualdad ante la ley al sentar las bases para la legalización de la discriminación contra no-judíos y también contra judíos que no se incluyan por completo en la línea oficial del Estado. (Ver inciso 1B).
• Atenta contra la democracia y el ejercicio pleno de la ciudadanía israelí de la población nojudía al exigir su pertenencia al pueblo judío para hacerlo. En este sentido, la nueva ley niega los derechos ciudadanos y la identidad colectiva de distintas minorías que son parte de la sociedad israelí: palestinos, drusos, circasianos, beduinos, entre otras. (Ver incisos 1B, 1C y 7)
• Atenta contra la diversidad social y cultural en Israel al degradar el status oficial de la lengua árabe, que es la lengua materna para más del 20% de los ciudadanos del Estado de Israel. (Ver inciso 4).
• Atenta contra el consenso del anhelo de paz en Israel/Palestina basado en dos Estados: o al legalizar la colonización judía en lo que entiende como “Tierra de Israel”, incluidos los territorios de Gaza, Cisjordania y Jerusalén oriental, ocupados desde 1967 y contraviniendo sistemáticamente la ley internacional. La creciente colonización judía en los territorios de un futuro Estado palestino es uno de los principales obstáculos para la paz. Esta ley abre el camino para una posible anexión de los asentamientos judíos en territorios ocupados, desconociendo los derechos políticos, ciudadanos y nacionales del pueblo palestino; o al declarar a la ciudad de Jerusalén como “capital completa y unida” del Estado de Israel, desconociendo los acuerdos internacionales que gobiernos israelíes han firmado para determinar su status final a través de negociaciones con el pueblo palestino. (Ver incisos 3 y 7).
• Atenta contra la autonomía, dignidad y libertad de conciencia de los judíos que viven en otros países al erigirse el Estado de Israel, de forma paternalista y bajo esta ley discriminatoria, como protector y rector del patrimonio cultural, religioso e histórico de los miembros del pueblo judío. (Ver inciso 6).
La andanada de los gobiernos encabezados por Benjamín Netanyahu contra los valores democráticos con los que se fundó el Estado de Israel lastima el vínculo de identidad con millones de judíos en el mundo. Más aún, normaliza expresiones nacionalistas extremistas y discriminatorias que ponen en riesgo la integridad de judíos y no-judíos en Israel y otras partes del mundo.
J-AmLat hace un llamado a las comunidades judías de Latinoamérica y a sus miembros a rechazar esta ley que fue aprobada por apenas 62 de los 120 miembros del parlamento israelí, y que tendrá impactos negativos para millones de personas, judías y no-judías, israelíes y no israelíes, dentro y fuera del Estado de Israel.
J-AmLat exhorta a las instituciones, movimientos, grupos y miembros del pueblo judío que consideran esencial salvaguardar los valores democráticos y la defensa de los derechos humanos a rechazar y repudiar esta deplorable ley.
Consulte el texto en español de la Ley Básica: Israel como Estado Nación del Pueblo Judío en:
https://j-amlatmexico.blogspot.com/2018/07/ley-basica-israel-como-estado-nacion.html
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