Informes desclasificados de interrogatorio muestran cuánto Irán dio forma a la guerra de Irak

Enlace Judío México e Israel.- Circulan documentos sobre una de las figuras políticas chiíes más prominentes de Irak mientras funcionarios estadounidenses debaten si designarlo como un terrorista.

MICHAEL R. GORDON Y BEN KESLING

Informes de interrogatorios estadounidenses, desclasificados recientemente, echan nueva luz sobre una de las figuras políticas chiíes más prominentes de Irak y sobre el rol de Irán en entrenar y armar a las milicias iraquíes que atacaron a tropas estadounidenses durante la guerra de Irak.

Los interrogatorios de Qais al-Khazali, el líder de un gran grupo miliciano chií que está tratando de obtener un rol político en Irak, fueron conducidos una década después de que él fue capturado por la coalición liderada por los estadounidenses. La coalición lo acusó de organizar un ataque en el 2007 que llevó a las muertes de cinco soldados estadounidenses.

Los informes fueron desclasificados y aprobados para darlos a conocer al público por el Mando Central de Estados Unidos hace meses como parte de un intento por estudiar la historia de la guerra de Irak. Aunque no han sido distribuidas oficialmente por el gobierno estadounidense, las copias han sido revisadas por The Wall Street Journal.

Los informes han estado circulando en Washington mientras legisladores y funcionarios del gobierno de Trump han estado debatiendo si designar a Khazali y a su grupo miliciano como entidades terroristas.

Es también probable que los informes enturbien la escena política en Bagdad, donde el Sr. Khazali está compitiendo por poder con otros líderes políticos chiíes, incluido Moqtada al-Sadr, el feroz clérigo chií cuyo movimiento cosechó impresionantes ganancias en las recientes elecciones iraquíes y con quienes rompió Khazali, según muestran los informes.

La figura política en el corazón del drama es Khazali, el líder de Asaib Ahl al-Haq, el grupo militante chií que ganó 15 lugares en las elecciones parlamentarias de Irak en mayo.

En los últimos meses, Khazali ha afirmado públicamente que él no está agradecido con Irán. Pero los informes del interrogatorio muestran que él discutió su interacción con Irán y el respaldo recibido de Teherán por parte de las milicias chiíes iraquíes durante un período en que ellas estuvieron atacando a tropas estadounidenses y aliadas.

Irán y Estados Unidos han estado compitiendo por influencia en Irak. Durante la guerra en Irak, Irán buscó influenciar al gobierno dominado por los chiíes en Irak, a menudo en detrimento de la minoría suní.

Irán también proporcionó armas y entrenamiento a milicias chiíes, dicen funcionarios de Estados Unidos, para que ellos pudieran atacar a las fuerzas estadounidenses y presionarlas para que abandonen el país. Las fuerzas estadounidenses partieron en el 2011 después de que el Presidente Barack Obama y el entonces primer ministro iraquí Nouri al-Maliki no lograron llegar a un acuerdo para permitir que permanecieran las tropas estadounidenses.

Según un informe del interrogatorio del 18 de junio del 2007, Khazali dijo que el entrenamiento fue llevado a cabo por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán en tres bases cerca de Teherán, incluida la base Imán Khomeini, la que Khazali dijo que había visitado.
“Hay iraníes y el Hezbolá libanés conduciendo el entrenamiento en estas bases,” decía el informe, basado en el interrogatorio. “Los iraníes son expertos en guerra a gran escala mientras los libaneses son expertos en guerra urbana o de guerrillas.”

Los oficiales iraníes no ordenaron que objetivos específicos deben ser atacados en Irak pero sugirieron que las milicias chiíes iraquíes enfoquen algunos de sus ataques sobre las tropas británicas “para forzar una retirada” e incrementar la presión sobre Estados Unidos para que se retire también, decía el informe.

“Parece que Estados Unidos está liderando una campaña contra Asaib Ahl al-Haq y su líder el Jeque Qais al-Khazali porque él rechazó enérgicamente la interferencia extranjera en los asuntos iraquíes,” dijo Qassim al-Darraji, un miembro del politburó del partido.

Funcionarios de la misión de Irán en la ONU no respondieron a una solicitud de comentarios. Irán ha negado durante mucho tiempo las afirmaciones del ejército de Estados Unidos que ha fomentado la inestabilidad en Irak.

Khazali también discutió cómo los iraníes suministraron a las milicias con penetradores explosivamente formados (PFE), un tipo especialmente letal de dispositivo explosivo que mató o hirió a cientos de tropas estadounidenses. “El detenido dijo que cualquiera puede recibir entrenamiento en PFE y que a Irán no le importa quién lo obtiene,” decía un informe. “Esto se debe a la disponibilidad y bajo costo de los PFE.”

Funcionarios estadounidenses dijeron que el rol más notorio de Khazali, y el que llevó a su captura, fue su participación en una conspiración para secuestrar a tropas estadounidenses en la ciudad iraquí de Karbala al sur de Bagdad, que terminó con la muerte de cinco soldados estadounidenses. El objetivo del ataque de Karbala, el cual él dijo a los interrogadores fue planificado por Irán, había sido tomar rehenes estadounidenses que serían intercambiados por seguidores de Sadr retenidos por la coalición liderada por los estadounidenses, dijo Khazali.

Khazali fue entregado a las autoridades iraquíes a fines del 2009 después que prometió que los miembros de su milicia depondrían sus armas y fue liberado poco después de eso. No hubo ningún indicio en los informes de que Khazali fuera sometido a duro interrogatorio mientras estuvo en custodia del ejército de Estados Unidos, aunque él se quejó que estaba bajo angustia y sufrió ataques, destaca el informe.

Khazali dijo mientras pasó por el interrogatorio que él había sido un joven gordito, según transcripciones del interrogatorio, y un joven estudioso que consiguió una licenciatura en geología antes de pasar a estudiar religión. Su disposición a fundir ciencia y tecnología le ganaron la aprobación de Mohammad al-Sadr, uno de los pensadores chiíes más respetados y padre de Moqtada al-Sadr, dijo él.

El anciano Sr. Sadr fue ejecutado en 1999 en un ataque por el que sus seguidores culparon al líder iraquí Saddam Hussein, y su hijo asumió el manto de su padre.

Bajo interrogatorio repetido, Khazali discutió su extenso viaje a Irán con Moqtada al-Sadr y después por su propia cuenta como un emisario en busca de dinero, apoyo político y armas.

En visitas anteriores los dos fueron recibidos por iraníes de alto rango. Más tarde, durante una visita en el 2005 a Irán que Khazali emprendió solo, funcionarios iraníes le dijeron que Sadr tenía que tomar parte en las elecciones iraquíes para asegurar que “la gente chií ganara control completo del país y el gobierno.” Él también se reunió con Qassem Soleimani, el jefe de la Fuerza Quds paramilitar de Irán.

Sadr no pudo ser contactado inmediatamente para comentar.

Khazali también dijo de su rompimiento con Sadr, de quien se quejó en un informe de interrogatorio del 6 de enero del 2008, “no tiene principios y sólo trabaja para la ganancia personal.” Días después en ese viaje, él se reunió con Qassem Soleimani, el líder de la paramilitar Fuerza Quds.

Muchos de sus interrogatorios están llenos de relatos de los tratos de Sadr con los iraníes y su interés en controlar el dinero iraní fluyendo a grupos políticos en Irak.

Khazali también dijo a los interrogadores que un buen número de otras figuras políticas iraquíes simpatizaban o eran influenciadas por Irán, incluido Jalal Talabani, quien se desempeñó como presidente iraquí y murió en el 2017.

Las milicias respaldadas por Irán se han abstenido de atacar a las tropas estadounidenses desde que retornaron a Irak en el 2014 para ayudar a las fuerzas iraquíes a combatir a los militantes del Estado Islámico, un enemigo en común de Washington y Teherán.

Pero, los vínculos estrechos de Khazali con Irán resuenan hoy debido a Asaib Ahl al-Haq, la organización desprendida que él formó que se encuentra como una facción potencialmente poderosa mientras Irak lucha para formar un gobierno después de una elección díscola.

“Ellos tenían un asiento antes, y desempeñaron un gran rol porque tenían armas; ahora tienen 15 veces tantos asientos,” dijo Kirk Sowell, editor del boletín Inside Iraqi Politics.

Aunque esos 15 escaños no son necesariamente útiles por su cuenta, Khazali podría doblarse en una coalición o separarse y convertirse en una voz persistente de oposición a un gobierno que es muy probable que sea disfuncional, dijo Sowell.

Sadr ha visto gran éxito siendo un tábano de la oposición durante los últimos años, y Khazali podría obtener poder y popularidad con un enfoque similar.

 

 

Fuente: The Wall Street Journal
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.

 

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.

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