La legislación electoral brasileña prevé una segunda vuelta el 28 de octubre, en caso de que ninguno de los candidatos consiga más de la mitad de los sufragios totales.
La cita está marcada por la polarización del electorado y el auge del candidato ultraderechista, Jair Bolsonaro que cuenta con el 40% de las preferencias.
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Apodado como el “Trump brasileño” por su actitud, Bolsonaro es polémico por su defensa de la dictadura militar y por sus comentarios misóginos, homofóbicos y machistas a lo largo de su campaña.
Abierto partidario del Estado de Israel, en agosto aseguró que cerrara la embajada de Palestina en la capital Brasilia, establecida desde que el gobierno de Dilma Rousseff lo reconoció como Estado en 2010.
“¿Palestina es un país? Palestina no es un país, por lo que no debería haber ninguna embajada aquí”, declaró en agosto Jair Bolsonaro, un legislador del Partido Social Liberal, cuando el Congreso Nacional volvió a tener sesiones después de un receso de tres semanas. “No se negocia con terroristas”, agregó.
El legislador de derecha es un gran admirador y defensor de Israel. Criticó el hecho de que la representación diplomática de la Autoridad Palestina se encuentra a poco más de 3 kilómetros de distancia del Palacio de Planalto, sede del gobierno de Brasil.
“Mi corazón es verde, amarillo, azul y blanco”, llegó a decir Bolsonaro a una audiencia de 400 personas en el Club Hebraica en Río de Janeiro en 2017 en referencia a las banderas de Israel y Brasil. Se ganó un gran aplauso al elogiar al Estado judío por su poder y sistema de bienestar social, diciendo que debería inspirar a la nación más grande de América Latina, informó el sitio JTA.
Su principal rival en estas elecciones es el socialista Fernando Haddad, sucesor del exmandatario preso Lula da Silva, que cuenta con un 25% de las intenciones de voto según los sondeos.
Como tercer favorito permanece el laborista Ciro Gomes, que tiene entre el 11% y el 13 % de las preferencias. Les siguen Geraldo Alckmin, el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), con el 7 % y la líder ecologista Marina Silva, con el 3%.
Bolsonaro necesitaría crecer diez puntos para garantizar su elección como nuevo presidente de Brasil este domingo sin necesidad de disputar una segunda vuelta.
Durante la jornada electoral, el Ejército reforzará la seguridad en más de 500 municipios brasileños.
