Enlace Judío México e Israel.- El 12 de noviembre pasado se produjo la confrontación militar más violenta entre el grupo terrorista Hamás, que gobierna la Franja de Gaza e Israel desde la guerra del verano del 2014; la denominada operación Margen Protector con duración de 51 días. Los enfrentamientos se registraron después de una operación encubierta de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Gaza, en la que murió un oficial israelí de alto rango y otro quedó herido. Asimismo, siete terroristas de Hamás perecieron. Aparentemente las FDI “buscaban colocar dispositivos de espionaje en Gaza y fueron descubiertos”.
LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO
Los militantes de Hamás llevaron a cabo una desproporcionada respuesta a los hechos: durante 24 horas dispararon indiscriminadamente alrededor de 470 cohetes y morteros contra ciudades y pueblos del sur de Israel, lo que obligó a que miles de personas se refugiaran; entre los israelíes se creó un entorno de pánico y angustia. El sistema defensivo “Cúpula de Hierro” de Israel, derribó alrededor de 100 cohetes y el resto cayeron en campo abierto. Hubo decenas de israelíes heridos; un autobús fue destruido del que descendieron 50 soldados minutos antes de ser bombardeado. Hamás se declaró victorioso con el lanzamiento de cohetes, su arrogancia llegó al extremo de declarar repetidamente “que le enseñaron una lección a Israel”.
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La respuesta de las FDI fue relativamente moderada: 70 ataques a objetivos terroristas de Hamás y la Yihad Islámica (que tiene presencia en Gaza y la Península del Sinaí), fueron puestos militares, depósitos de armas, activos de inteligencia y destrucción de 3 túneles cavados desde Gaza a territorio israelí. Cabe destacar que en el transcurso del último año Israel descubrió 17 túneles, cada uno con un costo estimado de 3 millones de dólares. Hamás ha logrado cavar los túneles y abastecerse de armas con los recursos que le proporciona el régimen teocrático de Irán. También se ha hecho de fondos provenientes de Occidente y de la ONU que supuestamente deberían de haber sido destinados a los renglones de Salud, Educación, e Infraestructura, entre otros.
Los israelíes que viven en las proximidades de Gaza están extremadamente temerosos y molestos por el constante disparo de cohetes de Hamás y el envío de sus terroristas para perpetuar atentados. Hamás ha estado disparando cotidianamente cohetes y morteros a Israel desde el 2016. Con la Marcha de la Vida que iniciaron los palestinos desde finales de marzo pasado “para recuperar sus tierras que fueron apropiadas por los invasores judíos”, han congregado en la frontera de Gaza con Israel a miles de palestinos, entre ellos terroristas de Hamás, que han lanzado piedras, cocteles molotov, globos y cometas incendiarios, quemado de llantas. La vida de los israelíes en esa frontera se ha vuelto insoportable. Los cometas y globos han incendiado tierras de cultivo, invernaderos, destruido ganado, y en general, afectado, el entorno climático de la zona. Las pérdidas económicas de los agricultores israelíes son cuantiosas.
De aquí que en cuanto se declaró el cese al fuego entre las FDI y Hamás, negociado por Egipto, “miles de ciudadanos israelíes pobladores de las regiones meridionales, acosados por el fuego de Gaza, inundaron las calles en airosa protesta, agotados por el cíclico ritual de agresión de Hamás”. Un sinnúmero de israelíes comparte un sentimiento de derrota y decepción por el último alto al fuego; están agotados ante las estrategias políticas, diplomáticas, e inclusive, militares, del gobierno de Benjamín Netanyahu frente a Gaza y Hamás, incluso el Ministro de Defensa de Israel, Avigdor Liberman, estuvo en desacuerdo con el alto al fuego y renunció alegando que Israel había capitulado ante el terrorismo. Parte importante de la opinión pública en Israel considera que se debe dar un golpe contundente a Hamás; algunos miembros de la coalición del gobierno de Netanyahu amenazaron con abandonarla; y convocar de inmediato a elecciones. Finalmente aceptaron permanecer en la coalición y esperar el año que falta para nuevas elecciones.
Netanyahu consideró que una operación de mayor envergadura contra Hamás en la actualidad haría más vulnerable a Israel a la acción militar de Hezbolá, Irán y Siria en el norte; mientras Hamás tiene entre 10 mil y 20 mil cohetes, Hezbolá posee 10 veces más. Netanyahu ha argumentado que la Cúpula de Hierro y un enorme muro para completarse el próximo año en la frontera de Israel con Gaza, hacen que el frente con Hamás no se compare con la amenaza del Norte. El alto al fuego con Hamás, aunque precario y temporal, abre un eventual paréntesis de negociación a mayor plazo. Netanyahu mencionó “que el país no debe jugar a la política con el tema de seguridad”.
La violenta ofensiva de Hamás ha buscado forzar a Israel a una guerra de desgaste, este grupo se ha defendido con escudos humanos para presentarlos como víctimas inocentes de la FDI. Israel tradicionalmente ha sido derrotado por los medios de información internacional, que crean una imagen favorable para los palestinos como víctimas frente a las operaciones de legítima defensa de las FDI. El Derecho Internacional ampara la respuesta militar de los países en defensa propia, así como llevar a acciones para evitar agresiones futuras.
Cabe mencionar que Israel, en una muestra de gran sensibilidad con la población gazatie que vive una profunda crisis humanitaria, agravada por la reciente escalada militar, ha permitido en el cruce de Kerem Shalom con Gaza, el funcionamiento normal para que cientos de camiones ingresen a Gaza para abastecer a la población de insumos básicos.
Las condiciones que enfrentan los gazatíes son verdaderamente inhumanas; la miseria en que viven es responsabilidad de sus líderes; los gazatíes viven secuestrados por Hamás; en Gaza no existe libertad de expresión, la movilidad de las personas está limitada, prevalece un régimen de terror, de tortura y de represión. Atemorizar a la población tiene como objetivo destruir toda resistencia; a quienes más sufren en Gaza son los niños endoctrinados en un fanatismo religioso militar cuyo foco central es el odio a Israel.
Hamás construye túneles con base a mano de obra infantil, que es más apta para tener movilidad en las excavaciones de los mismos. Los enemigos de Israel tienen que entender que no está ocupando la Franja de Gaza, las FDI se retiraron voluntariamente de la misma en el 2005 sin exigir nada como contrapartida, obligando a 8 mil ciudadanos israelíes a abandonar sus hogares; la operación desconexión de Gaza de Israel tuvo un costo estimado de tres mil millones de euros. También los enemigos de Israel deben dejar de decir que existe un bloqueo israelí en Gaza; hay un embargo de armas y materiales que pueden usarse para la fabricación de armas y la construcción de túneles.
La aceptación del alto al fuego de Hamás con Israel no significa que el primero haya renunciado a evitar los disturbios de la Marcha del Retorno, que genera muertes y desolación. La tregua con Hamás está erosionando lo que queda de la disuasión israelí, abriendo puertas a nuevas y más graves rondas de combates en el futuro próximo.
Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.
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