Enlace Judío México.- En los últimos siete años han sido asesinados 3.903 palestinos en los países árabes, mayormente en Siria. Los palestinos no tienen a nadie que los defienda. La organización extrema izquierdista e islamista BDS [Boicot, Desinversiones y Sanciones contra Israel] financiada por la República Islámica de Irán, Turquía, Arabia Saudita y países del Golfo pretende defender a los palestinos, junto con sus colaboracionistas occidentales, la extrema izquierda. Esa pretendida defensa no es más que la máscara de una judeofobia en versión moderna, del antisemitismo más rancio en coordenadas actuales.
Eduard Yitzhak
El BDS no ha prestado la menor importancia, ni se ha dignado a informar sobre los 3.903 asesinatos que las facciones islamistas y gubernamentales que en países árabes y mayormente en Siria. Estos palestinos en países árabes, especialmente en Siria, están sometidos a horrendas condiciones, torturas y asesinatos.
¿A quién le importa el sufrimiento de estos palestinos?
Al BDS, en absoluto. Como no pueden criticar a Israel ni falseando como siempre hace respecto al conflicto árabe/palestino-israelí, los ignoran.
Los 3,903 palestinos asesinados en el mundo árabe y en su gran mayoría en Siria en los últimos siete años tampoco son de interés para los periodistas occidentales o sus editores. Para estos, los informes de la Organización de Derechos Humanos que monitorean la condición de los palestinos en Siria son mera basura adecuada para la papelera. Según el organismo de control de Derechos Humanos que vigila la situación de los palestinos en Siria, el número de palestinos asesinados en Siria desde el comienzo de la guerra civil en 2011 es de 3.903. Otros 1.712 palestinos en ese país han sido arrestados por las autoridades sirias, y 316 figuran como desaparecidos.
El auténtico y real interés del BDS es deslegitimar Israel y emplear –y sacrificar- a los “palestinos” como sus peones en el tablero de la geostrategia para destruir a Israel, sacrificando el presente y futuro individual de los “palestinos” y de su colectividad.
La comunidad internacional en general, la extrema izquierda y extrema derecha (hermanadas en la judeofobia, así como también el islamismo) no están interesadas en lo que los árabes y los musulmanes están haciendo a los “palestinos” porque los periodistas occidentales están empeñados en cubrir solo las historias que -con tergiversaciones- reflejan negativamente a Israel. La situación de cerco, precariedad, terribles condiciones socioeconómicas y sanitarias, y la grave falta de libertad de los árabe-palestinos que viven en los países árabes no interesan a la prensa, y menos a los judeófobos de ambos extremos (izquierda y derecha) y todavía aún menos al BDS, de obediencia islamista y extrema izquierdista. [1]
La defensa real y auténtica de los palestinos consiste en primer lugar desautorizar al BDS, evitar ser manipulados por esta organización filoterrorista que se cubre con piel de cordero. E ilegalizar las actividades del BDS, como se ilegalizan las actividades de los grupos terroristas que se cubren con vestiduras blancas.
La defensa de los palestinos es a través de la recuperación de su historia y auténtico nombre: árabes, colonos que invadieron la tierra de Israel, y que abandonen el nombre postizo y artificioso de “palestinos”, cuando en realidad son árabes que viven en Eretz Israel, la tierra ancestral y cuna del judaísmo y de los judíos.
Estos “palestinos” son árabes que tienen “rights of longstanding presence” (“derechos de la presencia de larga duración”), y aunque se trata de derechos legítimos, no deben prevalecer sobre los derechos indígenas de los judíos. La naturaleza misma de la “presencia de larga duración” significa que a pesar que vivían en algún lugar hace mucho tiempo, no tienen derecho a ocupar a los pueblos indígenas (los judíos) y a controlarlos. [2]
Defender a los “palestinos” es liberarlos de la tiranía nihilista del islamismo (sunnita y chiíta), del yihadismo, así como del panarabismo -de background y substrato nazi-, la Autoridad Palestina) y conseguir que adquieran conciencia que son la carne de cañón del yihadismo y del panarabismo de influencia nazi y liberarlos del sometimiento y cautiverio de Hamás y Al Fatah y grupos similares que reciben fondos económicos occidentales a través de la UNRWA, dinero que va a parar a manos de sus dirigentes que destinan esos fondos a financiar terrorismo contra Israel. Esa riqueza fortalece a la dirigencia terrorista de Hamás y Al Fatah que controla a los árabe-palestinos y los tienen cautivos y sometidos y se dilapida en corrupción, terrorismo, armamento, y túneles para atacar a Israel en lugar de escuelas, bibliotecas, hospitales.
Exigir al mundo árabe que alberga en campos de concentración a sus hermanos y correligionarios “palestinos” que los libere y les permita vivir en igualdad de condiciones que al resto de la población –lo que no es mucho, ni mucho pedir- y que integren a sus “palestinos” como Israel ha querido y sabido integrar a los judíos del mundo árabe que vivían en esas tierras ya antes de la expansión árabe/musulmana. El mundo árabe expulsó a más de 900.000 judíos, mucho antes de que estallara el conflicto entre Israel y los “palestinos”, que se vieron obligados a abandonar sus tierras y propiedades, un éxodo que puso fin a una civilización de más de dos milenios y medio, anterior al Islam y a la llegada de los conquistadores árabes. Y esos judíos no reclaman nada del mundo árabe, sus hermanos judíos de Israel los integraron.
El mundo árabe debe integrar a sus hermanos y correligionarios árabe-“palestinos” en lugar de maltratarlos, cercarlos, y emplearlos como peones de la geoestrategia del totalitarismo islámico y del fracasado panarabismo, de matriz nazi.
Los totalitarismos nazi-fascista, comunista e islamista están hermanados por el odio a Israel y a los judíos, odio que no se limita a Israel y a los judíos, sino que extiende su mortal brazo nihilista a los valores de la civilización judeo-cristiana occidental, y a la libertad.
El odio que comienza con los judíos nunca termina con los judíos. No fueron solo los judíos los que sufrieron bajo Hitler. No fueron los judíos solamente los que sufrieron bajo Stalin. No son los judíos únicamente los que sufren bajo el Estado Islámico, Hamás, Hizbulá, al Qaeda, la Yihad Islámica, la República Islámica de Irán, Turquía, Qatar.
Antisemitismo significa negar el derecho de los judíos a existir como judíos y con los mismos derechos que el resto de los humanos. La forma que el antisemitismo asume hoy es el antisionismo. Defender a Israel es defender a Occidente en general, y a España en particular, y sus valores.
Como muy bien dijo Ferdinand August Bebel (1840- 1913), cofundador del Partido Obrero Socialdemócrata (SDAP) y Presidente del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) desde 1892 hasta su muerte en 1913: EL ANTISEMITISMO ES EL INTERNACIONALISMO DE LOS IMBÉCILES.
El antisemitismo se basa en el odio al judío, el odio ciega y oscurece la inteligencia. El BDS, y los partidos políticos antisemitas ERC, CUP y Podemos que lo apoyan, encarnan a la perfección ese cretinismo.
NOTAS
[1] https://www.gatestoneinstitute.org/13355/palestinian-victims
[2] Israel: El primer Estado indígena moderno del mundo
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