Los habitantes del sur de Israel y de la Franja de Gaza tienen pocas opciones

Enlace Judío México e Israel – El tiempo entre cada escalada se acorta y el daño, la muerte y la destrucción aumentan.

GERSHON BASKIN

Es cierto que el plan estratégico del primer ministro de Israel es evitar la creación de un Estado palestino. Una gran parte de esa estrategia es mantener a un gobierno débil de Hamás en Gaza. Esta ha sido su política durante años. Netanyahu no es distinto a los líderes anteriores de Israel, ya que ningún gobierno israelí ha tomado una decisión formal de apoyar la solución de dos Estados. Tampoco ha tomado una decisión formal de destruir a Hamás.

A pesar de que Israel ha designado a Hamás como una organización terrorista, desde que el grupo asumió el control de la Franja de Gaza en 2007, Israel ha adoptado políticas que han fortalecido a la organización, y desde que Netanyahu fue elegido en 2009, también ha implementado políticas que debilitan al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas. Si bien se sabe que esto no resuelve nada y conduce a continuas rondas de conflicto, a los ojos de Netanyahu, para impedir el establecimiento de un Estado palestino, Israel puede pagar ese precio, y aparentemente también Hamás.

Los habitantes del sur de Israel y de la Franja de Gaza tienen pocas opciones y no se les pregunta qué creen que debería hacerse. Las opciones políticas son bastante complejas y realmente se requiere una perspectiva estratégica para los próximos años. Actualmente, ante la ausencia de tal perspectiva, tanto de Israel como de Hamás, se intenta manejar un conflicto que no se puede manejar. El resultado son las continuas escaladas de violencia y guerra.

El tiempo entre cada escalada se acorta y el daño, la muerte y la destrucción aumentan. ¿Cuánto tiempo pueden permitirse ambas partes no realizar un análisis serio y profundo de sus opciones estratégicas y luego hacer sus mejores esfuerzos para trazar un curso estratégico que cambie significativamente la situación en el terreno?

Israel tiene una opción militar que es factible pero muy costosa. Israel podría volver a ocupar Gaza, aunque al hacerlo se perderían muchas vidas y costaría mucho dinero. Pero el principal problema es qué pasaría el día siguiente. El tiempo necesario en Gaza para recolectar armas, perseguir y matar a los líderes de Hamás y la Yihad Islámica Palestina, y al mismo tiempo gestionar la vida diaria de dos millones de personas resultaría en un derramamiento de sangre diario de israelíes y palestinos.

Tampoco hay una estrategia de salida clara para esta opción. La comunidad internacional estaría fuertemente en contra de Israel y las relaciones de Israel con Jordania y Egipto se verían amenazadas junto con cualquier logro que  haya alcanzado con otros países árabes en el Golfo Pérsico. El precio es simplemente demasiado alto.

Hamás tiene la opción de continuar su guerra contra Israel, seguir extorsionando a Israel y causar un gran sufrimiento sus habitantes, pero claramente sufrirá más. La capacidad de Israel de dañar a Gaza más de lo que Gaza puede dañar a Israel es tan extraordinaria que, además de perjudicar a la población civil, es poco probable que la guerra iniciada por Hamás tenga resultados dramáticos, ciertamente menos dramáticos que otras opciones existentes.

La opción humanitaria no política consiste en medidas que alivien el bloqueo de Gaza, como el ingreso de mercancías y el movimiento de personas que entran y salen de Gaza, la ampliación de la lista de mercancías y materia prima que puede entrar a Gaza, que incluyen materiales de construcción, permisos a trabajadores palestinos para trabajar en Israel, y el movimiento de estudiantes de Gaza a las universidades en Cisjordania. En estas circunstancias, la comunidad internacional estaría más dispuesta a invertir para desarrollar la infraestructura de Gaza, incluida la producción de electricidad, la desalinización del agua, el tratamiento de aguas residuales, etc.

Hamás continuaría controlando Gaza, y habría un mayor apoyo internacional, pero aún así sería limitado, a menos que Hamás cambie sus políticas y esté dispuesto a cesar sus acciones terroristas contra Israel. Esta opción no es realmente posible y no será aceptada por Israel mientras los cuerpos de dos soldados israelíes y dos civiles israelíes vivos permanezcan en Gaza como rehenes de Hamás. Israel puede acordar con Egipto medidas que alivien el bloqueo, pero dudo seriamente que se implementen hasta que haya otro acuerdo entre Israel y Hamás sobre este tema. Incluso entonces, dudo que Netanyahu cambie su gran estrategia de impedir la creación de un Estado palestino, asegurando que Gaza permanezca bajo el control de Hamás y manteniendo a Hamás en sus posiciones anti-Israel.

La opción más productiva sería implementar medidas para aliviar el bloqueo de Gaza y renovar las negociaciones con la Autoridad Palestina para alcanzar acuerdos concretos sobre cuestiones relacionadas con el estatuto permanente. Esto también implicaría eliminar la mayoría de los obstáculos que bloquean significativamente el desarrollo económico real de la economía palestina. Significaría también devolver todos los impuestos recaudados por Israel en nombre de la Autoridad Palestina, incluso si parte de los fondos son utilizados para apoyar a las familias de los palestinos que han matado a israelíes. Significa comprender que Israel tiene un interés real en un Estado palestino pacífico en Cisjordania y Gaza. Pero hay pocas posibilidades de que Netanyahu adopte algo parecido a esta opción.

Entonces, lo que nos queda por delante son las políticas que debilitan la capacidad de la Autoridad Palestina de gobernar en Cisjordania y que mantienen a Hamás en el poder en Gaza y aseguran repetidas rondas de violencia entre Gaza e Israel. Cada lado reclamará la victoria después de cada ronda, mientras que en realidad, ambos lados pierden. Mientras cada lado crea que el otro pierde más, continuarán engañándose a sí mismos de que la verdadera victoria es posible sin siquiera sentarse e intentar negociar una salida de este conflicto.

Fuente: The Jerusalem Post / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.

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Esti Peled: Esti Peled es corresponsal de Enlace Judío en Israel. Desde Haifa, donde radica, está siempre atenta a lo que sucede en el Estado judío. Aprovechando las 8 horas de diferencia horaria entre Israel y México, nos brinda las últimas noticias desde el lugar más "cubierto" del planeta.