Enlace Judío México e Israel – Del paraíso del amor al infierno del divorcio hay un breve paso. Por eso, Jessica T. Raijaman y Sergio Krashkur, pareja que vivió ese tránsito, escribieron el libro Nos quisimos… matar, donde dan cuenta de cómo pasar de un mal matrimonio a un divorcio exitoso.
Si bien todo divorcio es una experiencia dolorosa para la pareja que decide separarse, los hijos en común suelen pagar los platos rotos. Conscientes de eso, Jessica T. Raijman y Sergio Krashkur se divorciaron pensando en el bienestar de sus hijos. También escribieron un libro para compartir su experiencia y facilitarle el proceso a otras parejas que atraviesan por la misma situación. El libro se llama Nos quisimos… matar, y al respecto conversamos con ellos.
Enlace Judío: ¿Cuánto tiempo estuvieron casados?
Jessica: Estuvimos casados siete años y llevamos divorciados siete.
EJ: ¿Cuántos hijos tuvieron?
Sergio: “Tenemos dos hijos: Sebastián, de doce años y Camila de diez.
EJ: ¿Por qué se divorciaron?
Sergio: Se llega a puntos en que la pareja no puede tener empatía. Empiezan distanciamientos. Se acaba la comunicación. Todo lo que podría ser positivo se convierte en negativo. La gente no se expresa. Como buenos seres humanos comenzamos por el camino de mantenernos aislados, protegiendo la relación, sabiendo que si hablamos se volverá más álgida la explosión. Con el
tiempo comenzamos a aterrizar nuestras inquietudes. Teníamos que buscar el camino hacia la separación.
EJ: ¿Cómo fue la separación?
Jessica: “La separación hasta que Sergio se salió de la casa no estuvo tan mal. Una vez que se fue. Fueron meses muy difíciles. Los dos teníamos mucho miedo en un cambio al que uno se tiene que adaptar. No solo éramos Sergio y yo: están los niños, que en ese momento estaban muy chiquitos. Esto entra dentro de las preocupaciones, el futuro, qué va a pasar, cómo vamos a manejar esta nueva familia. Los momentos de ajuste fueron sumamente complicados. Fueron muchos meses de peleas, de desazones, disgustos, etc. Hasta que…
Sergio: “hasta que decidimos tomar el camino de la separación. Yo considero un error cuando la gente se queda mal casados. La casa se queda con mucha tensión. Es un criadero de batallas, salen todos salpicados. Jessica y yo evaluamos mucho esta parte, los niños son prioridad. Al entender que la separación nos iba a llevar a un divorcio en un punto en el que nadie se quería pelear. Comenzamos a tener enfoques hacia treguas y nueva comunicación para adoptarnos a la nueva etapa. Ahí comenzamos a marcar una vida con trascendencia de familia más que de matrimonio, en la que los dos bajamos la guardia, sacamos todo el pasado del común denominador de la plática. Nos desenganchamos para recorrer un nuevo camino en el que los dos ponemos de nuestra parte. Comenzamos a tener una vida como familia con la base de complementar a los hijos. Buscando la paz para nosotros mismos.
EJ: Sabemos que cuando hay un divorcio se toma a los hijos como punching bag ¿Cómo fue con ustedes?
Jessica: “Afortunadamente para Sergio y para mí nos quedó muy claro, desde el día uno que decidimos separarnos, que los niños no solo no iban a ser un punching bag: lo principal era que ellos iban a estar bien y por supuesto nosotros también. Cuando decidimos que nos íbamos a separar y divorciar hablamos con una psicóloga infantil con la que nuestros hijos ya iban. Al hablar
con ella, nos orientó la forma en que deberíamos de hablar con los niños para que no fuera tan fuerte esta decisión que estábamos tomando. Ella nos habló del cordón del amor, que une a los padres con los hijos y a los hermanos entre sí y no a los padres. Principalmente, para que los niños entendieran que los papás se pueden divorciar pero no se divorcian de los hijos y los hermanos no se divorcian entre sí. Siempre las discusiones eran entre Sergio y yo. Nunca utilizamos a los niños. Nos hicimos prometernos ambos que no agarraríamos a los niños para ningún efecto. Así es que entendimos que nos estábamos divorciando para estar mejor los cuatro. Perdemos perspectiva que lo más importante es el bienestar individual y de la familia. Por supuesto de esta nueva familia que conformamos. Los niños eran, son y serán nuestra prioridad. Los niños están muy bien. Promocionan el libro. Están contentos porque nosotros nos coordinamos muy bien en cuanto a las visitas, que no se presenten inconvenientes. Tenemos muy buena comunicación.
EJ: ¿En algún momento los niños escucharon si ustedes hablaban algo uno del otro con intención o sin ella?
Sergio: “El factor real entre Jessica y yo funcionaba en que los niños, como buenos tramposos que son, se coludían diciendo “haremos esto o lo otro sin que se entere papá o mamá.” Cuando lo escucha Jessica me lo comunica o yo a ella. Se dieron cuenta que nuestra comunicación era tal que no iban a poder llevar a cabo su plan. Con el tiempo logramos hacer una receta entre respeto y comunicación para poder integrar a los niños, hablándoles siempre con la verdad. Haciéndoles entender que la separación era necesaria. Los niños, viendo que nuestra relación es buena ellos, están bien. Para lograr este bienestar en la familia fueron invitadas tanto la familia de Jessica como la mía a tomar parte en esta nueva familia que formamos. Actualmente entre las familias hay una coexistencia armónica y de respeto.
EJ: ¿Cómo fue que decidieron unirse para escribir este libro?
Jessica: Nuestra vida está llena de coincidencias para casarnos y después para escribir el libro. Por separado, una amiga mía y un amigo de Sergio sugirieron que deberíamos escribir un libro acerca de cómo hemos llevado nuestro divorcio. Hemos recibido comentarios de lo bien que están los niños y la magnífica familia que somos. Los comentamos entre nosotros. Yo soy escritora y
Sergio fue director de la Revista Cinemanía. Empezamos con un capítulo cada uno por su lado, los intercambiamos, nos gustó y le seguimos. Cuando ya teníamos cuatro capítulos cada uno nos dimos cuenta que sí había algo en qué trabajar. Está apuntando a una historia que podemos contar. En el libro cada quién escribe un capítulo intercalado en general. Este acercamiento al punto de
vista del divorcio está desde la perspectiva de los dos. Trabajamos en el libro entre dos y medio y tres años.
EJ: ¿Algo más que ustedes nos quieran decir?
Sergio: “En el tema que representa el rompimiento de una pareja, se va a cambiar un hogar para no decir “destruirlo”. Hay que concientizarse, poniendo empeño en lo que vendrá. Lo que uno quiere. El éxito de este libro no es nuestro divorcio como tal. Es la verdadera base que nosotros logramos en la separación. Porque hicimos cosas muy puntuales para lograr tener esta relación en
la que la gente nos veía como los raros. Porque al escuchar de divorcios y separaciones es común que haya guerras adonde todos se rompen el alma. Están involucrados abogados y tranquizas muy fuertes por varios temas. Nunca cesa el fuego. Pasaron más de dos años cuando nuestra relación marchaba muy bien, cuando un día me llamó Jessica para decirme que ya era el momento para
llegar al divorcio y cerrar el ciclo. En el momento en que lo hicimos tuvimos un solo abogado para llegar al divorcio. Aparte de escribir el libro hemos dado varias conferencias. Con el libro y las conferencias invitamos a la tregua, con hijos funcionales lo mejor posible.
Jessica: Es importante definir lo que es un ex y las diferentes modalidades de familia. Afortunadamente cada vez hay más modalidades. Tantas como familias hay. Tenemos que tener apertura. Vivimos en un mundo cada vez más abierto y libre. Lo que dijo Sergio de “enterrar problemas” es literal. No se van a resolver en el divorcio. Lo que nos molesta del uno en el otro ya
no es relevante. No olvidar para qué nos divorciamos: para ser libres, para estar mejor, para reconocer quiénes somos fuera de ese matrimonio que no nos estaba haciendo bien. Un punto muy importante es que el proceso de la separación es un momento muy solitario. Nos han comentado del libro que aún cuando las historias no son las mismas, las emociones son humanas.
Nos quisimos…. matar ya se encuentra disponible en librerías.
Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico
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