Enlace Judío México e Israel.- Hace una semana y media, Hamás organizó su enfrentamiento semanal sobre el cerco con Gaza en honor del Día Mundial de Jerusalén, un evento inaugurado por el Ayatola Khomeini en 1979 y celebrado desde entonces principalmente por Irán y su satélite Hezbolá. Esta medida refleja el desafío de la organización a los estados árabes suníes, especialmente a los que planean asistir a la conferencia patrocinada por Trump en Bahréin.
PROF. HILLEL FRISCH
A primera vista, parece que el título dado a la confrontación del 7 de junio en Gaza – Día Mundial de Jerusalén – fue poco diferente de los varios títulos dados a las sesenta confrontaciones que la precedieron desde su inauguración hace más de un año.
Pero usando el título Día Mundial de Jerusalén, Hamás y la Yihad Islámica enviaron un mensaje claro al público árabe – desde reyes y presidentes de estados árabes hasta seguidores de los medios de comunicación árabes.
En el mundo árabe, es de conocimiento público que el Día Mundial de Jerusalén – Ruz Yihani Quds en farsi – fue uno de los primeros días de conmemoración que creó el Ayatola Khomeini y colocó en el calendario oficial de la recientemente creada República Islámica de Irán en 1979. Las manifestaciones y concentraciones por el Día Mundial de Jerusalén desde entonces han tenido lugar desbordantemente en Irán o en las áreas chiíes de Líbano, bajo los auspicios de Hezbolá.
Inevitablemente, estos acontecimientos incluyen los cánticos, “Abajo el gran Satán, Estados Unidos y el pequeño Satán, la entidad sionista” y la quema de banderas estadounidenses e israelíes y de efigies de sus líderes. Imágenes de estos eventos son luego diseminadas por los sitios de medios oficiales iraníes en farsi, inglés, árabe y turco.
La identificación del Día Mundial de Jerusalén con Irán y sus satélites puede ser escuchada también en los discursos de líderes que honran el evento. Año tras año, el Líder Supremo de la República Islámica y a veces su presidente se dirigen al mundo islámico para defender la causa palestina y denigrar a Israel.
Otro orador leal que se dirige a la multitud anualmente desde su búnker en Beirut el Día Mundial de Jerusalén es Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá.
Esto incluye inclusive al gobernante catarí, quien mantiene vínculos estrechos con los líderes iraníes como un baluarte contra Arabia Saudita y sus aliados, los EAU y Bahréin (el último de los cuales podría ser visto mejor como un cliente saudí).
La Autoridad Palestina está también claramente en el consenso estatal árabe suní en ignorar el Día Mundial de Jerusalén.
Tan vinculado está el Día Mundial de Jerusalén con Irán y sus satélites que incluso Hamás, una organización suní con vínculos tradicionalmente fuertes con Irán, se ha abstenido de conmemorarlo hasta ahora.
Esto ruega la pregunta de por qué Hamás ha cambiado el curso – no sólo a nombrar su principal evento de escenificación para conmemorar el evento, sino a convocar una conferencia presentando a los líderes de Hamás bajo ese nombre.
Yihya Sinwar, el jefe de la oficina política del movimiento, dio una respuesta clara a esta pregunta en la conferencia.
Sinwar se enfocó en el “acuerdo del siglo” de Trump, al cual él ve como un intento por terminar el conflicto en el área, integrar a Israel dentro de la región árabe e islámica, y, más previsiblemente, cambiar el esquema de pensamiento de la nación árabe, convirtiendo a enemigos en amigos y viceversa.
Él agradeció explícitamente a Irán por ayudar a “la Resistencia.” Sin su ayuda, dijo él, Hamás nunca podría haber desarrollado las capacidades militares que demostró en la última ronda.
Sinwar agregó que Hamás no puede ser castigado por agradecer a Irán, una referencia obvia a los estados suníes árabes, liderados por Arabia Saudita.
Esto fue seguido por una acusación apenas velada:
“…es nuestro deber agradecer a todos los que ofrecen ayuda y socorro para lograr los objetivos de nuestro pueblo y nación, subrayando que los que apoyan a la resistencia y a Jerusalén son amigos y los que apuestan a vender Jerusalén son enemigos.”
Sinwar, dirigiéndose a los líderes árabes, afirmó que ellos están en una coyuntura histórica en la cual las posiciones que asuman “serán o conmemoradas o denigradas” y los instó a “adoptar las opciones de la nación, el pueblo palestino, y Jerusalén.”
Aun con todo el descaro de Sinwar – en su discurso él también advierte a Israel que en la próxima guerra, Hamas atacará duro a Tel Aviv – el discurso y, aún más así, la decisión de Hamas de honrar a Irán conmemorando el Día Mundial de Jerusalén refleja debilidad.
Tanto la decisión como el discurso reflejan la preocupación de Hamas de que el Presidente Trump corteje con éxito a los estados árabes para que marchen detrás de su plan de paz.
Hamás debe darse cuenta que colocar el Día Mundial de Jerusalén en el calendario de la “resistencia” profundiza la división palestina que ha existido desde su captura de Gaza hace 12 años. El hecho que los medios de comunicación de Hamás destacaran tanto el discurso como la conmemoración, en contraste con los sitios de la AP y Fatah, los que la ignoraron completamente, refleja esta división.
Cortejar a Irán también tendrá un efecto negativo sobre las relaciones de Hamas con Egipto, la salida de Gaza al mundo árabe y más allá.
Desde la revolución iraní, el estado profundo egipcio ha evidenciado hostilidad hacia la república iraní – no sólo por la forma en que ésta se entromete en los asuntos de los estados árabes, sino por razones históricas. Durante la revolución fatímida en el siglo X en Egipto, los ayatolas persas emplearon la subversión para establecer una dinastía chií que gobernó a Egipto durante 200 años.
El Presidente Sisi, quien está convencido (como lo estaba su predecesor Mubarak) que Irán tiene intención de tratar de repetir ese acontecimiento histórico, reprime cualquier signo de chiismo en Egipto.
Hamas ya es suficiente prueba para Egipto por ser una organización de la Hermandad Musulmana. Las relaciones estrechas con Teherán servirán sólo para aumentar la hostilidad de Cairo hacia la organización.
Los resultados adversos de defender a Irán pueden explicar por qué Sinwar, quien es más cercano al ala militar de la organización, tomó la delantera en el Día Mundial de Jerusalén en vez de un líder como Ismail Haniya, quien está más en sintonía con las necesidades del público de Hamás. El pueblo de Gaza necesitaba desesperadamente la salida en Rafah de Egipto al mundo exterior, y temen a la posible retribución egipcia.
Evaluar los beneficios contra los débitos de conmemorar el Día Mundial de Jerusalén es apenas una lección más que Hamás está aprendiendo desde su captura de Gaza en el 2007.
Si bien muchos en Israel, probablemente incluyendo al PM Netanyahu, creen que estas lecciones llevarán a un Hamás “amansado” en el largo plazo, Avigdor Lieberman piensa que sólo la fuerza cambiará el comportamiento de la organización.
Lieberman probablemente tenga razón. Después de todo, la decisión de Sinwar de antagonizar con la mayoría de los estados árabes, incluido Egipto, demuestra su negativa a permitir que Hamás sea “domesticado.”
Esta es una versión editada de un artículo que apareció en el Jerusalem Post el 12 de junio del 2019.
*El Prof. Hillel Frisch es profesor de estudios políticos y estudios meso-orientales en la Universidad Bar-Ilan e investigador principal asociado en el Begin-Sadat Center for Strategic Studies.
Fuente: The Begin-Sadat Center for Strategic Studies
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México
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