Enlace Judío México e Israel – El plan económico de 50 mil millones de dólares de la administración de Trump en Oriente Medio propone la creación de un fondo de inversión mundial para mejorar la economía de los palestinos, y de los países vecinos, así como un corredor de transporte de 5 mil millones de dólares para conectar Cisjordania y Gaza, según funcionarios y documentos de EE.UU. revisados por Reuters.
El enfoque de “la economía primero” para revivir el proceso de paz entre Israel y los palestinos podría ser difícil de vender a una región en gran parte escéptica. El plan, que será presentado por el yerno y asesor del presidente Donald Trump, Jared Kushner, en la Cumbre Internacional en Bahréin la próxima semana, incluye 179 proyectos de infraestructura y negocios, según los documentos publicados.
Más de la mitad de los 50 mil millones de dólares se invertirían en los territorios palestinos durante 10 años, y el resto se dividiría entre Egipto, Líbano y Jordania. Algunos proyectos se lanzarán en la península del Sinaí de Egipto, donde las inversiones podrían beneficiar a los habitantes de la Franja de Gaza.
El plan también propone cerca de mil millones de dólares para fortalecer el sector turístico de los palestinos, una noción aparentemente poco práctica por ahora, dadas las frecuentes escaladas entre las facciones palestinas en Gaza e Israel y la inestable seguridad en Cisjordania.
La administración de Trump espera que otros Estados, principalmente los países ricos del Golfo, e inversionistas privados, se hagan cargo de gran parte del proyecto, dijo Kushner a Reuters.
La revelación del plan económico se produce tras dos años de deliberaciones y demoras en la implementación de un plan de paz más amplio entre israelíes y palestinos. Los palestinos, que boicotearán el evento, se han negado a hablar con el gobierno de Trump desde su reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel a finales de 2017.
Kushner expresó en dos entrevistas a Reuters que su fórmula detallada podría ser un catalizador, a pesar de la opinión de muchos expertos de Oriente Medio que tiene pocas posibilidades de éxito.
“Me río cuando atacan el ‘Acuerdo del Siglo‘”, dijo Kushner sobre los líderes palestinos que han rechazado su plan como un intento de comprar sus aspiraciones de un Estado Palestino. “Esta será la ‘Oportunidad del Siglo’ si tienen el coraje de perseguirlo”.
Kushner dijo que algunos empresarios palestinos han confirmado su participación en la conferencia, pero se negó a identificarlos. La gran mayoría de la comunidad empresarial palestina no asistirá, dijeron a Reuters empresarios de la ciudad de Ramala en Cisjordania.
Varios Estados del Golfo Pérsico, entre ellos Arabia Saudita, también participarán en la cumbre dirigida por Estados Unidos el 25 y 26 de junio en Manama, capital de Bahrein, en la que Kushner lanzará la primera fase del plan de paz de Trump. Su presencia, dicen algunos funcionarios de Estados Unidos en privado, parece tener la intención, en parte, de ganarse el favor de Trump, ya que toma una línea dura contra Irán, el archi-enemigo regional de esos países.
La financiación para los proyectos mencionados en el plan dependería parcialmente de las donaciones de los países ricos en el Golfo Pérsico. También se espera que Estados Unidos y otros países suministren fondos si el plan alguna vez pasa a las etapas de implementación.
La Casa Blanca dijo que había decidido no invitar a representantes del gobierno de israel porque la Autoridad Palestina no asistirá. En su lugar, se conformará con una pequeña delegación empresarial israelí.
Existen fuertes dudas sobre si los países donantes potenciales estarían dispuestos a contribuir, si las disputas políticas del conflicto de décadas de antigüedad quedan sin resolverse.
Kushner, de 38 años de edad, quien al igual que su suegro llegó al gobierno del mundo de bienes raíces en Nueva York, parece estar manejando el proceso de paz como una transacción comercial, dicen analistas y ex funcionarios de EE.UU.
Los funcionarios palestinos rechazan el esfuerzo de paz liderado por Estados Unidos, afirmando que está muy inclinado a favor de Israel y es probable que niegue un Estado palestino totalmente soberano.
Kushner reconoce que “no se puede impulsar el plan económico sin resolver los problemas políticos también”. El gobierno, dijo, “se ocupará de eso más adelante”, refiriéndose al lanzamiento de la segunda fase del plan de paz que ahora se espera no antes de noviembre.
El principal asesor de Trump afirma que su enfoque tiene como objetivo establecer incentivos económicos para mostrar a los palestinos el potencial de un futuro próspero si vuelven a la mesa de negociaciones.
Funcionarios de la Casa Blanca han minimizado las expectativas de la Cumbre de Bahréin que Kushner, llama “taller de Prosperidad para la Paz” en lugar de una conferencia, y una “visión” en lugar de un plan. Destacó que no se espera que los gobiernos hicieran promesas financieras durante el evento.
“Es una pequeña victoria que todos se presenten para escuchar y participar. En los viejos tiempos, los líderes palestinos habrían hablado y nadie habría desobedecido”, dijo.
El nuevo fondo de inversión propuesto por Kushner para los palestinos y países vecinos sería administrado por un “banco multilateral de desarrollo”. Los prestamistas financieros, que incluyen representantes del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, planean asistir a la cumbre.
Kushner insiste en que si se ejecutara, el plan crearía un millón de empleos en Cisjordania y Gaza, reduciría la pobreza de los palestinos a la mitad y duplicaría el PIB de los palestinos.
Considera que su enfoque económico se parece al Plan Marshall, que Washington introdujo en 1948 para reconstruir Europa occidental de la devastación de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, a diferencia del Plan Marshall financiado por EE.UU., esta pondría gran parte de la carga financiera en otros países.
Trump “consideraría invertir en el plan si hay un buen mecanismo de gobernanza”, dijo Kushner. Pero no se comprometió sobre cuánto podría contribuir el presidente, que ha cortado su ayuda extranjera.
Los programas económicos se han intentado antes en la larga línea de esfuerzos de paz liderados por Estados Unidos, pero fracasaron por falta de progreso político. El enfoque de Kushner, sin embargo, puede ser el más detallado hasta el momento, presentado en dos documentos de 40 y 96 páginas cada uno que incluyen tablas financieras y proyecciones económicas.
En Manama, la parte política del plan que aún no se ha lanzado no se discutirá, afirma Kushner.
El documento no incluye ninguna referencia a las difíciles cuestiones políticas del conflicto, como el estatus de Jerusalén, el futuro de los asentamientos israelíes y la perspectiva de un Estado palestino independiente.
Se espera que todas estas cuestiones se aborden en el capítulo político que aún no se ha publicado. En cambio, el documento actual se centra en temas como la infraestructura, la construcción de un sector palestino de alta tecnología y la mejora de la disponibilidad de agua potable y la electricidad.
Otro componente del plan económico es la creación de nuevas zonas industriales para fortalecer la economía palestina.
Este tema podría resultar difícil desde un punto de vista político, debido a la cuestión de dónde se ubicarán esas zonas industriales, en los asentamientos israelíes existentes o en áreas actualmente controladas por Israel que se transferirán a los palestinos. La segunda opción enfrentaría una fuerte oposición de la derecha en Israel.
Los documentos tampoco incluyen ninguna referencia a un puerto o aeropuerto para los palestinos. La única referencia a estos temas es una propuesta para mejorar los aeropuertos existentes en Jordania, que también sirven a los palestinos de Cisjordania y Gaza en algunos casos.
Sin embargo, fuentes con conocimiento del plan creen que estas cuestiones podrían discutirse en etapas posteriores.
Kushner espera que los saudíes y otros delegados del Golfo apoyen el plan lo suficiente como para instar al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, a considerarlo. Desea que lleven a Ramala el siguiente mensaje: “Nos gustaría verlos en la mesa de negociaciones e intentar llegar a un acuerdo para mejorar la vida del pueblo palestino”.
Los funcionarios palestinos temen que, pese a todas las promesas, la fórmula económica de Kushner es sólo el preludio de un plan político que desecharía la solución de dos Estados, la piedra angular de los esfuerzos de paz internacionales y de EE.UU.
Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico
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