Enlace Judío México e Israel.- El análisis completo y original de Stéphane Juffa en el micrófono de Jim Mosko en Radio Judaïca.
En primer lugar, el hecho de que Israel esté asociado con este evento, incluso acogiéndolo en su capital Jerusalén, junto con las dos hiperpotencias, demuestra la importancia estratégica que hemos adquirido en los últimos años.
Washington y Moscú necesitan coordinar con Israel sobre el tema crucial de Irán.
Netanyahu dijo ayer (domingo) a Estados Unidos, en una conferencia de prensa con John Bolton, que estábamos a su lado y listos para pelear con ellos si nos lo pedían.
Israel se está preparando en silencio pero activamente para la eventualidad de una confrontación. FDI, Inteligencia y Defensa Civil están trabajando duro.
Los estadounidenses quieren construir un frente lo más amplio y unido contra Irán para que los ayatolás no puedan escapar de su presión.
Quieren que los rusos no los molesten si se desata la pelea, y eso requiere un amplio entendimiento que también incluya la situación en Siria.
A los rusos les gustaría normalizar la victoria de Bashar al-Assad, especialmente a través de un acercamiento entre Damasco y Arabia Saudita. Y saben que mientras los iraníes estén en Siria esto no sucederá.
Como de costumbre, intentarán sacar provecho de su “no injerencia” en la disputa iraní, por ejemplo, aceptando su presencia en el este de Ucrania y levantando las sanciones que se derivan de ella. Y no solo eso, tienen mucho que intercambiar.
Un insistente rumor afirma que, justo después de la reunión entre israelíes, rusos y estadounidenses, va a producirse otro que incluirá a responsables de seguridad saudíes y de otros países árabes, aquí en Israel.
Los estadounidenses ya están atacando a Irán, le están haciendo una guerra económica despiadada. Hoy lunes, lanzan un nuevo tren de sanciones contra Irán que ya se está asfixiando.
Los ayatolás se asfixian, por lo que multiplican las provocaciones, pero evitan cuidadosamente tocar a los soldados estadounidenses y los intereses fundamentales de Washington en la región.
Militarmente, no pueden hacer estrictamente nada, Donald Trump solo tiene que esperar, ese es el poder de Estados Unidos. El tiempo esta contra Irán.
Basta con que los estadounidenses estén preparados para cualquier eventualidad mediante una presencia militar y una buena sincronización con sus amigos, mediante el avance de su compresor económico. Esta es la gran fuerza de Donald Trump: él es plenamente consciente del poder de los Estados Unidos y sabe cómo usarlo.
En esta dinámica, Teherán tendrá que ceder, es inexorable, ni siquiera es necesario hacerse esta pregunta. Militarmente, no tiene nada que oponer a Estados Unidos e Israel, ni ahora, ni durante un bombardeo, ni después.
La única presión que los iraníes pueden ejercer es aumentar la producción de uranio enriquecido. Pero si pasan la línea roja, habrá guerra y la perderán.
Fuente: Metula News Agency – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudío
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