Schadenfreude y el escándalo de la UNRWA

Enlace Judío México e Israel.- Las revelaciones de irregularidades en los corredores de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) no podrían haber avergonzado a una organización más digna. Aunque normalmente no es agradable regodearse con las desgracias de los demás, se justifica el *schadenfreude provocado por la noticia de un comportamiento inapropiado tras los muros de esta organización particularmente vil.

RUTHIE BLUM

Curiosamente, el condenador informe interno de la UNRWA que trata sobre el comportamiento corrupto y abusivo del personal de alto rango fue expuesto el lunes por Al Jazeera y AFP, medios de comunicación que lamentaron el recorte de fondos de la administración Trump para el organismo, cuyo mandato es “proporcionar ayuda humana servicios de desarrollo y protección” para los palestinos en Judea, Samaria y Gaza. Ya saben, esos árabes que fueron desplazados en 1948 como resultado del asalto árabe al estado judío, también conocido como Guerra de Independencia de Israel.

También puede interesarte

Hamás dice que una rehén israelí murió en el norte de Gaza, las FDI revisan el incidente

Por Enlace Judío

Carta de una escritora israelí a la hipocresía mundial

Por Enlace Judío

Por supuesto, solo los miembros de la extrema izquierda continúan albergando y difundiendo la ilusión de que el OOPS (por sus siglas en español, UNRWA en inglés) no es lo que el presidente Donald Trump llamó una “operación irremediablemente defectuosa“, cuyo único propósito ha sido perpetuar una “crisis de refugiados palestinos” fabricada.

Como actuación paralela, el organismo de la ONU que colocó a los palestinos en una categoría fraudulenta propia, que les permite permanecer “refugiados” por generaciones, en lugar de ayudarlos a reasentarse rápidamente, también incita a los terroristas. Lo hace técnicamente, al permitir que Fatah, Hamás y la Jihad Islámica acumulen armas en y debajo de sus escuelas, e ideológicamente, a través de libros de texto revisionistas y otros métodos que enseñan a los niños palestinos a odiar y aspirar a matar judíos.

Naturalmente, UNRWA siempre niega que toda su existencia se base en una premisa falsa. Está igualmente indignada por ser acusada de vínculos con el terrorismo. Por lo tanto, cada vez que un maestro de escuela de UNRWA es sorprendido publicando comentarios antisemitas violentos y dibujos animados en su página de Facebook, algo frecuente a lo largo de los años, la agencia afirma que el fenómeno es una aberración y promete erradicarlo reprendiendo o despidiendo a los perpetradores.

Sí, si hay algo que se puede aprender de los educadores de UNRWA, es cómo escapar del asesinato desde una percha de caballo alto.

Lo que nos lleva a las actividades que se han llevado a cabo no en la miseria de los campamentos de refugiados de UNRWA, sino en oficinas con aire acondicionado y hoteles en el extranjero.

Según Al Jazeera y la AFP, el informe explosivo, que fue enviado en diciembre al Secretario General de la ONU, António Guterres, acusa al Comisionado General de la UNRWA, Pierre Krähenbühl, y a otros funcionarios de la agencia de participar en “conducta sexual inapropiada, nepotismo, represalia, discriminación y otros abusos de autoridad para beneficio personal, para suprimir el disenso legítimo y para lograr sus objetivos personales“.

Estas denuncias están siendo investigadas por las Naciones Unidas.

Fiel al estilo hipócrita, UNRWA dice que no puede responder a ninguna pregunta sobre su conducta mientras la investigación esté en marcha. Afortunadamente para Krähenbühl y sus compinches, Naciones Unidas, en sí misma un nido de avispas anti-Israel que consume mucho dinero, se ha tomado su dulce tiempo para completar la tarea. Sin lugar a dudas, el resultado final será que rueden un par de cabezas y un regreso a los negocios como de costumbre. Bueno, casi. Gracias a Trump, UNRWA tiene poco dinero, después de todo.

Esa es una de las razones por las que Krähenbühl quedó atrapado en su juego.

Organizando una campaña de recaudación de fondos privada fuera del ámbito de la ONU, el jefe de la UNRWA aparentemente lloraba y recolectaba dinero para viajes de clase ejecutiva con su amante, a la que aceleró en un papel que inventó para ella en 2015: el de su “asesora sénior“, para que ella pueda acompañarlo por todo el mundo con estilo. Y todo a espaldas de su esposa.

Esto hace que su “Carta abierta a los refugiados palestinos y al OOPS” se publique en septiembre de 2018, apenas tres meses antes de que Guterres recibiera el informe sobre las violaciones éticas del OOPS, especialmente asombroso.

En la carta, Krähenbühl escribió, en parte:

“La responsabilidad de la naturaleza prolongada del estatus de refugiados de Palestina, el creciente número de refugiados y el crecimiento de las necesidades, recae directamente en las partes y en la falta de voluntad o absoluta incapacidad  de la comunidad internacional para lograr una solución negociada y pacífica del conflicto entre Israel y Palestina. El intento de hacer que el OOPS sea de alguna manera responsable de perpetuar la crisis es, en el mejor de los casos, falso. … Nuestro compromiso con la rendición de cuentas, una disciplina financiera estricta y sólida, con el establecimiento de prioridades y la acción decisiva cuando se cuestiona la neutralidad de la Agencia, son asuntos de dominio público. En 2018, el OOPS introdujo medidas de gestión estrictas como su propia contribución necesaria para superar la crisis financiera“.

Nada menos que cerrar UNRWA será satisfactorio ya que su existencia es una estafa criminal. Pero la probabilidad de su cierre en el futuro cercano es de escasa a nula.

Mientras tanto, consolémonos con la humillación pública bien merecida de la agencia.

*Schadenfreude es una palabra del alemán que designa el sentimiento de alegría o satisfacción generado por el sufrimiento, infelicidad o humillación de otro. El término se usa también como expresión culta en otros idiomas, como el inglés y el español.

Ruthie Blum es una periodista con sede en Israel y autora de To Hell in a Handbasket: Carter, Obama and the ‘Arab Spring’.

Fuente: The Algemeiner – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudío