Enlace Judío México e Israel – El ejército israelí tiene un arma secreta mientras la campaña de guerra entre guerras contra Hezbolá e Irán continúa expandiéndose: el Departamento de Idiomas de la Unidad de Inteligencia Militar e Instrucción Cibernética (MICIU, por sus siglas en inglés), una escuela de idiomas donde los soldados dominan el árabe o el farsi en menos de dos meses.
ANNA AHRONHEIM
En un edificio anodino en una base en el centro del país se encuentra la escuela de inteligencia más grande de todo el Medio Oriente. Miles de soldados y oficiales pasan por sus puertas cada año, para entrenarse y ocupar puestos en la División de Inteligencia Militar de las FDI.
“No es como en una escuela normal donde a los estudiantes se les enseña sólo un idioma”, explica el mayor V., jefe del Departamento de Enseñanza de Idiomas del MICIU. “No estamos aquí sólo para aprender un idioma más; el idioma es una herramienta para obtener y entender la inteligencia que recopilamos”.
La escuela, que existe desde hace más de 50 años, utiliza enfoques innovadores y entornos de aprendizaje para que en cuestión de semanas los soldados comprendan tanto el idioma como la cultura de sus enemigos.
El nombre de V. no puede ser divulgado por razones de seguridad. La identidad de R. y N. es igualmente secreta.
R. ha sido instructor de árabe hablado en la escuela durante 47 años. Su hija, la sargento mayor N., enseña árabe escrito.
“Es un papel desafiante y difícil porque tenemos la responsabilidad de la seguridad del Estado sobre nuestros hombros”, dice R.. “Trabajar en este ambiente es servir al país, a todos los niveles”.
No sólo los reclutas estudian en el MICIU, sino también oficiales de otras agencias de seguridad cuya que interactúan con los palestinos o con el mundo árabe regularmente.
V. explica que en los últimos años, el Islam fundamentalista y la lengua persa se han convertido en una parte más central de la escuela, que durante décadas se ha centrado en varios dialectos árabes, así como en el hebreo.
Los cursos de hebreo son “una tendencia creciente” en la escuela, no sólo para los nuevos inmigrantes cuya lengua materna no es el hebreo, sino también para los israelíes que “no saben leer ni escribir a un buen nivel y, por lo tanto, su hebreo no es suficientemente bueno”, continúa V.
Aunque la escuela de idiomas de las FDI es la más grande de su tipo, hay varias escuelas en todo el país que enseñan árabe y una que enseña farsi. Los egresados de estos institutos son seleccionados para el departamento de idiomas de la Unidad de Inteligencia que abre las puertas a la Unidad 8200.
“Es más difícil porque no se enseña el persa en las escuelas israelíes”, dice V. “Este es el único lugar en el país que investiga y enseña el idioma tan intensamente. Debido al mundo dinámico de la inteligencia y a los cambios en el campo, los estudiantes aprenden constantemente”.
Los integrantes estudian de 8 a.m. a 11 p.m. diariamente durante 10 semanas para obtener un certificado. A esto le siguen otras 10 semanas de cursos avanzados.
A pesar del creciente número de herramientas de traducción computarizada disponibles, no hay nada mejor que la mente humana.
“Todavía se requiere gente que no sólo conozca el idioma”, sino que pueda leer entre líneas y dar la información precisa que el ejército necesita”, dice V.
“No tenemos el lujo del tiempo. Los soldados sólo tienen dos años de servicio, y quiero que sean lo más efectivos posible en su trabajo”.
Fuente: The Jerusalem Post / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico
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