Como periodista israelí en Alemania, no me sorprendió el tiroteo en la sinagoga de Halle

(JTA) “Para nosotros, los judíos que vivimos en Alemania, el ‘shock’ es la última reacción que viene a la mente después de este ataque atroz”, dijo Dana Revev.

DANA REGEV

Cuando comenzaron a llegar las noticias de última hora de Halle el miércoles por la tarde, la comunidad judía de todo el mundo todavía estaba conmemorando el día más sagrado del año en el judaísmo, Yom Kipur.

Equipado con un rifle, municiones y otros equipos militares, el hombre armado de 27 años intentó ingresar a una sinagoga en la ciudad del este de Alemania y disparar a tantos judíos como pudiera durante las oraciones. El tirador, de extrema derecha, tenía toda la intención de cometer una masacre memorable con un “efecto mundial“, según el fiscal federal jefe de Alemania.

Sus intentos fracasaron gracias a las medidas de seguridad en la entrada y al ingenio de los fieles, que ayudaron a impedir un desastre mucho mayor. Dos personas perdieron la vida fuera del complejo, pero dentro había más de 50 hombres y mujeres judíos, se salvaron docenas de vidas.

De todo el mundo llegaron oraciones y condolencias. El ataque envió ondas de choque en Alemania que reverberaron en todo el mundo.

“Estoy, como millones de personas en Alemania, conmocionada y abatida por este crimen“, dijo la canciller alemana Angela Merkel en un congreso sindical en Nuremberg.

Pero para nosotros, los judíos que viven en Alemania, el “shock” es la última reacción que viene a la mente después de este ataque atroz. De hecho, era solo cuestión de tiempo hasta que la escena de extrema derecha en este país volviera su atención al verdadero y eterno enemigo de Alemania y la civilización occidental: los judíos.

“Los judíos son la raíz de todos los problemas“, se oyó decir al pistolero, identificado como Stephan Balliet, del estado alemán de Sajonia-Anhalt, entre otras declaraciones xenófobas y misóginas, mientras transmitía en vivo su ataque a la plataforma de transmisión de Amazon Twitch.

Incluso tuvo la temeridad de negar el Holocausto, recordándonos a todos que los prejuicios, las teorías de conspiración y el odio hacia los judíos nunca desaparecieron realmente.

Llamada de atención

Algunos en la comunidad judía, aunque no muchos, fueron lo suficientemente tontos como para pensar que la extrema derecha en Europa ahora estaba ocupada con la ola de inmigración de 2015, principalmente de países musulmanes. Algunos incluso tuvieron la audacia de celebrar el ascenso de los extremistas.

En Europa hoy, muchos de los ataques contra judíos son llevados a cabo por musulmanes, aunque hay mucho debate sobre la prevalencia de tales casos. Hace solo unos días, un hombre que empuñaba un cuchillo intentó ingresar a una sinagoga de Berlín, cantando juramentos contra Israel y gritando “Allahu Akbar” en árabe, una frase que significa “Dios es grande” y que los islamistas a menudo usan para cometer actos de terror fue puesto en libertad menos de 24 horas después del incidente y no fue acusado de ningún delito, lo que generó preocupación entre los líderes judíos en el país.

Pero celebrar el surgimiento de extremistas antimusulmanes debido a algunos ataques perpetrados por islamistas radicales no solo es aborrecible sino también increíblemente ingenuo: el antisemitismo, la xenofobia, la islamofobia y el racismo suelen ir de la mano.

En 2018, se cometieron en Alemania alrededor de 1.800 delitos antisemitas, un aumento del 20 por ciento respecto al año anterior. Los crímenes violentos contra judíos aumentaron específicamente a 62 de 37 en 2017, según un informe publicado por el Ministerio del Interior de Alemania a principios de este año.

El informe mostró que los delitos contra los extranjeros también han aumentado en casi un 20 por ciento, a 7,701 incidentes en 2018 de 6,434 el año anterior.

El aumento de los crímenes de odio contra judíos y principalmente inmigrantes musulmanes no es una coincidencia. El propio tirador de Halle admitió en su transmisión en vivo de 35 minutos que había considerado atacar una mezquita, pero luego se arrepintió al darse cuenta de que tenía que eliminar el problema real y no solo sus síntomas, aludiendo, a quién sino, los judíos.

La misma ideología que lleva a los extremistas de extrema derecha a creer que deberían “detener la invasión” del Islam en Alemania es la que les hace creer en la trillada pero peligrosa teoría de la conspiración sobre una camarilla judía global bien coordinada.

De hecho, una encuesta publicada el año pasado por el periódico alemán FAZ mostró que el 55 por ciento del partido de extrema derecha Alternativa por Alemania cree que “los judíos tienen demasiado poder en este mundo“.

Este es el mismo partido con carteles de campaña electoral que dicen “¿Nuevos alemanes? ¡Los hacemos nosotros mismos!“, instando a las mujeres alemanas a que no se casen con nadie que no sea alemán.

Está claro que la extrema derecha no tiene en mente a los judíos cuando hablan de alemanes “reales“. En agosto de 2018, por ejemplo, los neonazis atacaron un restaurante judío en Chemnitz, arrojando piedras, usando insultos raciales y cantando “salgan de Alemania, cerdos judíos“.

Como se demostró en Halle, estas fuerzas oscuras están muy vivas y pateando.

En un país con casi 13,000 extremistas violentos activos de extrema derecha, que no solo se están armando y entrenando cada vez más para ataques violentos, sino que también lograron infiltrarse en la policía y las fuerzas del ejército, este intento de masacre difícilmente debería ser una sorpresa.

Y cualquiera que pensara que los judíos estaban fuera de la escena cuando se trata de crímenes de odio en suelo alemán ahora se ve obligado a enfrentar esta dura realidad: la extrema derecha nunca dejó de atacarnos.

De la traducción (c)Enlace Judío México
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