In memoriam, Perla Shwartz: El quebranto del silencio

Y cuando ella muera, nosotras la lloraremos y la convertiremos en santa.”
Erica Jong, poeta.

Enlace Judío México e Israel.- El quebranto del silencio (1989) es obra clásica que no pierde su vigencia. Alguien diría que por el tema y –por desgracia– por su vigencia; alguien diría que por la excelente investigación de la ensayista y por los autores que apoyaron con su sapiencia a la autora, como Angelina Muñiz- Huberman, Bertha Argüelles, Raúl Renán, Carlos Santibáñis, Marco Antonio Campos y Víctor Rascón Banda entre otros, incluyendo a Sara Shwartz, artista plástica –hermana de Perla–.

BECKY RUBINSTEIN

“Perla Schwarz (1956- 2019) analiza con su treintena de años cumplido, a mujeres tristemente famosas poetas del siglo XX, esbozos sobre algunas mujeres conocidas y otras por conocer, como Sylvia Plath, Sara Teasdale, Delmira Agustini. Alfonsina Storni, Concha Urquiza, Violeta Parra, Julia de Burgos, Alejandra Pizarnik, Anne Sexton y Virginia Woolf…”

Cabe mencionar que Perla Shwartz escribe desde sí misma con el valor innegable de una poeta –consciente de su quehacer sobre aquellas– que abrieron el sendero del decir femenino. Es libro mágico, escrito por una ‘maga’ que habla del encantamiento de otras como ella.” Como ella…

Perla se encuentra antologada en el Anuario de Poesía (1990) publicado por el Instituto Nacional de Bellas Artes. En “La batalla de los cuerpos –poema erótico—”habla de vencer la noche a través del amor, del placer”. “Lejos quedan –afirma– los ruidos de la ciudad, las intermitencias de un posible mañana.” Posible, mas inseguro…

En Caligrafía de Ariadna –antología poética, publicada por Punto de Partida, (UNAM / CREA) — nos llama la atención: “Mujer prolongada en un hijo, mujer que va más allá de sí misma haciendo surgir la presencia…girando y creciendo, eres un puente para el asombro ( 67) prolongada en un hijo”, poesía de una mujer convertida en madre, responsable de su crío, el que “pesa” –en el buen sentido de la palabra– no menos que la hechura de un poemario hecho y derecho, continente de palabras simples, convertidas en arte– creados ambos para rebasar a la autora, para eternizarla en ausencia…

Cabe mencionar el humor, la sutileza, el onirismo de la poesía para su “niño anfibio, que se desprende del agua” y que surge a la vida. Como si hubiera leído a Octavio Paz, quien en “Escritura” dijo: “Alguien escribe en mí, / mueve mi mano/ escoge una palabra,/ se detiene, / duda entre el mar azul y el monte verde.” Azul y verde –sinónimo de vida- vida en medio de la oscuridad cotidiana.

Perla aparece en la portada de “Revista de Poesía El Cocodrilo poeta”, creada por la inquieta Raquel Huerta –hija de Telma Nava y de Efraín Huerta, poetas insignes–, donde aparecen, por ejemplo: Regina Cohen, Gloria Gervitz, Miriam Moscona, Angelina Muñiz-Huberman –entre otras voces de peso, de grandes de la Literatura—así como Bernárdez, Quirarte, Leyva, Segovia, todos y cada uno, garantía de talento y de altura en su oficio.

La autora amerita una antología poética: varios son los títulos que legaron a sus lectores, dignos de leerse y releerse, como: Rosario castellanos, mujer que supo latín (1984), Amanecer poético (1976), Vocación de vuelo (1980, Casa de lluvia (1982), Al tocar el viento (1986), El trazo de la memoria (1986). Resalta –por su aportación a la cultura hebrea– Voces de la poesía hebrea contemporánea (1981).

Perla poetizó su YO y su YO en el mundo. Para nada improvisada, estudió Periodismo en la escuela Carlos Septién García, fue especialista en Rosario Castellanos –de muy joven resultó ganadora del Premio de los $64 mil sobre la insigne poeta chiapaneca–. También, en cine, en calidad de crítica: una de sus muchas pasiones.

Mujer de pasiones y frágil a la vez, su piel –valga el rejuego– “a flor de piel” la condujo a vivir los extremos: el amor por la vida y el desamor –incluso el odio– por la vida: a veces madre omnipresente y dadora, a veces madrastra: exigente, además de pasional.

Ojalá que las editoriales del país y del extranjero se ocupen de publicarla y republicarla –así como toda su poesía y su crítica de cine- para que las generaciones por venir se empapen en su múltiple y variopinta obra.

 

 

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.

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Becky Rubinstein: Ciudad de México (1948). Poeta, periodista, traductora y escritora infantil. LIBROS DE POESÍA: Máscaras para la luna (1986), Senderos de cuatro licores (1988), De caperuzas cotidianas (1991), Caballero de polvoso azul : El vientre de Pandora (1993), Coro de encajes (1993), Vitrales (1993), Lentejuelas negras (1994), Hijas de la rueda (1994), Arlequina a medio maquillaje (1996), De lunas ebrias (1996), Aguador enorme (1997), y Cuéntame una de vaqueros (1999), entre otros.