Enlace Judío México e Israel.- “Me entristece ver a Estados Unidos haciendo tonterías“, dice el franco magnate inmobiliario Chan que ha visitado regularmente Israel desde la década de 1970.
EYTAN HALON
Atrapado en el fuego cruzado económico de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el “único amigo” de Israel puede ser Estados Unidos, según el empresario multimillonario con sede en Hong Kong Ronnie Chan.
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“Israel no tiene el lujo de elegir entre Estados Unidos y China; en última instancia, su único amigo es Estados Unidos“, dijo el lunes Chan, presidente de Hang Lung Group y filial Hang Lung Properties, a The Jerusalem Post según publica su sitio.
“Estados Unidos sin duda presionará a Israel. ¿Es eso racional? A menudo, en mi opinión, no lo es. Dicho esto, Israel no tiene opción de elegir. Estados Unidos es el único garante de seguridad final [de Israel] que supera todo lo demás“.
El franco magnate inmobiliario Chan ha visitado regularmente Israel desde la década de 1970. Habló con el Post al margen de la vigésimo tercera Conferencia GoforIsrael en Tel Aviv, organizada por Cukierman & Co. Investment House y Catalyst Funds.
“La guerra comercial es una guerra terciaria, ni siquiera una guerra secundaria. Es la primera persona, eso es todo“, dijo Chan, cuya fundación familiar donó un récord de $ 350 millones a la Universidad de Harvard en 2014.
“Me entristece ver a Estados Unidos haciendo tonterías. Abba Eban tenía razón, y Winston Churchill repitió sus palabras, que Estados Unidos siempre hará lo correcto después de agotar todas las alternativas“.
La conferencia anual de inversión internacional en el Hotel Hilton de Tel Aviv atrajo a 1,000 asistentes, incluidos inversores, empresarios y representantes de corporaciones multinacionales de Europa, China y los Estados Unidos.
Desde 2018, China se ha convertido en el segundo mayor socio comercial de Israel a nivel mundial, con un aumento del comercio bilateral anual de solo $ 50 millones en 1992, cuando se establecieron relaciones diplomáticas entre los países, a más de $ 13 mil millones en 2017.
Las empresas chinas han aumentado sus inversiones en alta tecnología israelí en los últimos años, invirtiendo casi $ 1.500 millones entre 2013 y el tercer trimestre de 2018, según un informe reciente del Centro de Investigación IVC. El creciente interés de los inversores chinos en los sectores de software y ciencias de la vida ha reflejado en gran medida las tendencias principales.
Los inversores prolíficos han incluido Horizons Ventures y CE Ventures, con sede en Hong Kong, el fondo China-Israel GEOC y Alibaba Capital Partners, con sede en Hangzhou.
“En los últimos siete u ocho años, ha habido mucho interés por parte de China. El interés es sorprendente y, por un lado, eso es bueno. Por otro lado, Israel siempre tiene que pensar en el futuro“, dijo Chan, quien recibió un doctorado honorario por promover la relación chino-israelí por la Universidad de Tel Aviv en 2014.
“Hace dos años, comencé a decirles a mis amigos israelíes que tengan cuidado porque China es un país grande. China puede abrumar cuantitativamente y eso no es bueno para Israel“.
Si bien los inversores chinos tienen la capacidad de “comprar todo“, dijo Chan, el aumento de la inversión en Israel puede conducir a una reacción tanto nacional como estadounidense. En cambio, Chan dice que las empresas israelíes deberían “solo hacer transacciones que sean realmente beneficiosas” y proporcionar calidad para la empresa en lugar de cantidad.
“Por ejemplo, ¿podemos encontrar transacciones en las que la compañía israelí o los fundadores puedan mantener el control de la equidad? O al menos mantener un interés significativo en la equidad en lugar de vender directamente y, a cambio, abrir este mercado chino enorme“, dijo Chan. “Ahora eso es lo que considero un trato de calidad“.
Bajo la persistente presión de Estados Unidos para monitorear las inversiones de su adversario en la guerra comercial, el gabinete de seguridad de Israel aprobó el establecimiento de un comité asesor en octubre para “examinar los aspectos de seguridad nacional en el proceso de aprobación de inversiones extranjeras“.
Se espera que comience a trabajar a finales de este mes, la decisión de establecer el comité sigue a la creciente inversión china en los últimos años en proyectos de infraestructura israelíes sensibles, incluido el proyecto del túnel Carmel en Haifa, la construcción del tren ligero de Tel Aviv y los puertos en Ashdod y Haifa, así como la venta del gigante alimentario Tnuva a la corporación china Bright Foods.
“Como empresarios, siempre sospechamos. Volviendo a lo que dijo el CEO de una compañía de Silicon Valley, solo el paranoico sobrevive. Por supuesto, como dijo Ronald Reagan, confío pero verifico. Es el curso normal de los negocios y lo más sensato“. dijo Chan.
“Dicho esto, también se puede ser irracionalmente sospechoso. Entonces, simplemente uno se está preocupando innecesariamente y reduciendo sus propias oportunidades … Tenemos que estar tranquilos, analizar las cosas adecuadamente, saber cuál es el mejor curso de acción para cualquier país“.
Según Haggai Ravid, CEO de Cukierman & Co., el enfoque chino de las inversiones en Israel ha cambiado significativamente desde que los primeros inversores ingresaron al mercado y “dijeron que sí a todo“.
Los inversores “pasaron por una curva de aprendizaje y aprendieron que decir sí a todo puede no ser necesariamente la estrategia de inversión correcta“, dijo Ravid.
Los inversores chinos están centrando actualmente sus esfuerzos, dijo, en identificar tecnologías innovadoras en sectores que incluyen atención médica, inteligencia artificial, TI, robótica, fabricación avanzada y agricultura.
“Cuando se trata de industrias que pueden considerarse sensibles y que podrían tener un impacto en la relación entre Israel, Estados Unidos y China, son lo suficientemente diplomáticos como para no ir y ser agresivos al respecto“, dijo Ravid.
“Vienen aquí porque quieren conocernos mejor, quieren ser amigables con nosotros y quieren saber qué estamos haciendo bien. Creo que este es su factor motivador. Se trata menos de ser una nación imperialista y ser posesivos. Se trata menos de tomar lo que tenemos y llevárselo para sí, en realidad creo que son potencialmente grandes inversores“.
Herb Keinon contribuyó a esta historia.
Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudío
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