Cuatro misiles Hellfire y una mano amputada: el asesinato de Qassem Soleimani

#EnlaceJudío México e Israel.- Rasgado en pedazos, Soleimani fue identificado por su anillo; el ataque se planeó hace días, y Trump informó al senador Graham el lunes, aparentemente mientras jugaban golf en Florida

Al aterrizar en el aeropuerto internacional de Bagdad poco después de la medianoche del viernes, el general iraní Qassem Soleimani fue recibido por un viejo amigo, el comandante de la milicia iraquí Abu Mahdi al-Muhandis.

Sin embargo, a la espera de saludar a Soleimani, había un avión no tripulado estadounidense MQ-9 Reaper merodeando kilómetros por encima.

Al desembarcar del avión que un funcionario de seguridad iraquí dijo que llegó de Siria o Líbano, Soleimani y Mohammed Ridha, una figura importante de la fuerza paramilitar Hashed Al-Shaabi, fueron llevados del aeropuerto en dos autos.

Mientras los vehículos se dirigían por la carretera de acceso al aeropuerto, el dron desató cuatro misiles tipo Hellfire que destruyeron los autos y los que estaban dentro de ellos.

Diez personas murieron en las explosiones, según la televisión estatal de Irán, incluidos cinco miembros de la élite de la Guardia Revolucionaria Islámica Islámica de Irán y el yerno de Soleimani.

Soleimani, que fue destrozado por el ataque, fue identificado solo por un gran anillo con una piedra roja que llevaba en la mano, cuyas fotos fueron ampliamente publicadas.

Funcionarios de Hashed Al-Shaabi dijeron que no pudieron encontrar el cuerpo de Muhandis, según el Daily Mail.

No habría sido difícil para EE. UU. rastrear a Soleimani, quien desde 1997 encabezaba la Fuerza Quds, la rama en el extranjero del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC).

Una figura cada vez más pública

Aunque durante mucho tiempo fue una presencia sombría, el perfil público del jefe militar había aumentado drásticamente en los últimos años, y se lo veía visitando a los combatientes de la milicia respaldados por Irán en el frente y convirtiéndose en un héroe nacional.

No se ocultaba ni vivía en una cueva. Por el contrario, rutinariamente viajaba abiertamente por la región, con el rostro a la vista, visto por los medios de comunicación.

Hace tres meses, dio su primera gran entrevista televisiva iraní, en la que afirmó que los aviones israelíes lo atacaron a él y al líder de Hezbolá Hassan Nasrallah en Beirut durante la Segunda Guerra del Líbano en 2006.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo el viernes que era responsable de matar e herir a “miles” de estadounidenses y muchos más en la región “y estaba conspirando para matar a muchos más“.

Soleimani tenía una influencia descomunal en Irak, donde en noviembre AFP citó fuentes que dijeron que había presidido reuniones en Bagdad y Najaf para reunir a los políticos iraquíes en medio de protestas masivas contra el gobierno, con manifestantes criticando el papel de Irán en el país.

El asesinato de Soleimani se produjo una semana después de que un contratista estadounidense muriera en un ataque con cohete contra una base en Kirkuk, del que Estados Unidos culpó a la milicia Kataeb Hezbolá respaldada por Irán.

En respuesta, Estados Unidos llevó a cabo ataques aéreos en las bases de Kataeb Hezbolá en Irak y Siria, matando a 25 de los combatientes del grupo.

El martes, milicianos pro-iraníes y sus partidarios irrumpieron en la embajada de Estados Unidos en Bagdad, causando daños al enorme complejo pero sin lesiones estadounidenses, antes de retirarse un día después.

Posteriormente, Trump advirtió a Irán que pagaría un “GRAN PRECIO” por el ataque a la embajada, una amenaza que parecía cumplir con el ataque que el Pentágono dijo que ordenó a Soleimani.

¿Quien sabe?

Estados Unidos había seguido de cerca los movimientos de Soleimani en los últimos meses y podría haberlo atacado antes.

Parece que Estados Unidos había estado planeando el ataque durante varios días, incluso antes del asalto de la embajada el martes.

El senador de Carolina del Sur, Lindsey Graham, le dijo a Fox News que fue informado por Trump mientras lo visitaba en Florida el lunes. Los dos jugaron golf juntos.

“Me informaron sobre la posible operación cuando estaba en Florida. Agradezco que me tengan informado”, dijo Graham. “Realmente aprecio que el presidente Trump le haya hecho saber al mundo que no puedes matar a un estadounidense sin impunidad“.

El hijo de Trump, Eric, también parecía tener un conocimiento avanzado, publicando un tweet el martes que decía “A punto de abrir una lata grande de culo, #DontMessWithTheBest #USAUSAUSA“, antes de eliminarlo rápidamente.

Y algunos líderes mundiales, incluido el primer ministro Benjamin Netanyahu, pudieron haber sido informados antes del ataque.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, llamó a Netanyahu el miércoles por la noche, aparentemente para agradecerle el apoyo de Israel en los esfuerzos para combatir a Irán y después del ataque contra la embajada de Estados Unidos en Irak.

Tuiteando el jueves por la mañana, Netanyahu aludió a “cosas muy, muy dramáticas” que suceden en nuestra región.

“Quiero dejar una cosa clara: apoyamos plenamente todos los pasos que ha tomado Estados Unidos, así como su pleno derecho a defenderse a sí mismo y a sus ciudadanos“, escribió Netanyahu.

“Además, sabemos que nuestra región es tormentosa; cosas muy, muy dramáticas están sucediendo en ella. Estamos alertas y monitoreando la situación. Estamos en contacto continuo con nuestro gran amigo Estados Unidos, incluida mi conversación de ayer por la tarde”, dijo el líder israelí.

¿Por qué ahora y qué viene después?

Más tarde, Pompeo dijo que Soleimani estaba planeando una “gran acción” que habría “puesto en riesgo docenas si no cientos de vidas estadounidenses“.

“Sabemos que era inminente“, dijo Pompeo a CNN. “Fue una evaluación basada en inteligencia que impulsó nuestro proceso de toma de decisiones“.

El asesinato de Soleimani,  descrito a menudo como la segunda persona más poderosa en Irán, ha abierto un período de incertidumbre tanto para Medio Oriente como para Estados Unidos.

Irán ha prometido vengar su muerte. Su aliado cercano, el grupo terrorista Hezbolá del Líbano, dijo que el castigo para los responsables será “la tarea de todos los combatientes de la resistencia en todo el mundo“.

Muchos grupos pro iraníes en la región tienen la capacidad de llevar a cabo ataques contra bases estadounidenses en el Golfo, así como contra petroleros y buques de carga en el Estrecho de Ormuz, que Teherán podría cerrar en cualquier momento.

También podrían atacar a las tropas y bases estadounidenses actualmente en Irak, Siria, otras embajadas estadounidenses en la región, y atacar a los aliados de Washington, incluidos Israel y Arabia Saudita, incluso países de Europa.

Estados Unidos ha enviado más de 14,000 tropas a la región como refuerzos en los últimos meses.

Washington anunció que se enviarían 500 más luego de que una mafia pro iraní asediara su embajada en Bagdad esta semana.

Y el viernes, un funcionario del Pentágono dijo que se desplegarían entre 3.000 y 3.500 soldados en Oriente Medio.

Actualmente, Estados Unidos tiene 5.200 soldados desplegados en Irak, oficialmente para ayudar y entrenar a su ejército y garantizar que el Estado Islámico no vuelva a emerger como una fuerza.

Israel también se preparó para un posible ataque de represalia, y la televisión israelí informó que el Ministerio de Defensa puso a las embajadas y oficinas israelíes en “alerta máxima” en todo el mundo a raíz del asesinato de Soleimani y en medio de amenazas de venganza iraníes, algunas de las cuales fueron dirigidas contra el estado judío.

Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudío