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domingo 24 de noviembre de 2024

¿Son crímenes de guerra perpetrados por la República Islámica de Irán?

Enlace Judío México e Israel – Científicos de todo el mundo desarrollado están investigando en tratamientos efectivos contra el coronavirus que provoca la enfermedad del COVID-19, vacunas, medicamentos, anticuerpos etc., así como también intentando, con mayor o menor fortuna, suministrar a sus sanitarios  equipos de protección y a aplicando a sus ciudadanos medidas de cuarentena, con desescaladas y controles.

En todo este mundo de la investigación, uno de los laboratorios que destaca es el estadounidense Gilead Sciences Inc. que ha desarrollado el medicamento Remdesivir, que está siendo utilizado en la lucha contra el coronavirus, pero ha sido atacado informáticamente por hackers del régimen iraní, siendo Irán el país más afectado por el coronavirus en Medio Oriente.

De acuerdo a una investigación de la agencia Reuters en base al testimonio de tres expertos en ciberseguridad, los responsables de la embestida al laboratorio están vinculados al régimen de Irán. Los métodos y la infraestructura usados en el ataque a Gilead han sido previamente utilizados por un grupo de hackers conocido como “Charming Kitten” (Gatito encantador), vinculado al régimen de Irán, indicó Priscilla Moriuchi, directora de amenazas estratégicas en la empresa de ciberseguridad estadounidense, Recorded Future.

Reuters ha informado en las últimas semanas que los piratas informáticos con vínculos con Irán y otros grupos también han intentado ingresar en la Organización Mundial de la Salud, y que los atacantes (iraníes) vinculados con Vietnam atacaron al gobierno chino por su manejo del brote de coronavirus.

Gran Bretaña y Estados Unidos advirtieron la semana pasada que los piratas informáticos respaldados por el Estado iraní están atacando a compañías farmacéuticas e instituciones de investigación que trabajan en tratamientos para la nueva enfermedad. La declaración conjunta no mencionó a ninguna de las organizaciones atacadas, pero dos personas familiarizadas con el asunto dijeron que uno de los objetivos era Gilead, cuyo fármaco antiviral remdesivir es el único tratamiento hasta ahora comprobado que ayuda a pacientes infectados con COVID-19. Hace dos semanas, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. autorizó el uso de remdesivir de Gilead con urgencia en pacientes con COVID-19 grave, allanando el camino para un uso más amplio en más hospitales en los Estados Unidos. 

En la República Islámica de Irán nada se mueve sin el permiso de los ayatolás

La República Islámica de Irán destina enormes recursos económicos en financiar los grupos terroristas yihadistas de Hezbolá, Hamás, la Yihad Islámica Palestina, a los hutíes de Yemen, la Guardias Revolucionarios Islámica iraní, el Ejército de Al-Mahdi –en Irak-, a través su embajador en Albania, Gholamhossein Mohammadnia, que fue expulsado el 19 diciembre de 2018 del país europeo, por haber planeado ataques terroristas; en proporcionar armas y apoyo financiero a la insurgencia talibán en Afganistán y perpetrar numerosos atentados terroristas en Argentina, Kenia, Tailandia, India. Francia, Dinamarca, Líbano, Panamá, Arabia Saudita, Kuwait, Bulgaria, Reino Unido.

El apoyo a los grupos terroristas yihadistas y las milicias le cuesta a Teherán cientos de millones de dólares e incluso miles de millones, según los grupos incluidos y las metodologías utilizadas. Irán le proporciona a Hezbolá unos 700 millones de dólares al año, otorga otros 100 millones de dólares a varios grupos terroristas palestinos. El monto económico del terrorismo iraní dinero, proporcionado a otros terroristas, para asesinar judíos se acerca a los mil millones de dólares; pero el costo de sus fuerzas militares convencionales es mucho mayor.

¿Y quién paga en última instancia el precio de este soporte? El pueblo iraní. Los recursos que Irán usa para financiar su campaña terrorista global provienen directamente de los bolsillos de los iraníes comunes. El régimen de los ayatolás roba a sus propios ciudadanos para pagar sus grupos terroristas en el extranjero.

Las prioridades de Teherán son claras. No busca impulsar el crecimiento económico en el país ni mejorar el nivel de vida iraní. Ni en estos momentos investigar contra el coronavirus. No busca reducir el creciente desempleo de Irán. Lo que el régimen prioriza, a pesar de la creciente angustia económica del país, es comprar armas y bombas para donarlas a terroristas extranjeros.

Trágicamente, este gran desperdicio de los activos del pueblo iraní ha provocado derramamiento de sangre e inestabilidad en todo el mundo.

Gracias al respaldo de Irán, Hezbolá ha construido un temible arsenal. El grupo ahora tiene más de 100.000 cohetes en el Líbano preparados para ser lanzados contra Israel. Indiferente a las personas que pretende defender, Hezbolá, el chiíta “Partido de Alá” libanés de obediencia iraní, esconde sus fábricas de misiles en los centros de población, utilizando efectivamente a conciudadanos y correligionarios civiles como escudos humanos.

La intervención de Teherán fue un cambio de juego para el régimen sirio en la guerra civil allí, ayudando a preservar al presidente Bashar Al-Assad cuando estaba tambaleándose. Gran parte de la intervención de Irán se realizó a través del Hezbolá libanés y una serie de grupos chiítas afganos, iraquíes y pakistaníes.

Misiles capaces de alcanzar el sur de Italia, submarinos dotados de un sistema de lanzamiento de proyectiles subacuáticos y drones “suicidas”, son parte del armamento que, en los últimos años y con el estallido de diversos conflictos en Oriente Próximo como telón de fondo, Irán ha desarrollado con el fin último de consolidar su dominación absoluta en la región. La República Islámica cuenta con miles de misiles balísticos de distinto rango y alcance que mejora y perfecciona continuamente, según certifica el Centro de Estudios Internacionales Estratégicos (CSIS, por sus siglas en inglés). De todos ellos, destaca el misil de crucero “Soumar”, presentado en 2015 y que cuenta con una capacidad de proyección estimada de hasta 2,500 kilómetros, el equivalente aproximado a la distancia entre Urmía, en el noroeste de Irán, y la localidad italiana de Lecce

La tasa oficial de desempleo alcanzó el 27 por ciento en el año 2018 entre los jóvenes iraníes y más del 40 por ciento entre los graduados universitarios, dice Omid Ali Parsai, presidente del Centro de Estadística de Irán.

Las cifras oficiales iraníes parecen apenas convincentes. La metodología de Irán para estimar el número de personas con trabajo es contar una hora de trabajo por semana como empleo. Pero esta no es la única razón por la cual las cifras de desempleo publicadas por los funcionarios iraníes son menos que confiables.

Por ejemplo, la tasa de crecimiento económico de los últimos seis meses ha disminuido en comparación con la tasa de crecimiento promedio del año pasado. De hecho, en los últimos meses de 2018, Irán entró oficialmente en una profunda recesión. La disminución debe haber afectado la tasa de desempleo, pero no hay rastros en las estadísticas que Irán ha publicado.

El régimen iraní de los ayatolás destina grandes sumas de dinero en controlar a su propia población, mantener a la gente bajo la Sharía, la ley islámica, que discrimina brutalmente a las mujeres, ejecuta a los homosexuales y a los disidentes calificando a todos ellos de “corruptores de la tierra”, también deriva enormes recursos económicos en exportar el terrorismo, obsesionado en exterminar judíos y musulmanes sunitas. 

Los ayatolás tienen aliados en Europa como el actual vicepresidente del gobierno socialcomunista de España, Pablo Iglesias

El régimen de Irán no sólo emplea el terrorismo como arma contra aquellos a los que considera enemigos, o disidentes, también financia generosamente a partidos extrema izquierdistas como a Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, y actualmente vicepresidente del gobierno socialcomunista de España, con el objetivo de desestabilizar países europeos, como lo expone el mismo Iglesias en una charla que ofreció en unas jornadas organizadas en marzo de 2013 por la Unión de Juventudes Comunistas de Aragón. El actual dirigente de Unidas Podemos, y vicepresidente del gobierno español, habla sobre su programa “Fort Apache” en HispanTV, televisión propiedad del Servicio de Radiodifusión de la República Islámica de Irán, y reconoce sin tapujos que se ha dejado usar por la dictadura islámica para desestabilizar España, comparándose con la operación con la que el Imperio alemán usó a Lenin para conseguir la rendición de Rusia en la Primera Guerra Mundial, una operación que dio lugar a la instauración de una brutal dictadura comunista: la URSS.

Desgraciadamente ante las elevadas tasas de mortalidad en España, las segundas más altas del mundo superadas por Bélgica, parece que el objetivo de Pablo Iglesias se va cumpliendo.

Pero Pablo Iglesias no sólo comparte el mismo ideal de los ayatolás de la República Islámica de Irán de desestabilizar España, sino que junto con la extrema derechista y considerada como neonazi de Jean Marie Le Pen, del Frente Nacional de Francia, es un banalizador del Holocausto.

El actual vicepresidente del gobierno español, Iglesias, escribió en su blog el 28 de febrero de 2009  “El gesto de Antífona” en el que venía publicando sus opiniones personales desde hacía cuatro años, que El Holocausto fue un mero problema burocrático. Iglesias lo borró de Internet en 2014, coincidiendo con la fundación de Podemos, justo cuando otros compañeros de partido comenzaron a limpiar sus cuentas de Twitter borrando mensajes que pudieran resultar inconvenientes para su nueva carrera política.

El compañero en antisemitismo de Pablo Iglesias, Jean Marie Le Pen, fundador del extrema derechista Frente Nacional de Francia –muy al Este es Oeste- aseguró anteriormente que las cámaras de gas utilizadas por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial son “un detalle de la historia”. 

Las afirmaciones de Pablo Iglesias son aberrantes e impropias de un representante de la soberanía popular de los españoles que dice estar comprometido con la Democracia y con los Derechos Humanos, y que ahora es vicepresidente del actual gobierno español. El pensamiento de Iglesias alimenta a aquellas fuerzas y movimientos que, en mayor o menor medida, intentan, con intenciones claramente totalitarias, antidemocráticas e intolerantes —y por supuesto antisemitas— vaciar de contenido y negar el Holocausto, y por tanto, debe ser rectificado públicamente. Frente al Holocausto, a la incitación al odio y a la lucha contra el antisemitismo no cabe la ambivalencia intelectual ni los ridículos razonamientos peregrinos.

El Holocausto no puede reducirse a la acción de funcionarios carentes de moral debido a la institucionalización del odio al prójimo construida por el nazismo. El Holocausto fue un proceso perfectamente planificado por los jerarcas nazis en el cual la ausencia de conciencia del individuo y su nula moralidad jugaron un papel central y determinante en la consecución del asesinato masivo e industrial de 6 millones de judíos, programa específico conocido como “solución final”

¿Han perpetrado crímenes de guerra los ayatolás?

Si Irán declaró la guerra mundial contra Occidente, el hecho de atacar instalaciones sanitarias, y por extensión laboratorios del enemigo, que investigan para crear medicamentos, vacunas o anticuerpos contra el COVID-19, es considerado como crimen de guerra según artículos 16, 17,18, 19, 20 y 23 de la IV convención de Ginebra de 1949.

El artículo 19 especifica:

Cese de la protección de los hospitales (y centros sanitarios)

La protección debida a los hospitales civiles no podrá cesar más que si éstos se utilizan para cometer, fuera de los deberes humanitarios, actos perjudiciales para el enemigo. Sin embargo, la protección sólo cesará tras una intimación que determine, en todos los casos oportunos, un plazo razonable, y que no surta efectos.

No se considerará que es acto perjudicial el hecho de que se preste asistencia a militares heridos o enfermos en esos hospitales o que haya allí armas portátiles y municiones retiradas a esos militares y que todavía no hayan sido entregadas al servicio competente.

El laboratorio  estadounidense Gilead Sciences Inc. que ha desarrollado el medicamento Remdesivir, como otros laboratorios que han sido atacados por Irán, están investigando para encontrar solución contra el COVID-19, lo que beneficiará a toda la humanidad, incluidos los mismos dirigentes de Irán y la población iraní. 

En ningún caso Gilead Sciences Inc. ni los otros laboratorios atacados están siendo utilizados para agredir a Irán.

Si la República Islámica de Irán no ha declarado la guerra contra Occidente, aún es más estúpida, ¡o no! contando con colaboracionistas como Pablo Iglesias y similares.

Lo que no tiene lógica ni cordura es que un partido socialista, como el PSOE, pueda tener como colaboradores a la gente de Pablo Iglesias, que tanto ha debilitado a España, no sólo en vidas humanas, sino también a la catástrofe económica que conlleva el populismo de corte chavista de Unidas Podemos, como ya se ha visto en Venezuela, cuyo régimen también ha financiado a Pablo Iglesias y otros dirigentes de su partido para extender el bolivarismo  en España.

 

 


Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.

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