Enlace Judío México e Israel- Betty Joan Perske, más conocida como Lauren Bacall -“y La Mirada”- está considerada como una de las 20 actrices imprescindibles de la Edad de Oro del cine. Sin embargo ella siempre se consideró una actriz de teatro y todo el mundo la recuerda, entre muchas otras cosas, por su voz. (Pero “La Voz” ya era el apelativo de uno de sus amantes y casi marido, Frank Sinatra).
PEDRO HUERGO PARA ENLACE JUDÍO
“El espejo tiene dos caras”, de 1966 -y de Barbra Streisand- le valió un Globo de Oro y una nominación a un Oscar honorífico, pero es el título que mejor la define: la actriz vamp de los ´50, fue una esposa y madre amantísima, además de una mujer valiente y comprometida políticamente. Pero como ella mismo dijo en una entrevista en 1989 en España, “mi vida es lo que otros decidían por mí”.
“Creo que me he ganado el derecho a ser juzgada por mi cuenta. Es hora de que se me permita tener una vida propia, para ser juzgada y considerada como una persona, como yo”.New York Time, 1970.
Betty Joan Perske nació el 16 de septiembre de 1924 en el Bronx, NY, pero poco después de nacer la familia se mudó a Ocean Parkway. Su padre, comerciante, nacido en New Jersey y muerto en 1982, provenía de una familia judía de lo que hoy es Bielorusia; la madre, secretaria, había emigrado desde una ciudad de Moldavia, entonces Rumanía. Como la propia Bacall cuenta en su autobiografía, estudió en un colegio para señoritas que pagaban unos tíos ricos que tenía, pues los padres se divorciaron cuando ella tenía cinco años. El sr. Perske sencillamente desapareció de la vida de su esposa y de su hija en plena Gran Depresión. Por parte de padre, la familia estaba emparentada con Shimon Peres, nacido Szymon Perski.
Betty Bacall -su padre desapareció de su vida hasta no dejar huella ni en el apellido- en 1941 vivía con su madre en Greenwich Village y trabajaba como acomodadora y modelo para poder pagarse los estudios de Arte Dramático ( donde tenía como compañero, por ejemplo, a quien como ella sería otra gran estrella judía del celuloide, Kirk Douglas) Destacaba por su hermosura hasta el punto de que en 1943, fue elegida Miss Greenwich Village. Y fue así conocida por el barón Nicolas de Gunzburg- judío francés que será icono del mundo del estilo americano. El le presentó a otra francesa judía, Diana Vreeland, que tomó de la mano a Betty y la colocó en la portada de Harper´s Bazar, que entonces era la biblia de la moda en Estados Unidos.
Slim Keith, lo más del estilo de aquellos tiempos en blanco y negro – además de esposa del cineasta Howard Hawks- le dijo a su marido que había visto una chica a la que tenía que hacer una audición, porque sería ideal para la nueva película que iba a rodar con Humphrey Bogart: “Tener o no tener”. Betty Bacall salió del despacho de Howard Hawks con un contrato por siete años a cien dólares la semana. Y con algo mucho más importante: su vida daría un giro por completo, pues entraba por la puerta grande de Hollywood y conocería al hombre más importante de su vida, su marido y el padre de sus hijos. Lo único que tuvo que hacer fue, por un lado, cambiarse el nombre (eligió, en honor de su madre, Lauren Bacall) y por otro, ponerse en manos de Slim Keith para adquirir elegancia , maneras y gusto. Por ejemplo, hablar en un tono más bajo, cosa que hizo con un logopeda, recitando versos durante horas, hasta conseguir esa voz ahumada, de ronroneo, gutural, digno de las Hawksian woman: una mujer que sabe lo que quiere pero que nadie sabe -ni quiere saber- lo que puede hacer para conseguirlo.
Bogart y Bacall se enamoraron profunda y secretamente durante el rodaje de Tener o no tener. El tenía 25 años más que ella, que sólo tenía 21. La tensión sexual entre ellos era evidente para todos sus compañeros. Pero Bogart estaba casado con Mayo Methot, una mujer temperamental y desequilibrada que incluso tiraba botellas de licor ya vacías a la cabeza de Bogey. Los escándalos eran diarios. Bogart abandonó la casa varias veces. Hasta que el 3 de diciembre de 1944 fue la definitiva. El 10 de mayo se divorciaron y el 20 de ese mes, Bogart se casó con Lauren Bacall.
A continuación una famosa escena de su primera película juntos, “Tener o no tener”, donde podríamos decir que casi no hay ficción, y en la que nace el asunto del silbido: el día de la boda con Bacall, Bogart regaló a su esposa un colgante con la forma de un silbato de oro.
Según la propia Betty fueron inmensamente felices durante doce años y dos niños, pero el 14 de diciembre de 1957 Bogart sucumbía a un cáncer de esófago. Betty lo enterró con el silbato de oro que los unía.
Otra hermosa creación de la Naturaleza de Hollywood, Elizabeth Taylor, enterró a su primer esposo judío, Mike Todd, un año después que la Bacall, con un anillo de diamantes; luego se convirtió al judaísmo y se casó con el mejor amigo del difunto, la estrella de la canción, Eddie Fisher (La tumba de Todd, en 1977, como las de los faraones egipcios, fue profanada para expoliar esa joya de la actriz que interpretó a Cleopatra) Miss Taylor y Miss Bacall fueron siempre amigas; de hecho estas dos estrellas descomunales tenían muchas amistades comunes, pero pocas cosas en común con la forma de amar a un hombre. Una amaba como una bestia; otra amaba como una bella.
Warner Bros. quiso hacer de ella una estrella con una campaña de publicidad en la cual llegaron a tumbarla sobre el piano mientras lo tocaba el presidente de EE.UU. Truman. Haría más películas con Bogart: The Big Sleep, Pasaje Oscuro, Cayo Largo -joyas del cine negro- pero Bogart quería una esposa tradicional, como no tuvo en sus tres anteriores matrimonios. Lauren Bacall rechazó muchos guiones en esa docena de años, y se ganó fama de complicada, pero realmente era , como ella dijo al respecto porque podía ” haber tenido una mejor carrera artística, pero no una vida mejor”. No obstante, en esta época digámosle Bogey hizo “Cómo casarse con un millonario”, junto a Marilyn Monroe y Betty Grable. O con Rock Hudson y Paul Newman.
Una vez viuda, se instaló en un apartamento del Edificio Dakota, en Manhattan, donde vivirá los siguientes 53 años de su vida, casada con el actor Jason Robards, con quien tuvo otro hijo, y del cual se divorció en 1969 por el alcoholismo del padre. En N.Y. desarrolló su carrera en el escenario, con algunas obras memorables. Aplause, remake de Eva al Desnudo, (All about Eve) de Bette Davis, tuvo mucho éxito. B Davis la vio de forma anónima y al final le dijo, sólo tú podrías haberlo hecho tan bien . Lo cual viniendo de La Loba era mucho halago. También hizo en Londres “Dulce pájaro de juventud”, de T Williams.
Betty falleció en el verano de 2014, a causa de un derrame cerebral, dejando 26 millones de dólares de herencia.
En 2009 obtuvo Óscar honorífico y desde el escenario dijo «Algunos estáis sorprendidos, ¿eh? En cualquier caso, estoy aquí y es mejor que os hagáis a la idea».
Y es que ella siempre tuvo un gran sentido del humor. Un día quiso entrar en una tienda de Londres y el dependiente le dijo, “lo siento, señora, está cerrado al público”. Ella le respondió: “Oh, pero es que yo no soy el público, querido. ”
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