Enlace Judío México e Israel – ¿Es jurídicamente válida la eventual anexión de territorios? ¿Le conviene realmente a Israel? ¿Cuáles serían las reacciones dentro y fuera de sus fronteras? Sobre estos temas conversaron dos especialistas con puntos de vista bien informados y una gran pasión por el tema.
El pasado 18 de mayo, dentro del ciclo de charlas organizado por B’nai B’rith Latinoamérica, se llevó a cabo el debate Anexar o no Anexar (y qué), protagonizado por Gabriel Ben Tasgal, analista internacional y director de Hatzad Hasheni y Jana Beris, conferencista, periodista y directora del Semanario Hebreo Jai. Beris, para empezar el debate, se dijo “en contra de la anexión o declaración de soberanía” de los territorios actualmente poblados por judíos en Cisjordania y aunque su postura no se debe a una consideración por los palestinos, pues alcanzar un acuerdo con ellos ha resultado imposible, principalmente, por la reticencia de estos.
La oposición de Beris a la anexión se centra en “la problemática del derecho internacional pero también a la declaración de la ley israelí, no porque (yo) no reconozca los vínculos históricos (del pueblo judío)con esa tierra, con esa zona, porque evidentemente la nación judía nació en Judea y Samaria, no en Tel-Aviv, sino porque creo que es un paso que complica… puede complicar el futuro, puede ayudar a que los extremos que quieren un estado entero, un único estado entre el Jordán y el Mar Mediterráneo, o sea, complicar el futuro de Israel como estado judío democrático, los estaríamos ayudando a quienes quieren eso.”
Ben Tasgal, por su parte, comenzó el debate aclarando que, cuando se habla de anexión, se refiere a la incorporación de zonas específicas dentro de Cisjordania y no a toda esta, poblada por más de 2 millones de palestinos. Mostró un mapa de la región, que se divide en tres zonas (A, B y C) para señalar las regiones pobladas por judíos que serían susceptibles de la anexión, y recordó que la propuesta de Donald Trump habla de anexar hasta 30% del territorio de Cisjordania, no más.
Después, Ben Tasgal habló acerca de la discusión sobre si la anexión contravendría o no al derecho internacional. Dijo que la resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada los últimos días de 2016, es una resolución política, no jurídica. “Y decir que los territorios son ocupados también es una decisión política.” Recordó que la ley internacional que prohíbe la ocupación de territorios conquistados militarmente se refiere a territorios que pertenecen a un Estado, y dijo que Cisjordania no cumple con esa definición.
“Nunca hubo un Estado Palestino. Los territorios conocidos como Judea y Samaria eran territorios que fueron anexados por Jordania de forma ilegal y nadie los reconoció, salvo Pakistán.” Cuando Israel fue atacado por Jordania (entre otros países), no solo ganó la guerra sino extendió su territorio más allá de la línea divisoria con ese país. Esto, según recuerda Ben Tasgal, es congruente con las ideas del juez Julius Stone, quien estableció la doctrina según la cual, si un país es atacado beligerantemente por otro, como ocurrió en el caso citado, el país que resiste el ataque y gana debe poder reclamar territorio como una especie de precio a pagar por el agresor. Esto serviría, en su opinión, para desincentivar las ofensivas militares injustificadas contra naciones soberanas.
También se refirió a la unilateralidad en la decisión de anexar territorios. Israel, dijo, no tiene interlocutor. La Autoridad Palestina ha dejado de negociar con Israel y ha rechazado anteriores propuestas de intercambio de territorios. “La gran mayoría de acciones que ha hecho Israel fueron unilaterales. Evidentemente sería mejor hacerlo de otra forma y negociar con los palestinos.”
Para finalizar su primera intervención, Ben Tasgal dijo que cree que “la amenaza de que Israel anexe parte del territorio va muy acorde al pensamiento de Medio Oriente. Toda vez que una fuerza musulmana, a lo largo de la historia, cedió, fue porque se sentía débil, y la fortaleza no provoca ceder (…). La única vez que los palestinos llegaron a acuerdos con Israel fue durante Oslo. Y llegaron a acuerdos en Oslo porque estaban destruidos políticamente tras la Guerra del Golfo.”
Dijo que anexar un 6% del territorio sería un buen mensaje para los palestinos: “se van a quedar sin nada si no negocian con nosotros”, pues mientras Israel se convierte en una potencia política y económica de la región, que incluso comienza a estrechar vínculos con otros países de Medio Oriente, los palestinos se aíslan. “El tiempo juega en contra” de los palestinos, aseguró antes de devolverle la palabra a Jana Beris.
Una decisión inconveniente
Si hasta ahora Benjamín Netanyahu se ha abstenido de anexar los territorios de Cisjordania o de declarar en algunos de ellos la ley israelí, y si tampoco lo hicieron el exprimer ministro Sharon y otros políticos ideológicamente afiliados a las ideas de Likud, “por algo será”, dice Beris, quien sugiere que el motivo es la inconveniencia política de tomar tal decisión.
También se refirió a la oposición del liderazgo judío en el valle del Jordán a la propuesta de Donald Trump, pues en la práctica ello implicaría muchos problemas de seguridad para los judíos que tendrían que desplazarse por un laberinto de caminos que van y vuelven de territorios controlados por los palestinos. Entre “los grandes discursos y lo que sucede en la práctica”, dijo, hay una gran diferencia.
Al respecto, Gabriel Ben Tasgal dijo que una gran mayoría de los israelíes, incluyendo a los militantes de izquierda, estará de acuerdo con la anexión de los territorios donde hay una muy numerosa población israelí concentrada en pequeñas extensiones de terreno.
Ahora bien, ¿cuál va sería la reacción de los países árabes? Para Ben Tasgal, hay que ver si “se van a quedar en las palabras solamente o si van a hacer algo concreto”. La principal preocupación para Israel sería la reacción de Jordania. “¿Romperá el pacto con Israel o lo va a enfriar? Yo creo que no. Y creo que el primer paso de Netanyahu no va a ser anexar el valle del Jordán”, aunque la dependencia de que tiene Jordania de Israel es “mucho mayor que lo que Israel necesita a Jordania.”
Dijo que el rey de Jordania prefiere que Israel controle las fronteras a que lo hagan los palestinos, y que la dependencia de agua y otros recursos que provee Israel es muy importante para él. Sin embargo, dijo que hay que prestar atención al poder político de los Hermanos Musulmanes dentro de Jordania y cuánto miedo pueda tener el Rey a la oposición de dicho grupo dentro de Jordania.
“Eso se podría traducir en un enfriamiento de las relaciones o en una declaración que congela el acuerdo de paz. Si eso es así, yo creo que el gobierno israelí podría decir ‘triunfamos’.” Pero si el rey de Jordania hace algo más que condenar la anexión y congela el acuerdo de paz, “es una desgracia para Israel”, dijo Ben Tasgal.
“La tendencia general del mundo árabe es que están hartos de los palestinos. Hartos. Entonces, tenemos relaciones muy buenas con muchos países del Golfo Pérsico y también con Arabia Saudita y también con Egipto, que del punto de vista programático, no creo que tengan ningún problema ellos en sacrificar a los palestinos. Otra vez la pregunta es ¿qué van a hacer ellos desde el punto de vista práctico?”
Pero más importante aún, dijo, es pensar cómo va a reaccionar la Unión Europea, a quien consideró “el principal problema histórico que tiene Israel.” Dijo que el antisemitismo nació en Europa y tiene un origen cristiano, “especialmente católico, y Europa no se ha curado de su enfermedad, que es el antisemitismo. Y por otro lado, la Unión Europea tiene un montón de pensamientos posmodernistas, por un lado, la extrema derecha que tiene todavía ADN radical islámico, la inmigración musulmana que también incentiva el antisemitismo, y la extrema izquierda que hoy en día son los aliados más potentes de los grupos más radicales y más antisemitas.”
En ese sentido, una ruptura con la Unión Europea, con quien Israel tiene su mayor intercambio comercial, podría hacerle mucho daño a Israel, dijo. Pero aclaró que para que la Unión Europea actúe contra Israel en bloque tiene que haber un consenso de unanimidad, y que países como Austria, la República Checa y algunas naciones de Europa del Este se oponen a una sanción contra Israel.
Lo que sí podría ocurrir es que algunos países europeos tomen acciones bilaterales de bloqueo económico y tecnológico contra Israel. Otro factor a considerar es que nadie puede asegurar, dijo, que Donald Trump sea reelecto presidente de Estados Unidos en noviembre, tras la crisis provocada por la epidemia de covid-19, que en aquel país ha cobrado la vida de más de cien mil personas.
“¿Y qué pasa si viene un gobierno demócrata y se va para atrás y es la antítesis de Trump y una de las medidas es castigar a Israel por la anexión?”
Te invitamos a ver el debate completo y la sesión de preguntas del público que le siguió.
Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudío
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