Enlace Judío México e Israel – Según los oficiales libaneses, la devastadora explosión en el puerto de Beirut que el día 4 de agosto dejó al menos 135 muertos y más de 4,000 heridos, se debió al indebido almacenamiento, desde septiembre de 2013, de 2,750 toneladas de nitrato de amonio. Habitualmente el nitrato de amonio no se incendia fácilmente, se requieren varios factores para que resulte en una magna explosión.
Quienes hemos visto alguno de los impresionantes videos del suceso podemos acordar que comienza con humo blanco con pequeñas chispas, seguido de la explosión que creó una burbuja de humo blanco, en forma de hongo, seguida de un intenso humo rojo naranjoso que los químicos en Twitter inmediatamente identificaron como óxido de nitrógeno (NO2), sugiriendo que la explosión debía haber sido por nitrato de amonio.
Por su lado, otros químicos tuiteros usaron los videos compartidos en redes para estimar la velocidad de la onda expansiva, de la detonación, en aproximadamente 3,000 metros por segundo, confirmando que en efecto, el origen de la explosión debía ser el nitrato de amonio. Evidentemente cada explosivo, según su composición, tiene otra velocidad de detonación.
Las explosiones se miden en kilotones. Por definición, un kilotón equivale a la explosión de una tonelada de TNT (trinitrotolueno). El accidente registrado a las 6:07 p. m. en Beirut fue de aproximadamente 2 kilotones, generando un sismo de magnitud 3.3 en escala de Richter. Para comprender la intensidad de esta explosión, basta compararla con la del reactor nuclear en Chernobyl, en 1986, de 0.3 kilotones, y con la bomba que detonaron los americanos en Hiroshima en 1945, de entre 12 y 15 kilotones. Se piensa que la explosión en Líbano quedará marcada como una de las más potentes, muy similar a la explosión que en diciembre de 1917 sucedió en el puerto de Halifax, Canadá, y que mató a casi 2,000 personas, ocasionando entre sus daños, un tsunami y devastadora destrucción.
Como comenté, el nitrato de amonio no se incendia solo, por lo que seguramente todo comenzó con un incendio cercano, posiblemente de algún tipo de combustible fósil, aún está por dilucidarse. Este incendio, provocó el humo inicial que hizo que muchos libaneses prendieran sus cámaras de celular, sin saber lo que vendría después. De esta misma forma, con un incendio, inició en 2015 la explosión de nitrato de amonio en Tianjin, China.
La molécula de nitrato de amonio, cuya fórmula química es NH4NO3 contiene dos nitrógenos, uno en la parte del amonio (NH4) la otra en la del nitrato (NO3). Cuando estos adquirieron energía como resultado del incendio aledaño, provocaron una reacción cuyos compuestos resultantes fueron todos gaseosos. La producción instantánea de los gases hizo que la presión en el lugar aumentara considerablemente, causando la onda expansiva, la devastadora detonación.
Importante recalcar que uno de los gases resultantes de la reacción exotérmica, el óxido de nitrógeno color rojizo naranja, es un contaminante, por lo que los beirutíes, además de tener que buscar entre escombros, reconstruir una ya de por sí devastada ciudad y recuperar la tranquilidad, tendrán que usar cubrebocas, al menos estos días, para protegerse del gas, y por si acaso, también del coronavirus, que hasta el momento había ocasionado 5,417 casos oficiales con 68 muertos.
La violenta onda supersónica, con temperaturas de hasta 3,000 grados Celsius, provocó cristales rotos, techos destruidos, muchos heridos y autos volteados en hasta 10 kilómetros a la redonda. Nótese que la velocidad de expansión fue de 3,000 metros por segundo y el sonido viaja a 340 metros por segundo. Sin duda la onda sí fue supersónica.
Pero además, hubo un pequeño hongo color blanco, que a muchos nos hizo pensar en explosiones nucleares, una alternativa imposible. Como mencioné, el color rojo naranja inmediatamente delató el origen químico del asunto. Sin embargo, lo que provocó el hongo blanco fue la rápida condensación de la humedad del aire en ese sitio, humedad especialmente alta en ese lugar justamente sobre el mar, formando rápidamente pequeñas gotas de agua microscópicas que construyeron el hongo blanco.
El nitrato de amonio es una sustancia química utilizada comúnmente como fertilizante ya que provee del indispensable nitrógeno a las plantas. Sin embargo, también es usado para la elaboración de explosivos, combinado con aceites y combustibles, como fue en el caso de la bomba, con 2 toneladas de nitrato de amonio, que destruyó el edificio federal de Oklahoma en 1995. Es por ello que su almacenaje debe ser en espacios lejos de zonas urbanas, con ventilación y siguiendo medidas de seguridad estrictas que prevengan incendios.
Aquí la explicación química del suceso. La devastación social, económica y política le tocará a otros analizar. Lo que sí es que, sin duda, es un tremendo evento que sacudió al mundo entero, que pone en perspectiva la magnitud de las negligencias y las proporciones de los accidentes. Un evento que marcará la historia de la ciudad natal de mi madre, a unos metros del barrio que la vio crecer y que hoy, esta trágicamente destrozado.
Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.
Comunidad Enlace Judío
¿Nuestro periodismo es importante para ti?
¿Confías en Enlace Judío para una cobertura precisa y oportuna en este momento?
En ese caso, únete a la comunidad Enlace.
A partir de $100.00 MXN al mes, podrás:
- Apoyar a nuestros periodistas independientes que trabajan las veinticuatro horas del día
- Ser reconocido como parte de nuestra comunidad una bendición semanal
- Acceso a contenido exclusivo
- Acceso a eventos exclusivos, en caso de haberlos
- Servicio de noticias instantáneas sobre Israel y el mundo judío a tu celular, así como a nuestras transmisiones en vivo.