Expulsión de judíos por los países árabes fue un error, sostiene escritor emiratí

Enlace Judío México e Israel – En un artículo publicado a mediados de mes en el periódico al Ittihad, que denota el proceso de reflexión al que se está llegando en Emiratos Árabes Unidos ahora que ha firmado la paz con Israel, el escritor emiratí Salam Hamid lamentó la expulsión de la población judía de los países árabes en el siglo pasado.

Según una traducción hecha por el monitor de medios MEMRI, Hamid calificó de “extraña” a la expulsión efectuada por los países árabes luego de la creación del Estado de Israel que eventualmente fue para este último “un gran regalo”. “¿Por qué fueron deportadas todas estas personas y cuál fue su crimen?”, se cuestiona.

Hamid sostuvo que la expulsión “tuvo repercusiones desastrosas” para los países árabes, ya que con ello, “perdieron una población élite con importantes riquezas, propiedades, influencia, conocimiento y cultura”.

“Nuestro problema en el mundo árabe es nuestra mentalidad y nuestro odio hacia los judíos. No hemos podido aprender la lección que nos ha provisto la historia, cuando otras naciones antes que nosotros expulsaron a sus ciudadanos judíos”, afirmó Hamid.

Para respaldar esta declaración, Hamid citó las expulsiones de judíos de España en 1492 e, incluso, la persecución efectuada por la Alemania de Adolf Hitler, sugiriendo que la nación germana habría superado a EE. UU. de no haber llegado el líder nazi al poder.

“Si los árabes hubieran dado una mirada de pasada a la contribución hecha por los judíos, especialmente en el sector financiero, durante las épocas omeya y abasí, hubiesen aprendido la lección y no hubieran cometido el error de expulsar a los judíos árabes, que incluso hubiesen podido ayudar a los regímenes árabes en contra de Israel”, agregó.

Ante ello, Hamid instó a las naciones árabes a generar un cambio radical en la educación judeofoba pasada y presente que es impartida desde los niveles básicos entre la población, incluso desde antes de la creación del Estado de Israel.

“Deben borrarse todos los elementos de incitación, debe fortalecerse un lenguaje de tolerancia y debe evitarse cualquier fanatismo de cualquier escuela de pensamiento o ideología en particular, porque el odio es una enfermedad infecciosa que afecta negativamente a las sociedades y a ambos a la gente simple y a la estudiosa”, concluyó.

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