Enlace Judío México e Israel – La esposa del primer ministro Benjamín Netanyahu, Sara Netanyahu habría violado las restricciones por COVID-19 en vigor en Israel al hacer que su estilista acudiera personalmente a la residencia oficial del primer ministro en Jerusalén.
Según el periódico Yedioth Ahronoth, Sara Netanyahu habría solicitado a la estilista previo a la festividad de Sucot, que comenzó el pasado viernes.
Las restricciones del confinamiento prohíben a los israelíes entrar en los hogares de otras personas si no es por un objetivo esencial. Las actividades de estéticas y peluquerías no se consideran dentro de este rango.
No estaba claro si Sara Netanyahu pagará una multa por violar las normas. La ley estipula una multa de 500 nuevos shequels, cerca de 150 dólares, por estar en la casa de otra persona, aunque generalmente se cobra a la persona que acude, no al anfitrión.
Según el reporte, fuentes que representan a Sara Netanyahu confirmaron que la estilista llegó a la residencia, pero que ella creía que el corte estaba permitido porque era para una aparición en un video informativo de relaciones públicas. El primer ministro Benjamín Netanyahu ha tenido la autorización de seguir requiriendo a estilistas debido a sus apariciones públicas.
“Sara Netanyahu se adhiere estrictamente a las directrices del Ministerio de Salud. Durante el encierro no ha salido de casa y maneja su rutina laboral como psicóloga infantil principalmente a través de reuniones de Zoom y llamadas telefónicas”, dijeron las fuentes.
“Antes de Sucot, la Sra. Netanyahu filmó un video informativo al servicio del público en el que pedía a todos que usaran máscaras. Dado que ella es una figura pública influyente y se trataba de un video informativo al servicio del público, asumió que se le permitiría utilizar los servicios de una estilista”.
Tanto Sara Netanyahu como la estilista usaron cubrebocas y guantes, e “incluso le pidió a la estilista que evitara la conversación por precaución”, dice el comunicado.
En el video, publicado en la cuenta personal de Instagram de Sara Netanyahu, pidió al público que usara cubrebocas y se apegara a las normas de distanciamiento social.
Se trata de la segunda vez que los Netanyahu se han visto involucrados en una presunta infracción de la normatividad sanitaria.
En abril pasado, durante el confinamiento por Pésaj, aparecieron imágenes que dejaron en claro que el hijo menor de la pareja, Avner, visitó a sus padres, a pesar de las reglas en vigor entonces prohibían visitas de miembros de la familia que no vivieran en el mismo hogar.
En días recientes, altos funcionarios del gobierno de Israel y otros políticos también se han visto envueltos en infracciones al confinamiento nacional por COVID-19, lo que ha levantado críticas.
Nadav Argaman, jefe del Servicio de Seguridad General de Israel, conocido como Shin Bet, habría violado el confinamiento durante Sucot al acoger a miembros de su familia que no vivían en su domicilio particular, de acuerdo con un reporte publicado el martes por la cadena pública israelí Kan.
Como jefe del Shin Bet, Argaman está a cargo del controvertido programa de rastreo de teléfonos celulares que el gobierno usa para identificar a potenciales personas portadoras de COVID-19.
Por su parte, el sitio Ynet reportó ese mismo día indicó que el hijo del jefe del partido Yamina, Naftali Bennett, hizo que un amigo visitara la casa de su familia antes de Yom Kipur.
La ministra de Protección Ambiental, Gila Gamliel, que el fin de semana anunció haber dado positivo a coronavirus, admitió tras un reporte del periódico Haaretz que infringió la restricción de permanecer a menos de un kilómetro de distancia del domicilio particular salvo para actividades esenciales.
Para Yom Kipur, Gamliel viajó 150 kilómetros desde su hogar en Tel Aviv hasta Tiberiades, donde asistió a una sinagoga, y presuntamente trató de ocultar esto a los encargados del Ministerio de Salud de realizarle una investigación epidemiológica.
La funcionaria aseguró que pagaría la multa necesaria pero negó que haya infringido las normas sanitarias durante su estadía en Tiberiades, donde viven sus suegros. Algunos pidieron por su renuncia y el comisionado del gobierno para COVID-19, Ronni Gamzu, lamentó sus acciones.
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