Eduard Yitzhak/ El islam no acepta reformas. Europa todavía no se ha enterado de ello

Enlace Judío México e Israel- Es necesario hacer la siguiente reflexión sobre el Islam ante el atentado yihadista (decapitación) contra Samuel Paty, profesor de Historia en Conflans-Sainte-Honorine, una localidad a una treintena kilómetros de París, asesinado el viernes 16 de octubre de 2020 por un joven musulmán, Abdullah.

1.- Macron contra el “separatismo musulmán”

El presidente francés Emmanuel Macron ha lanzado una ley contra el “separatismo” islámico, usando este término, separatismo, para englobar el combate contra los que discuten la preminencia del Estado y los valores de la República. Cuando Macron habla de “separatismo” se refiere a islamismo. Hace más un año se proponía tomar medidas contra el “separatismo” islámico, debido a la larga lista de atentados islamistas en territorio galo y al ensordecedor silencio del colectivo musulmán ante estos crímenes y al elevado número de Zonas Urbanas Sensibles –ZUS– en Francia en las que el Estado francés apenas ejerce algún tipo de control, donde impera casi absolutamente la Sharía, la ley islámica. Se estima que en junio de 2018 había más de seis millones de personas -aproximadamente una décima parte de la población de Francia- que viven en 1.500 barrios clasificados por el Gobierno como Zonas Urbanas Sensibles (zones urbaines sensibles, ZUS), cifras que van en aumento.

Macron se ha propuesto “liberar el islam en Francia de sus influencias extranjeras. “Debemos atacar el separatismo islámico porque en ese islamismo radical hay una voluntad de contravenir las leyes de la República y de crear un orden paralelo, otra organización de la sociedad”, dijo el mandatario francés el viernes 2 de octubre de 2020 durante el anuncio del proyecto de ley sobre separatismo islámico, que será presentado el próximo 9 de diciembre en la Asamblea.

2.- Los apologistas del Islam, musulmanes que hacen taqiyya (la mentira en nombre de Alá)

Muchos líderes de opinión y pretendidos expertos occidentales, afirman -erróneamente- que ver la Yihad como una guerra santa contra el infiel es un error producto de una mala interpretación de los textos sagrados del islam, desautorizando la asociación entre el terror y la violencia de musulmanes en nombre de Alá con un “pretendido” islam ideal y que aquellos que demuestran la falsedad de este argumento tienen voluntad de denigrar al Islam.

Estos apologistas afirman que no hay fundamento doctrinal en el terrorismo yihadista, y que es falso que los textos sagrados del islam apoyan la Yihad, también alegan que “el Islam es una doctrina de paz” acudiendo erróneamente a la etimología afirmando que Islam deriva de as-salam, paz, cuando realmente la palabra “Islam” procede de as-silm, que significa inequívocamente “sumisión”.

Los apologistas del Islam sostienen que no hay relación entre el comportamiento terrorista de los actuales yihadistas con el credo religioso musulmán del siglo VII, y que la aceptación bélica de la Yihad es secundaria y únicamente defensiva, y que todas las religiones, también el Islam, propugnan la paz, la no violencia, la misericordia, la compasión.

Todos estos apologistas pretenden ignorar que el mismo Corán 8:12: pone en palabras de Alá: Cuando vuestro Señor inspiró a los ángeles: «Yo estoy con vosotros. ¡Confirmad, pues, a los que creen! Infundiré el terror en los corazones de quienes no crean. ¡Cortadles del cuello, pegadles en todos los dedos!»

Corán 3:151: Infundiremos el terror en los corazones de los que no crean, por haber asociado a Alá algo a lo que Él no ha conferido autoridad. Su morada será el Fuego. ¡Qué mala es la mansión de los impíos!

Los islamistas y yihadistas justifican coránicamente el terror

ya que el término aparece en forma verbal y con contenido inequívoco (irhab es terror, rahaba aterrorizar, y en el versículo se usa turhibuna, aterrorizaréis a los infieles),

Este concepto de terror y Yihad no son una desviación producto de unos descentrados de la doctrina islámica. A lo largo de la historia del Islam todos los eruditos del Islam, la Ummah –la nación musulmana- , así como la actual con más de mil seiscientos millones de musulmanes han aceptado sin pestañear que la Yihad es la guerra por Alá para implementar el Islam en todo el orbe y la Sharía-la ley islámica- a toda la humanidad derogando todas las leyes vigentes en todos los países.

La obligación de la Yihad no se dirige sólo contra los infieles del exterior, sino que concierne a las “minorías rebeldes”, sean miembros de otra religión (dhimmies: judíos y cristianos) que viven en una sociedad musulmana, sean musulmanes que incumplen sus deberes y que “no se comportan como Alá manda”. Ibn Taymiyya, el padre doctrinal de la Yihad, parte del supuesto coránico de que el hombre ha de ser necesariamente musulmán y si es invitado a serlo y se niega, ha de ser combatido, lo que está “Está establecido por el Corán, la Sunna y la Ijma que es preciso combatir contra todo aquel que incumpla la ley del Islam, aun cuando hubiera pronunciado las dos profesiones de fe (shahada)”.

Los líderes de opinión y los pretendidos expertos occidentales sobre el Islam, el islamismo y el yihadismo afirman que Yihad es la defensa del Islam y de la comunidad musulmana cuando este concepto carece de fiabilidad en los términos de la teología musulmana.

En cualquier caso, la distinción entre gran yihad (yihad al-akbar) y pequeña yihad (yihad al-ashgar) procede de un hadiz o sentencia de Mahoma que en los términos de la teología musulmana carece de fiabilidad. Si admitimos que la confianza en un hadiz reposa sobre la existencia de una cadena fiable de transmisores (isnad) y sobre su inclusión en una de las recopilaciones juzgadas seguras (sahih), faltan ambos requisitos en el hadiz en que al volver de una expedición militar, Mahoma declara a un seguidor que vienen de la pequeña yihad, de la guerra, para afrontar la grande, el combate consigo mismo: “Unos creyentes regresaban de una expedición y fueron a ver al Mensajero de Alá, Él les dijo: “Volvéis para lo mejor, desde la yihad menor (yihad al-ashgar) a la yihad mayor (yihad al-akbar)” Uno le preguntó entonces : “¿Qué es la yihad mayor?” y él dijo “la lucha del esclavo contra sus pasiones” (muyahadat al-abdi hawah).

Y por eso si estos pretendidos expertos fueran coherentes tendrían que afirmar que los musulmanes invadieron “defensivamente” la península ibérica ante los intentos españoles de conquistar la Meca, como el emperador bizantino Heraclio, los norteafricanos cristianos, los egipcios, los persas, asirios, babilonios, chinos y todos los pueblos que intentaron ocupar la Meca fueron invadidos “defensivamente” por la Yihad islámica, lo que a todas luces es falso, rídiculo y absurdo; la Yihad es la conquista del Islam mediante campañas militares y terroristas. Las organizaciones terroristas como Al Qaeda, Estado Islámico, Hamás, Hizbolá, y otras no son más la persistente continuación a lo largo de los siglos de la Yihad instaurada por Mahoma en el año 622.

Los apologistas del Islam censuran a los críticos del islamismo como islamófobos y racistas (islamismo: la creencia que la Sharía –la ley islámica- se ha de imponer a todos los seres humanos, sea a través la da´wa –la predicación- (lo que ha tenido poco éxito desde su inicio) o de la violencia, la fuerza, la conquista militar y el terror, lo que ha sido el factor más importante del vertiginoso crecimiento de fieles), siendo el racismo la creencia de que grupos de seres humanos poseen diferentes rasgos de comportamiento correspondientes a la apariencia física y pueden dividirse en función de la superioridad de una etnia sobre otra. El racismo significa prejuicio, discriminación o antagonismo dirigido contra otras personas porque son de una etnia diferente.

La crítica al islamismo y al yihadismo tiene tanto de racismo como criticar la Inquisición, el comunismo o el fascismo.

Islam y árabe en absoluto sinónimos, el 20 por ciento de musulmanes son árabes, el 80 por ciento restante son paquistaníes, afganos, malayos, turcos, etc, y en el mundo árabe hay musulmanes sunnitas –la mayoría-, musulmanes chiítas, cristianos y judíos.

Criticar una religión no es racismo, discriminar un grupo étnico es racismo. Criticar y rechazar el islamismo y el yihadismo no es racismo, ni tampoco es criticar, repudiar, combatir el nazismo, el comunismo, el fascismo, la Inquisición, el colonialismo; si es racismo odiar a los árabes en cuanto árabes o a los alemanes en cuanto alemanes, o a los rusos en cuanto rusos, o a los italianos en cuanto italianos, o a los españoles en cuanto españoles o a los europeos en cuanto europeos.

La acusación de islamofobia lanzada por los apologistas del islamismo y yihadismo contra sus críticos se parapeta en crear confusión entre ideología y grupo étnico cuando el islamismo es una ideología supremacista, nihilista que se auto otorga la potestad de decidir quién tiene derecho a la vida y quién ha de ser exterminado y que países tienen derecho a existir y cuáles no. Cualquier persona del credo que sea puede convertirse al Islam y seguir las prácticas del islamismo, pero el Islam castiga con la pena capital apostasía (del Islam, no de cualquier otra religión) y/o la conversión de una persona nacida musulmana a otra religión. Lo que si es imposible es cambiar de grupo étnico, un blanco no puede convertirse en negro, ni viceversa. El rechazo al totalitarismo islámico tiene tanto de racismo como el rechazo al totalitarismo nazismo, al fascismo, al comunismo.

3.- El Islam no acepta innovaciones, ni reformas, Ijma

Para el islam, cualquiera sea la rama y la tendencia, el Corán, considerada la verdadera palabra de Alá- y su interpretación ha sido fijada a principios de los años 900. El islam es superior infinitas veces al pensamiento más elaborado de la humanidad, “Alá sabe más” es la apostilla de las explicaciones que dan los jurisconsultos a sus fieles. Lo contrario es una blasfemia, pues sería considerar que el pensamiento humano está por encima del de Alá. Y esta blasfemia tiene un castigo: la muerte.

Una vez fallecido Mahoma, año 632, ante el avance de las conquistas musulmanas y la incorporación de gentes al Islam, inicialmente ajenas a esta religión, y ante los nuevos problemas sociales, políticos y económicos, los juriconsultos musulmanes tuvieron que elaborar y codificar la Sharía, la ley islámica que se deriva del Corán y los hadices –dichos y hechos de Mahoma-, con el fin de arbitrarlos. Durante los dos primeros siglos se formaron cuatro escuelas principales de interpretación legal: el hanafismo la escuela malikita, la escuela shafiita y la escuela hanbalita, en esta escuela han destacado Ibn Taymiyyah, considerado como el padre del moderno salafismo y yihadismo, y Muhammad ibn Abd al-Wahhab, el fundador del movimiento de reforma de Hanbali que se practica en Arabia Saudita conocido como wahabismo.

Estas escuelas tratan al Corán como la fuente que contiene los principios generales que regulan la vida individual y colectiva, y emplean los hadices para esclarecer los puntos no claros del Corán, en caso de que ni el Corán ni los hadices ofrecen una guía clara, los académicos del Islam emplean el sistema de qiyas, argumentación mediante el método analógico para aplicar a los problemas nuevos los principios tomados anteriormente sobre un problema equiparable. A lo largo de las primeras generaciones, los académicos musulmanes llegaron a ponerse de acuerdo sobre ciertos puntos de la ley, bajo la ijma, el consenso de la comunidad.

Mahoma dijo, así reza un hadiz: “Mi comunidad nunca consentirá un error”.

lo que implica que si los eruditos se ponían de acuerdo en un aspecto determinado, este acuerdo adquiría la autoridad de la misma revelación, quedando totalmente prohibido el desarrollo de nuevas ideas sobre ese tema. Paulatinamente se consolidaban más temas de la ley con el sistema de la ijma, con el consenso, a la par el derecho de la ijtihad (el esfuerzo de reflexionar, complementario al Corán y la Sunna, que los ulemas o muftis y los juristas musulmanes emprenden para interpretar y aplicar los textos fundadores del Islam y transcribirlos en términos del derecho islámico), la interpretación individual se restringía. A principios del siglo X se cerraron las puertas de la ijtihad. Quedó completamente prohibida toda divergencia, quien cuestionase el significado de un texto interpretado por la ijma, cometía “vida”, herejía, y era castigado con la pena de muerte.

En esa época se consolida la idea que la Sharía, la ley islámica, fue y procede de la revelación de Alá, y es la reencarnación de la voluntad divina, por lo que los que la desobedecen pecan contra Alá y les aguarda el castigo eterno y la muerte en la tierra. La Sharía no puede cambiarse, ni adaptarse a los tiempos, pues la Sharía precede y moldea la sociedad, en absoluto es fruto de la época y circunstancias, es la elaboración práctica de los modelos eternos que Alá ha establecido para el hombre y la sociedad abarcando todas las actividades humanas, tanto las relaciones del hombre con Alá como con sus semejantes y establece unos modelos absolutos sobre el bien y el mal, en el que las acciones humanas se clasifican de acuerdo con una escala: obligatorias, meritorias, indiferentes, reprensibles y prohibidas.

4.- Erdogan

En un discurso organizado por la Organización de Cooperación Islámica (OCI), Erdogan declaró que el llamado “Islam moderado” no existe y es inventado por Occidente para “debilitar” la fe de los musulmanes.

“Recientemente el concepto del Islam moderado ha recibido mucha atención. Pero este término y concepto se originó en el Occidente. El Islam no puede ser moderado o no moderado. El Islam solo es uno”, aseveró el mandatario turco.
Esto se produjo después de que Bin Salman jurara, durante un foro económico celebrado el 24 de octubre de 2017 en Riad, la capital saudí, devolver a Arabia Saudí a “un Islam moderado”.
“Quizás la persona que expresa este concepto piensa que le pertenece. No, no te pertenece”, dijo Erdogan, sin mencionar a Bin Salman por su nombre.

5.- Ahmad El-Tayyeb

El Tayebb es el gran imán de la universidad egipcia Al-Azhar, la mayor y más prestigiosa universidad islámica del mundo sunnita, ha calificado esta propuesta de racista y de irresponsables las recientes declaraciones del presidente de Francia, Emmanuel Macron, sobre el Islam.

El-Tayyeb ha “advertido” que “este comportamiento incivilizado contra las religiones construye una cultura de odio y racismo y genera terrorismo” y ha añadido que los comentarios del mandatario francés se hicieron para lograr “ganancias políticas endebles” a expensas del Islam.

Ahmad El-Tayyeb considera odio y racismo contra el Islam, y que genera terrorismo islámico, el discurso de Macron en el que dijo: “Hay una crisis del Islam en todas partes, que está siendo corrompido por formas radicales. […] El problema es una ideología [islamismo] que afirma que sus propias leyes deberían ser superiores a las de la República” Macron agregó que busca construir un “Islam ilustrado” en Francia.

En un comunicado el sábado, la Academia de Investigación Islámica de Al-Azhar, que trabaja para reformar la cultura islámica y protegerla de la intolerancia política e ideológica, dijo que Macron ha dirigido “acusaciones falsas que no tienen nada que ver con el verdadero contexto de la religión”.

6.- Turquía critica el proyecto de ley francés que apunta al Islam radical como xenófobo

La clásica respuesta de los islamistas a los críticos del supremacismo nihilista es calificar de xenófobos y racistas a los que critican el islamismo.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Turquía emitió un comunicado el 4 de octubre de 2020 referente al proyecto de ley de Francia sobre la “lucha contra el separatismo islámico”.

El presidente francés Macron ha anunciado que “se creará un Islam de la Ilustración” en Francia con el proyecto de ley sobre la “lucha contra el separatismo” que se presentará al Consejo de Ministros el 9 de diciembre de 2020.

Nadie debería intentar someter nuestra religión sagrada, que significa “paz”, a enfoques erróneos y distorsionados con el pretexto de la “iluminación”.

Creemos que la mentalidad que forma la base de este proyecto de ley tendrá consecuencias nefastas en lugar de aportar soluciones a los problemas de Francia.

Pensar que pueden disciplinar a las sociedades de inmigrantes introduciendo conceptos como “Islam europeo” e “Islam francés” con el pretexto de “iluminar” la religión del Islam significa actuar en la dirección opuesta a las consideraciones humanitarias y legales.

Los estados no tienen derecho a determinar por ley el servicio religioso que cada persona recibirá mientras practica su fe y el entendimiento religioso que adopte.

El hecho de que esta mentalidad, causada por una mala interpretación de los hechos históricos y sociológicos, intente alimentar aún más la creciente xenofobia, racismo, discriminación e islamofobia, que son problemas importantes en Europa y Francia, es motivo de preocupación común para sus propias sociedades, pero también para toda la humanidad.

En lugar de mirar a las personas y las cuestiones religiosas únicamente desde una perspectiva de seguridad, creemos que sería más correcto y beneficioso adoptar discursos constructivos que fomenten la dignidad de las necesidades sociales relacionadas con los valores religiosos y morales.

Mientras seguimos de cerca el proceso relacionado con este proyecto de ley, continuaremos planteando a Francia sus inconvenientes en las plataformas bilaterales y multilaterales.

7.- El Islam no separa el ámbito de lo público de lo privado

A diferencia de las otras religiones, y su marcado y exacerbado proselitismo y supremacismo religioso en el que el fin justifica los medios.

8.- El mundo musulmán considera una injerencia de los infieles el querer inmiscuirse en esta religión y pretender una reforma del Islam, que considera es fruto de la ignorancia, del supremacismo racial y cultural europeo.

Para los islamistas los musulmanes son una nación independiente, la Ummah,, definida entorno al vector de la religión, cuyo soberano y legislador es Alá, con su propia historia y destino, símbolos y próceres nacionales, cultura, valores, leyes, instituciones estatales, sistemas políticos y económicos y civilización propias.

Los europeos, cada vez menos religiosos, son vistos como paganos e idólatras y sus valores democráticos, e instituciones -sean republicanos, monárquicos, socialistas, capitalistas, son la antítesis y el archienemigo natural del Islam y de todo monoteísmo.

Es un deber para todo islamista combatir en el momento más oportuno ese orden pagano. Los islamistas consideran que la república francesa y la nación islámica están en guerra abierta, por lo que es una obligación islámica atacar a Francia y a los franceses y por extensión al resto de europeos.

9.- Los líderes de Europa todavía no se han enterado que el Islam no acepta reformas, y que las naciones occidentales están, y estarán, sometidas al empuje, vía demográfica, migratoria y/o terrorista de los islamistas.

Intentar o pretender reformar el Islam por parte de gente no-musulmana está abocado al fracaso más estrepitoso, a parte de ser una pérdida de tiempo y un esfuerzo inútil.

Lo más importante es ser consciente de la imposibilidad de reforma del Islam, y menos aún intentarlo reformar desde fuera.

¿No rechazaría la Iglesia Católica, la Anglicana, la Luterana, y otras reformadas y la Iglesias Ortodoxas Orientales una pretensión similar por presiones de la República Islámica de Irán o Arabia Saudita?

Es la misma Ummah que ha de reformarse y rechazar el totalitarismo y el terrorismo islamista. Pero si no lo hace, entonces:

10.- Las vías para frenar el “independentismo islámico” deben pasar por otras rutas.

Freno absoluto a la inmigración musulmana, expulsión de los imanes de las mezquitas en las que surgen islamoterroristas y las que se enseña el salafismo u otras corrientes islamistas, expulsión de todos los islamistas, aquellos musulmanes partidarios de que la Sharía prevalezca sobre las leyes del país, el sexto pilar del Islam es la Yihad contra el infiel.

Invitar al gobierno islamista de Turquía a salir de la OTAN, por su apoyo al supremacismo islamista, ideología contraria a la democracia y los valores occidentales.

Envío de todas las embajadas de los distintos países europeos a Jerusalem, como muestra de apoyo a la democracia y no sometimiento al chantaje del islamismo.

Apoyo a la liberación del norte de Chipre, ocupado por Turquía.

Sanciones al régimen de los ayatolás de la República Islámica de Irán por su carrera armamentística que amenaza a Israel y al mundo sunnita.

 


Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.

Comunidad Enlace Judío

¿Nuestro periodismo es importante para ti?
¿Confías en Enlace Judío para una cobertura precisa y oportuna en este momento?
En ese caso, únete a la comunidad Enlace.
A partir de $100.00 MXN al mes, podrás:

  • Apoyar a nuestros periodistas independientes que trabajan las veinticuatro horas del día
  • Ser reconocido como parte de nuestra comunidad una bendición semanal
  • Acceso a contenido exclusivo
  • Acceso a eventos exclusivos, en caso de haberlos
  • Servicio de noticias instantáneas sobre Israel y el mundo judío a tu celular, así como a nuestras transmisiones en vivo.

ÚNETE A NUESTRA COMUNIDAD 👈

Eduard Yitzhak: Judío ortodoxo de origen judío francés y austriaco. Doctor en Filosofía y en Medicina. Trabaja en el campo de Hasbará –esclarecimiento. Analista colaborador del Observatorio contra la Amenaza Terrorista y la Radicalización Yihadista (OCATRY) de SECIDNEF. Como especialista en terrorismo islámico es colaborador en prensa especializada española, norteamericana e israelí sobre salafismo, yihadismo y terrorismo islámico. Analista colaborador en Terrorismo y Contraterrorismo del Observatorio de Prevención de la Radicalización Yihadista de SECINDEF (Security, Intelligence and Defense) Israel-USA International Consulting Counterterrorism) Ha dado conferencias sobre terrorismo islámico en el Ejército Español, Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía, Mossos d'Esquadra y Ertzaintza. Coautor del libro Objetivo: Califato Universal. Claves para comprender el yihadismo. Presidente de diversas organizaciones de Hasbará.