El amor de una madre a las criaturas que ha concebido es un instinto biológico totalmente necesario para la conservación de la especie. Ese amor se prolonga en las aves, en los mamíferos hasta que la criatura es independiente, y puede “volar sola”. El amor a las propias criaturas no excluye tener sentimientos por otras criaturas de la misma especie.
Las madres que enseñan a sus criaturas a asesinar a sus semejantes hacen un flaco favor a sus retoños, pues estos pequeños asesinos serán eliminados por el resto de la especie. Una especie no puede tolerar en su seno criaturas que son exterminadoras del resto, si lo hace, desaparece por conflicto permanente.
Una madre humana amará toda la vida a sus hijos, hasta que ella fallezca, y no tendrá el límite de la independencia de sus hijos. La madre que ama a sus criaturas las cuidará, las socializará, las educará en evitar conflictos, resolver los problemas de convivencia con sus semejantes de la mejor manera posible y con inteligencia y bondad.
Pero hay madres cuya ideología va contra la naturaleza y contra toda lógica, y estas son las que están alienadas y narcotizadas por una ideología nihilista y de odio, como es el caso de la madre de Sa’id Musa Shtayyeh que proporcionó armas a los terroristas palestinos que asesinaron a Mordejai y Shlomo Odesser.
La madre del terrorista palestino Sa’id Musa Shtayyeh expresó su orgullo por su hijo en la televisión de la Autoridad Palestina el 15 de octubre de 2020, con las frases de: “Los amamantamos a todos (a su hijo y los otros terroristas palestinos) con la leche del heroísmo… vosotros sois héroes”.
Este terrorista palestino amamantado en la leche del “heroísmo”, en realidad del nihilismo y odio, ha recibido 820,600 nuevos shekels (243,613 dólares) en recompensa de la Autoridad Palestina desde que fue arrestado.
Es bien cierto que esa madre, y tantas otras como ella, son merecedoras de juicio y castigo, y no es menos cierto que la ideología nihilista de estas madres merece el mayor de los juicios y que los que la imparten son corresponsables de los crímenes.
Juicio a todos ellos por los asesinatos que perpetran sus “cachorros”, por la “leche” (islamismo y panarabismo) con la que han “amantando” a esos “héroes” (asesinos) y prohibición total de esa “leche” (islamismo y el totalitarismo panarabista), “confiscando” las “vacas lecheras asesinas” (la Autoridad Palestina, Hamás, la Yihad Islámica Palestina).
Y que caiga toda la indignidad sobre aquellos países [mayormente europeos] que engordan con dinero y con el BDS la “vaca asesina palestina”. Con el tiempo la “leche” que se muñe de esa bestia “amantará” a otros terroristas (yihadistas y terroristas palestinos) que dañarán a los ciudadanos de Europa.
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